Más de 400 danzantes originarios de San Luis Potosí, Michoacán, Hidalgo, Veracruz y por supuesto Puebla se reunieron en Cuetzalan y en la zona arqueológica de Yohualichan como parte del noveno Encuentro Nacional de Voladores que se realizó durante este fin de semana.
En el acto, que por primera vez en sus nueve ediciones tuvo como sede a esta entidad, participantes compartieron experiencias, visibilizaron su cultura y dieron a conocer las necesidades de la comunidad dancística voladora con el objetivo de identificar oportunidades y generar vínculos colaborativos, así como diseñar estrategias conjuntas para su fortalecimiento y bienestar integral.
En suma, se buscó garantizar la salvaguarda de este ritual que en 2009 fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), por constituir uno de los principales ejes de la vida colectiva de las comunidades que lo practican, lo mismo en la región del Totonacapan en Veracruz, que en Puebla, San Luis Potosí y Michoacán, e incluso en Santa María Joyabaj en Guatemala, donde también se practica esta manifestación cultural mesoamericana.

Durante tres días, del 29 al 31 de agosto, en el centro del municipio de Cuetzalan del Progreso, se llevaron a cabo ceremonias, ofrendas, mesas de diálogo y conversatorios en torno al plan de salvaguarda, con ejes como la legalidad, el uso indebido de la imagen y la apropiación de símbolos ancestrales.
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Yohualichan, en cambio, fungió como un espacio central, un “axis mundi” del ritual de los voladores, pues en él se exhibió la diversidad de rituales propios de la Sierra Norte, caracterizados por su riqueza en vestimenta y la cosmogonía que reconoce al árbol como vínculo sagrado entre mundos.
A decir de la secretaria de Arte y Cultura de Puebla, Alejandra Pacheco Mex, la realización de este encuentro, que fue hecho en conjunto con el Consejo Nacional de Voladores y el Consejo Estatal de Voladores Poblanos, representó un compromiso institucional con la memoria, identidad y futuro cultural de los pueblos originarios, el cual tiene como objetivo difundir, conservar y transmitir este legado.
En su caso, el presidente del Consejo Estatal de Voladores, Arturo Díaz, destacó la importancia de que este noveno encuentro se realice por primera vez en territorio poblano, tras el reconocimiento oficial del pasado 5 de diciembre que declaró a los practicantes de esta ceremonia como Patrimonio Inmaterial de la entidad.
Recordó que desde la primera edición en 2008, con la participación de más de 300 guardianes de la tradición, se trabajó en la construcción del expediente técnico que permitió obtener la declaratoria de la Unesco y posteriormente conformar el Consejo Nacional de Voladores, integrado por San Luis Potosí, Michoacán, Veracruz, Hidalgo y Puebla.
Paralelo a los conversatorios y talleres, así como las demostraciones de vuelo, como parte del noveno Encuentro Nacional de Voladores se realizó la presentación y distribución de material lúdico sobre la danza, consistente en el cuadernillo Unidos por el vuelo, un memorama, una versión de un juego de serpientes y escaleras, y un mapa de geolocalización de los centros ceremoniales de la Danza de Voladores. Dichos materiales fueron diseñados para fortalecer los procesos de enseñanza comunitaria, sensibilizar a la población sobre el valor de esta práctica cultural y garantizar su continuidad en el tiempo.
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