Un zurdazo imponente de Arteaga desde fuera del área sacudió la red lateral a la izquierda del portero Waite –el servicio corto de Chávez le allanó el camino (68´)–, suficiente para que México se quitara de encima el peso del debut contra una Jamaica de calidad muy precaria pero tan correosa y molesta como siempre. Triunfo ajustado pero justo de un equipo que supo sobreponerse a la pérdida prematura de su capitán –Edson Álvarez dejó el campo con un desgarre muscular mediado el primer tiempo–, para lo cual resultó fundamental la aportación de Romo, un mediocampista con visión de campo y un hombre tranquilo en medio del manojo de nervios que es este Tri, presa permanente de urgencias autoinducidas y futbolistas bastante limitados. El Chaquito Giménez, por ejemplo. O el propio Quiñones, que las pelea todas pero al que le cuesta un mundo asociarse con alguien para generar juego (por cierto, ya se anunció que deja al América por Arabia… menudo internacional tenemos).
Como Antuna tampoco estaba en su noche y sin delanteros no se gana un partido, el trabajo de los mediocampistas cobró especial relevancia. Y ahí, Romo fue el as bajo la manga. Con su temperamento serenamente combativo, eficaz colocación y buen toque mejoró incluso las prestaciones de Edson Álvarez en el rato que Edson jugó. Perdido Orbelín, muy técnico pero exageradamente frío el expachuqueño Chávez y dinámicos y cumplidores el resto, hay que resaltar la solidez de la pareja de centrales, con su bravura y buen sentido de la anticipación acostumbrados Johan Vázquez y mejor con el balón César Montes. Y seguro y ágil, sobre todo por arriba, el portero de los Pumas Julio González.
Sintetizando, un México cumplidor y con la enjundia necesaria para resolver la incógnita del primer partido. Y lo que vimos antes –Venezuela 2-1 Ecuador– tampoco fue para espantar a nadie. Confirmó que estamos en un grupo asequible, cuya siguiente escala será el miércoles contra la vinotinto. Ésta, al remontar un marcador adverso, sorprendió gratamente en la misma medida en que decepcionaban los ecuatorianos, lejos al parecer de su mejor forma.
Argentina, con el píe derecho. No sin pasar algunos apuros, Argentina resolvió su debut con autoridad. La que le supone contar con gente como Messi –aunque ya no sea el de los años dorados– y Julián Álvarez, artífice y autor, respectivamente, del tanto que abrió la cuenta (49´); con esa tranquilidad, el campeón defensor –y mundial– pudo ordenar su defensa, que había hecho bastante agua en un primer tiempo en que si los canadienses no anotaron fue por su absoluta falta de poder realizador. El 2-0 definitivo lo marcó Lautaro.
En el mismo G-A, Perú y Chile ofrecieron el viernes infame 0-0, confirmación de la pobreza de sus respectivos recambios generacionales, mal ensamblados veteranos pasados de edad con jóvenes sin cualidades destacables.
Estados Unidos. Sin lucir, la selección anfitriona hizo bueno el pronóstico y dio cuenta de la débil Bolivia por 2-0, marcador establecido desde la primera mitad. Aunque es pronto para sacar conclusiones, el equipo de las barras y las estrellas no aparenta tener con qué hacer frente a los grandes de Sudamérica, a falta de las presentaciones de Uruguay –en el mismo grupo de EU debutaba anoche contra Panamá–, Brasil –va, hoy lunes, contra los ticos– y Colombia –que se también estrena hoy ante Paraguay.
Eurocopa. Dos selecciones descuellan claramente sobre el resto: Alemania y España. Y hay una tercera que quizá reúna más talento individual que ninguna otra pero arrastra un historial de “ya merito” que nunca ha podido sacudirse: Portugal. Si alguien abrigaba esperanzas en Francia o Inglaterra, dos pesos pesados, lo que han demostrado hasta ahora alimenta más dudas que certezas. Y lo mismo puede decirse de Holanda y Bélgica, candidatos menores. Y ni hablar de Italia, que ante España evidenció no tener con qué defender el título. El resto es calderilla, dicho sea sin desconocer algunos pasajes brillantes de austriacos o rumanos y el buen hacer, aunque en tono menor, del disciplinado equipo danés y de Suiza.
Situación preocupante. Pero detrás de ese somero vistazo, un par de tendencias muy claras: una, la manía de la posesión conservadora, que está generando un nuevo tipo de antifutbol; y otra: que no será el actual un torneo para figuras destacadas sino escaparate más bien tedioso para galeotes obedientes a entrenadores más orientados a conservar la chamba que a ofrecer espectáculos atractivos. Estamos entrando de lleno a un estilo de juego de oncenas parapetadas atrás con órdenes estrictas de no arriesgar un pase.
