Frente al ejército electoral de reserva que el actual gobierno aglutina como “servidores” en los PILARES y UTOPÍAS de la capital no hace falta una campaña real de afiliación. Contrariamente al proceso de una legítima campaña de afiliación, abre impúdicamente sus puertas a las personalidades más nefastas de la clase política y sectores porriles del sindicalismo oficial para integrarlos a su estructura sin importar que, semanas antes, estos fueran acérrimos enemigos de la llamada 4T.
La base del partido hegemónico se va desilusionando con la velocidad con la que su cúpula incorpora a sus filas priistas, panistas y perredistas de probada corrupción y actividad delictiva. La desilusión se torna nuevamente en rabia y protesta, pues el cambio con la “izquierda del sistema” salió tan malo o peor que el cambio que este hiciera desde la derecha.
Rápidamente las arengas, consignas e imágenes del sexenio anterior van olvidándose para dar paso a una realidad que es la historia, economía, sociedad, política y cultura de todos los días donde el patrón sigue ganando y acumulando mientras el trabajador se ve obligado a dejar la mitad de su vida y presupuesto diarios en las largas jornadas de trabajo y traslados inhumanos. No es casual que en el registro de la OCDE seamos la sociedad que más horas trabaja por el salario más bajo de la región.
La democracia liberal, impulsada desde todos los frentes del sistema político mexicano actual, se empecina en hacernos creer que la alternancia a costa de desvergonzadas alianzas y cooptación de chapulines, es lo más importante de la democracia, mientras que regresamos al tema fundamental de todos los días para el 99% de la sociedad mexicana: qué vamos a comer hoy.
La clase política se reacomoda a partir de la llegada del partido mayoritario y se apresura a ganar un puesto de representación popular para mantener su tren de vida, pues en México sigue imperando aquello de que un político pobre es un pobre político; y eso lo capitaliza el partido gobernante que reparte lugares en su estructura a cambio de votos y los resultados que ofrecen las lealtades compradas.
Pero la democracia entre los de abajo por el contrario es solidaridad económica, fuerza social construida desde el vínculo cotidiano, política de lo común entrelazada en el diálogo; y sobre todo apoyo en las decisiones que afectan al colectivo; por ello las elecciones son un simulacro de la democracia, invalidando entre otras cosas, aun en el interior de los partidos que se dicen progresistas, el diálogo de la base con la cúpula; ya desde los tiempos del PRD (perderé), la cúpula restó el poder a los comités de base, pues ellos iban en sentido contrario de sus intereses, ideando la figura de delegados, para controlarlos mejor. Esta postura sigue imperando, y a la base se le convoca sólo para “mostrar músculo” cuando hay que lanzarse a las calles, repitiendo los métodos del acarreo y compra de votos.
La democracia se construye de manera independiente desde los pueblos, barrios, colonias, comités estudiantiles, pequeños colectivos cuyas causas son su razón de ser: defensa de los derechos laborales, sexuales, migratorios, etc., o en la búsqueda de los familiares desaparecidos, porque son las necesidades fundamentales, aquellas que dignifican nuestra vida, ojalá se unificaran en un movimiento liberador. Por esto democracia popular y elecciones, en este momento histórico, son cosas divorciadas.
¿Desaparecer… así nomás?
Parte 33. Extinción de juzgados, extinción de la justicia
A la memoria de Miguel Ángel González Sánchez, incansable compañero
de muchas luchas e integrante
de la Casa de los Pueblos-México.
Yiria Escamilla
En este país, todo desaparece. Y, absolutamente todo es susceptible de que lo desaparezcan. Desaparecen las instituciones, los programas, los derechos, las personas, el Estado de Derecho, los poderes de la Unión, los jueces, la información, el trabajo, la ley… desaparece todo.
