La palabra “sincicial” en el contexto de una enfermedad que se considera de importancia capital para los médicos, pero ignorada por la gente común y corriente (a menos que uno de sus hijos menores de cinco años, padezca la casi fatal infección por el Virus Sincicial Respiratorio o VSR), corresponde a una infección que tiene su nombre por los sincitios que forma; es decir que son grandes células multinucleadas que resultan de la fusión de células individuales.
La etimología de “sincitial” proviene del griego “syn”, que significa “junto”, y “kýtos”, que significa “célula”. Así, “sincitial” se refiere a la fusión de células para formar una estructura multinucleada. El problema radica en que, al formarse estas estructuras, se altera totalmente la función respiratoria, lo que da lugar a un problema de salud muy grave desde el punto de vista ventilatorio y de muy rápida evolución.
El Virus Sincitial Respiratorio (VSR) es un virus que afecta, con predominio en niños menores de cinco años, incluyendo por supuesto a bebés, aunque también puede causar infecciones en adultos. Perteneciente a la familia Paramyxoviridae (que significa que afecta a mucosas, es decir productoras de mucosidad) y al género Pneumovirus (que ataca principalmente al aparato respiratorio), el VSR es una de las principales causas de infecciones respiratorias agudas en niños y puede dar lugar a enfermedades respiratorias muy graves que comprometen incluso la ventilación de la persona afectada.
Las infecciones por VSR son más comunes durante los meses de otoño e invierno. La transmisión del virus se produce mediante secreciones respiratorias, como las gotas de saliva o las partículas expulsadas al toser y estornudar. También puede transmitirse por contacto directo con superficies contaminadas, lo que lo hace muy común en todo el mundo y la mayoría de los niños estarán expuestos al virus antes de los dos años de edad.
Los síntomas típicos de una infección por VSR sobrepasan los síntomas que comúnmente vemos los médicos como enfermedad respiratoria banal, es decir que hay muy importante congestión nasal, tos, fiebre, y en casos más graves, dificultad respiratoria. En bebés y niños pequeños, la infección por VSR puede causar problemas respiratorios significativos y en algunos casos, requerir hospitalización.
Es importante destacar que, aunque el VSR comparte algunas similitudes sintomáticas con el virus de la gripe (influenza), son causados por diferentes microorganismos y requieren enfoques diferentes en términos de tratamiento.
La prevención de la infección por VSR, al igual que otras infecciones virales, incluye medidas como el lavado de manos frecuente, la limitación del contacto con personas enfermas y la promoción de prácticas de higiene adecuadas.
La epidemiología del Virus Sincitial Respiratorio (VSR) muestra a este virus como causa importante de infecciones respiratorias en todo el mundo, especialmente en bebés y niños pequeños. Los niños prematuros y aquellos con condiciones médicas subyacentes, como enfermedades cardíacas o pulmonares, tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves.
Las infecciones por VSR son más frecuentes durante las temporadas de otoño e invierno en climas templados, aunque últimamente se encuentran casos a lo largo de todo el año.
Aunque la exposición inicial al VSR generalmente ocurre durante la infancia, las reinfecciones son comunes a lo largo de la vida. Sin embargo, las infecciones repetidas tienden a ser menos severas que la primera exposición.
Por estas razones, las infecciones por VSR imponen una carga significativa en los sistemas de salud debido a hospitalizaciones, visitas a emergencias y consultas médicas. También puede afectar a las familias debido a la pérdida de días de trabajo y cuidado de los niños enfermos.
La infección por el coronavirus SARS-CoV-2 nos enseñó mucho, por lo que socialmente debimos de haber aprendido que la prevención de todas las infecciones respiratorias implica medidas de higiene; sin embargo, la investigación continua debe de llevarse a cabo para comprender mejor la epidemiología de los virus y sus consecuencias. Si comparamos nuestras estrategias para no enfermar y la persistencia biológica de los microorganismos, es una especie de carrera no equitativa, pues biológicamente hablando los seres humanos tenemos una gran desventaja ante los diminutos pero mutantes y renovados microorganismos virales.
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