Otra cosa es que tan árida y timorata filosofía se esté cobrando altos réditos en errores defensivos que cuestan goles –el que se autoinfligió Turquía contra Portugal fue el colmo–. Es otro resultado no deseado del zombismo imperante y de la falta de individualidades de auténtica talla internacional. Impera el derroche físico y lo sufre el futbol.
Eurocopa: posiciones y partidos. G-A: Alemania 7, Suiza 5, Hungría 3, Escocia 1 (Ronda terminada). Resultados: Alemania 5-1 Escocia; Suiza 3-1 Hungría; Alemania 2-0 Hungría; Suiza 1-1 Escocia; Alemania 1-1 Suiza; Hungría 2-1 Escocia. G-B: España 6, Italia 3, Albania 1, Croacia 1. Resultados: España 3-0 Croacia; Italia 2-1 Albania; España 1-0 Italia; Croacia 2-2 Albania. Tercera fecha: hoy lunes España-Albania y Croacia-Italia. G-C: Inglaterra 4, Dinamarca 2, Eslovenia 2, Serbia 1. Resultados: Dinamarca 1-1 Eslovenia; Inglaterra 1-0 Serbia; Serbia 1-1 Eslovenia; Inglaterra 1-1 Dinamarca. Mañana martes: Serbia-Dinamarca y Eslovenia-Inglaterra. G-D: Holanda 4, Francia 4, Austria 3, Polonia 0. Resultados: Holanda 2-1 Polonia; Francia 1-0 Austria; Austria 3-1 Polonia; Francia 0-0 Holanda. Miércoles: Holanda-Austria y Francia-Polonia. G-E: Rumania 3, Bélgica 3, Eslovaquia 3, Ucrania 3. Resultados: Rumania 3-0 Ucrania; Eslovaquia 1-0 Bélgica; Ucrania 2-1 Eslovaquia; Bélgica 2-0 Rumania. Miércoles próximo: Bélgica-Ucrania y Rumania-Eslovaquia. G-F: Portugal 6, Turquía 3, Chequia 1, Georgia 1. Resultados: Turquía 3-1 Georgia; Portugal 2-1 Chequia; Georgia 1-1 Chequia; Portugal 3-0 Turquía. Jueves: Portugal-Georgia y Turquía-Chequia.
Los partidos finales de la ronda de grupos se juegan todos simultáneamente, como tiene que ser a fin de evitar suspicacias.
Para variar, Verstappen. En el GP de España no le valió a Lando Norris conquistar una pole que perdería con Verstappen y Russell en la mera arrancada, tampoco demostrar que puede ser tan veloz como Mad Max si entre estrategas y cambiallantas de McLaren se las arreglan para estropearle el esfuerzo. De modo que todo se fue sumando para facilitarle al Huracán holandés su victoria número siete en diez pruebas hasta ahora celebradas, a 2.21 segundos de Norris y 17.79 del tercero, que fue Hamilton. Detrás fueron llegando Russell (Mercedes), Leclerc y Sainz ( en sus Ferraris), Piastri (McLaren), Pérez (Red Bull) y los Alpine de Gasly y Ocon, en ese orden.
¿Qué pasa con Checo? Una de dos, o está acabado como piloto de élite o es víctima de un boicot silencioso al interior de su equipo –ayer lo llamaron hasta tres veces del pit–. El asunto es que lo que tendría que ser para él un subliderato asegurado por la lógica inmediatamente detrás de Verstappen –esa fue su posición en los dos años anteriores–ninguna relación guarda con el mediocre quinto lugar que ocupa hoy en la tabla, a nada menos que 118 puntos del holandés (219 vs. 111), y antecedido en la clasificación por Norris (150), Leclerc (148) y Sainz (116).
Entre tantos expertos nadie se explica el tremendo bajón del tapatío, agudizado por su pésima actuación en las cuatro últimas carreras. Y eso que Red Bull acaba de renovarle contrato por dos años más. A lo mejor hay ahí dentro gente interesada en reventarlo.
Celtics de oro. El Título de la NBA regresó a Boston, que cerró en 4-1 su victoria sobre los Mavericks de Dallas al derrotarlos el lunes anterior por 104-88. Con este son ya 18 los anillos de campeón que el equipo de Massachusetts reúne en su palmarés, aunque hacía largos 16 años que no lo conseguía.
A figuras históricas como Bill Russell, Larry Bird, Paul Pierce, John Havlicek, Kevin McHale, Robert Parish, Bob Cousy, Sam Jones, Kevin Garnett o Dave Cowens hay que agregar a Jayson Tatum y Jaylen Brown, sus líderes más visibles en la reconquista del trono.