Un ejemplo de lo que se replicará en todo el país, es el paso de la oralidad en lugar del proceso escrito tradicional en los juicios en materia civil y familiar. Los juicios orales son un procedimiento judicial en el que, ante un juez, el acusado y el demandante tienen la oportunidad de presentar sus argumentos y pruebas en una audiencia pública, después de la escucha de los testimonios y tomar una decisión en base a la evidencia presentada.
Desde la reforma constitucional de 2004, se trabajó en la implementación del sistema oral, el cual se hizo oficial en el año 2008 con la implementación del Sistema Penal Acusatorio. Romper paradigmas en los procesos judiciales, paradigmas personales entre los jueces y magistrados (resultado de construcciones sociales patriarcales), actualización de todo el sistema digital y las nuevas tecnologías, a más de 20 años de la reforma, se implementan en las materias más sensibles entre la población: la materia civil (Hipotecario Civil, Ordinario Civil, Daño moral, Controversias, Ejecutivo Mercantil, Ordinario Mercantil, Vía de Apremio, Especial Mercantil, Ejecutivo Civil, Especial de Fianzas, Extinción de Dominio, Providencias precautorias, etc., etc.) y la materia familiar (Divorcio voluntario, necesario, incausado; jurisdicción voluntaria, intestamentario, testamentario, adopción nacional e internacional, asuntos respecto a la capacidad jurídica, restitución de menores, transexo, solicitudes de ejecución de convenio, etc., etc.), llegando en el peor momento y en el peor escenario posible, ya que con la reforma judicial y con ella la elección del 50 por ciento (el porcentaje varía en cada estado) de los jueces y juezas que habían sido sensibilizados en temas de género y derechos humanos.
En el Poder Judicial de la Ciudad de México, el 12 de junio del 2024, su Consejo de la Judicatura aprobó la extinción de 24 juzgados civiles y 11 juzgados familiares de proceso escrito, lo que hará que se prolonguen los tiempos procesales para las personas que ya tienen algún asunto en curso. A su vez, los juzgados receptores de los asuntos de los juzgados extintos harán que la carga de trabajo sea insuperable.
Pitágoras no miente
En materia civil se contaba con 72 jueces al frente de cada juzgado y una plantilla aproximada de 23 a 28 personas por cada juzgado (2016 trabajador@s). Cada juzgado con 3,000 expedientes activos al año, sin contar la rotación de expedientes enviados al archivo y que regresan del mismo, juicios sin concluir más la recepción de los juzgados extintos, da un aproximado de 216,000 expedientes. Cada caso era resuelto por tan solo 2 proyectistas por juzgado (144), el impulso procesal por 2 secretarios de acuerdos (144), notificados por 2 actuarios (144), y atendidos por 2016 administrativos.
En una primera etapa, se pretende que tan solo 48 juzgados reciban los casos sin concluir de los 24 extintos, provocando que las cargas labores se desborden. Aunado a la falta de espacio, escritorios, sillas o computadoras, sin sistema adecuado, internet, sin insumos necesarios. Y con la presión de los litigantes que representan a familias que requieren ser atendidos.
Ni se diga de lo que sucede en materia familiar, donde las cargas normales de trabajo ya de por sí, presentan rezago, ante los miles de asuntos que se reclaman a diario. No hay expedientes digitalizados, ni habrá. Con la insensata reforma judicial y el pago de haberes, liquidaciones para los magistrados y jueces que se jubilan en tiempo y anticipadamente (antes de la guillotina), no hay un centavo ni para un lápiz. Amén de lo que representa el reemplazo de los novatos que se escudan de su falta de pericia e ignorancia en “la curva de aprendizaje”, por lo que dependerá los trabajador@s la justicia, sin pago de horas extras ni estabilidad laboral y sin lugar dónde reubicarlo, ya que se apuesta a disminuir al personal, y extinguirlo también.
