Atlixco. La lucha social en San Pedro Benito Juárez, junta auxiliar de este municipio ubicada a pocos metros del cráter del Popocatépetl, destaca la resistencia de sus habitantes frente a influencias externas las cuales amenazan su identidad.
Un estudio realizado por Cecilia Vázquez Ahumada, profesora-investigadora del INAH Puebla, reveló cómo los residentes enfrentan estos desafíos.
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El diagnóstico titulado San Pedro Cuaco: la resistencia de un pueblo originario en defensa de su identidad, subrayó cómo la llegada del sacerdote Humberto Victoria Martínez, designado por la Arquidiócesis de Puebla, generó conflictos al no validar las formas organizativas y culturales de la comunidad.
Desde antes del sismo de 2017 los residentes se enfrentaron a la imposición de nuevas normas incapaces de respetar sus costumbres.
La gestión de las limosnas, el archivo parroquial y las tierras pertenecientes al templo están bajo el control de los fiscales y mayordomos del pueblo y quienes aún resisten a los intentos del sacerdote por asumir el control de estos recursos.
El conflicto por el archivo parroquial y el templo
El texto mencionado compartió uno de los principales conflictos en Cuaco es el deseo del sacerdote de trasladar el archivo parroquial a Coyula, asunto rechazado por la comunidad.
Además el sismo de 2017 dejó severos daños en el templo parroquial y eso obligó a trasladar la mayoría de las imágenes al salón parroquial. Mientras otros objetos virreinales aún permanecen en el templo, sin posibilidad de ser retirados.
La confrontación se intensificó cuando el sacerdote se negó a celebrar actos litúrgicos y a impartir sacramentos en San Pedro Cuaco, dejando a los vecinos sin servicios religiosos y en un estado de desamparo emocional.
La investigadora del INAH-Puebla apuntó a pesar de las presiones, los fiscales defienden con firmeza el archivo parroquial, los documentos y los terrenos de los santos porque generan recursos para mantener el ciclo ritual de la comunidad. “Este ciclo es vital para la reproducción y continuidad de la vida cultural y espiritual de San Pedro Cuaco”, acotó.
Un aspecto interesante es el mensaje premonitorio de uno de los fiscales quien soñó un pariente pedió proteger un libro valioso. Asunto interpretado como una señal de la importancia de preservar el patrimonio de la comunidad.
Los habitantes de San Pedro Cuaco, también conocido como Benito Juárez, reconocen y apoyan los esfuerzos de los fiscales en la defensa de su patrimonio cultural y religioso.
La comunidad resiste a las presiones de la institucionalidad católica cuyo objetivo parece ser transformar sus costumbres y su patrimonio cultural intangible en beneficio de una visión individualista de la fe, subordinada a la autoridad del sacerdote.
En conclusión, la lucha por conservar su identidad cultural es un esfuerzo colectivo y refleja la resistencia de un pueblo originario ante la imposición de normas externas, manteniendo vivas sus tradiciones y valores.