Los hermanos José Alejandro y Antonio Valente Martínez Fuentes, este último conocido como “El Toñín” en la zona de el “triángulo rojo”, dieron una rueda de prensa en Palmarito Tochapan, donde acusaron ser víctimas de persecución política desde el barbosismo, sin que a la fecha haya una sola orden de aprehensión en su contra por robo de combustible.
José Alejandro fue alcalde de Quecholac del periodo de 2018 a 2021 y ganó la reelección del siguiente trienio, el cual no ejerció porque estuvo en prisión preventiva por más de un año.
En la conferencia de prensa, los hermanos estuvieron acompañados de pobladores de la localidad, quienes en su mayoría portaron cubrebocas, además de la candidata del partido Pacto Social de Integración (PSI), Guadalupe Martínez Gerardo, hija de Antonio Martínez.
Destacaron que el motivo principal de reunir a los representantes de los medios de comunicación, es para aclarar que Guadalupe Martínez no está vinculando con bandas delincuenciales, pues afirmaron que ella “está limpia”.
En ese sentido, pidieron a políticos y medios de comunicación cesar los ataques en contra de la joven, quien argumentaron tiene derecho a ejercer su derecho de votar y ser votada.
Por su parte, el exalcalde José Alejandro Martínez acusó que fue perseguido político por el exgobernador Miguel Barbosa Huerta, luego de que en 2021 ganara la reelección y fuera encarcelado más de un año sin una sola sentencia.
Expuso que fue acusado de nueve delitos del ámbito local y federal, de los cuales dijo en su defensa que ninguno merecía prisión preventiva.
A pesar de contar con amparos de protección, refirió que le fueron creando carpetas de investigación, una tras otra, para evitar su liberación.
No obstante, José Alejandro Martínez señaló que esa persecución continúa, pues refirió que hay “algunos actores políticos o medios de comunicación que dicen que su servidor está aliado con la delincuencia organizada o que tengo vínculos con personajes, como si yo fuera una pieza fundamental para la delincuencia”.
Además, aclaró que en este proceso electoral decidió no participar, por una decisión personal y no impedimento legal.
“No es porque no pueda ejercer mi derecho como aspirante a un cargo de elección popular; no tengo ningún impedimento de participar en una elección”, aseveró, en alusión a que no hay ningun proceso judicial vigente en su contra.
“El Toñín” fue un apodo que le puso la prensa
En su oportunidad, Antonio Valente Martínez señaló que la persecución mediática en su contra inició cuando personajes políticos del municipio de Quecholac lo comenzaron a mencionar como un posible candidato a la presidencia municipal en 2018.
Comentó que esto ocurrió a pesar de que nunca tuvo un interés de participar en la política.
“La gente me quería como candidato para que en el 2018 yo participara como aspirante, como candidato a la presidencia municipal”, expuso.
Refirió que el intento de postularse no pasó a mayores, debido a que a su juicio empezaron a pagar “moches” con algunos periodistas que lo bautizaron con el apodo “El Toñín”, y de ahí señaló comenzó la situación en mi contra.
Aseveró que cuando intentaron inculcarlo, le fabricaron delitos y la la Fiscalía General del Estado le falsificó documentos legales.
Finalmente, Antonio Valente Martínez Fuentes argumentó que es de oficio agricultor y que derivado de las investigaciones en su contra fueron aseguradas propiedades de su madre y su exesposa, afectando su patrimonio.