Ante el desastroso resultado de esta primera etapa de extinción, los trabajadores realizaron un paro de labores de varios días (trabajando, en su mayoría a puerta cerrada), iniciando el pasado 4 de febrero exigiendo detener la siguiente etapa de extinción, más bien modificar la Declaratoria de vigencia del Código Federal de Procedimientos Civiles y Familiares, que pretendía la extinción de otros 26 juzgados civiles y 9 familiares. Se sabe que en otros estados prevalece la misma situación.
Si el objetivo con la oralidad era una justicia pronta y expedita, no hay nada más lejano de la realidad, perjudicando a las mujeres, mayormente demandantes de asuntos en materia familiar o trabajadoras explotadas, en este mes de la Mujer.
Luchas espejo
Salvador
Hablo aquí de las luchas emergentes en el estado de Chihuahua, lo cual no es para nada extraño a otras regiones del país
Tiempos de protesta, el sistema busca la idealización de las manifestaciones cada determinado tiempo, le sirve para regenerar y hacerse de nuevos militantes, ya que presos de la desilusión, abrazan el conformismo.
Este febrero de 2025, febrero de traiciones como lo llaman algunos, sucede algo interesante. Morena dirige las manifestaciones contra el Morena mismo, es como mirarse en el espejo, sus intenciones están por desvelarse, pero esos quienes hoy coordinan las masas desesperadas con justas razones son Morenistas calados, golpean todo menos su reflejo, en las acciones desorganizadas o refritas en otros momentos, dan el panorama de la decadencia ideológica Morenista, gozan de prestigio por la mayoría legislativa. Su estructura está movilizada contra ella misma, lucha espejo, manotean contra todo menos ante su reflejo.
Algo similar a la criminalización de la protesta es romantizarla, claro “morenamente” hablando, la base es golpeada doblemente: primero por la nefasta ley del ISSSTE 2025 y luego por la misma dirigencia morenista infiltrada en los movimientos honestos. Están jugando un escenario que confunde a varios, no hay crítica dentro de los movimientos, no atienden la problemática central. Actúan en círculos absurdos; las escuelas de cuadros Morenistas enfrentan hoy una difícil prueba.
A los pocos días de iniciar, se nota cómo el movimiento de Morena vs Morena tiende a desgastarse confundirse entre sus líneas, ahogarse y ahorrar el trabajo al Estado: lo que el Estado hace cotidianamente y le puede llevar 10 años, estas luchas espejo lo logran en días.
Esa extraña mezcla en el aire entre decadencia ideológica, romantización de la protesta, buenas intenciones y luchas espejo crean una hecatombe que afecta directamente a las resistencias obnubilando formas de lucha, su daño es social, educativo, cultural y de salud.
¿EL ORO NEGRO?
La mancha negra sin decoro
Que derrama tempestades
Algunos le llaman oro
Para otros son calamidades
Marcha el petróleo a su paso
Degradando surcos de tierra
Dónde él cae, nada nace,
Y a la vida vegetal lápida.
Pero hay otros que muy alegres
Perforan hasta encontrar
El líquido viscoso y verde
Para luego comerciar
Y vaya que desarrolla
Un sin fin de derivados
Y desde la planta y la olla
La codicia ha comenzado
Mucho recurso se allega
El que lo explota y lo merca
En veces hasta comparte
Desde gasolina hasta talega
Y con una chamba terca
Hasta del plástico hace alarte
Pero no sé olvide al campo
Que sin recursos se queda
Solo la mancha en su manto
Y ya ni siembra que se pueda
Solo queda reclamar
Aunque la justicia es vana
Y reclamar tu chilar
Te arroja pura macana.
El acompañar tecnológico
Sin duda es lo que nos deja
Y algunos fertilizantes
Es lo único que apendeja
Pues no somos simpatizantes
Del devenir tan caótico.
Y otra vez a pedir al gobierno, patéticos
A ver si nos lo regalan,
Para echar los agroquímicos
A esta tierra mancillada.
Eduardo Gomezcaña, México, 2025.