Miércoles, abril 24, 2024

El primer Puebla: historia de un olvidado

Destacamos

A la memoria de Isaac Wolfson y Francisco Coca Salinas, los mejores historiadores del futbol en Puebla.

Inspirado por el extraordinario trabajo de mis amigos y compañeros en el archivo de la RSSSF, especialmente Erik Francisco Lugo y Martín Toscano.

El Puebla Athletic Club fue una institución deportiva que existió entre 1892 y 1915 en la Angelópolis. Una crónica detallada de su fundación apareció en las páginas del célebre semanario El Mundo Ilustrado en su número del 4 de noviembre de 1894, refiriendo que la misma había tenido lugar en diciembre de 1892.

Puebla ciclismo
Una competencia de ciclismo en el velódromo del Puebla Athletic Club

Aunque casi todas las notas en la prensa referentes al club se centraban en las competencias que organizaba en el ámbito del ciclismo, y está fuera de discusión que el mismo era el principal deporte en el seno de la organización, para el que esto escribe siempre ha sido de especial interés profundizar en la práctica del futbol, puesto que fue en las instalaciones del Athletic donde se jugó el que fue –hasta donde se sabe– el primer encuentro de balompié disputado en Puebla, el 18 de febrero de 1894, y no es ningún misterio para los conocedores de este deporte en México que un equipo con el nombre de la ciudad participó en la liga –en la llamada época amateur– entre 1904 y 1907.

La historia y detalles de este Puebla Athletic Club dentro del futbol mexicano adolecen –no obstante– de un sinnúmero de imprecisiones. En las mismas debo incluir, a manera de ética confesión, las que contiene el primer texto que publiqué sobre el tema –algunos años atrás– en este mismo diario. Sin pretender que necesariamente sea una disculpa, debo señalar que en aquellos tiempos aún no se contaba con los mismos recursos informativos de los que ahora disponemos, como por ejemplo lo que la Hemeroteca Nacional Digital ha abierto al público.

El propósito central del presente texto es, entonces, arrojar más luz sobre la historia de este olvidado club, y al hacerlo derrumbar algunos mitos que se han difundido sobre el mismo.

¿Hay relación entre los dos Pueblas?

Convendría comenzar, por ejemplo, con zanjar de una buena vez por todas la cuestión de si este Athletic Club puede o debería ser considerado un antecedente del equipo fundado en 1944, el Puebla de la franja. La respuesta es un rotundo “no”. Definitivamente no hay vínculo alguno entre ambos clubes. Ni en el nombre, ni en la identidad, ni en los colores ni en las personas involucradas con ambos. El Puebla Athletic Club y la institución fundada en 1944 son tan distintos como lo son el Atlético y el Real Madrid. Y como ellos, lo único que comparten –o compartieron– fue el nombre de la ciudad.

El Puebla Athletic Club, aunque por supuesto llegó a tener miembros destacados de la sociedad local –como las familias de Joaquín Colombres o Mucio Martínez– fue una institución formada por y para británicos, como lo eran en aquel entonces todas las que participaban en la incipiente liga de futbol. Es por ello que su existencia fue tan breve, pues terminó, al igual que las de la mayoría de los clubes ingleses fundados en México, cuando estalló la Primera Guerra Mundial y sus integrantes fueron llamados a filas. El Puebla de la franja, en cambio y como bien sabemos, fue una institución auspiciada en sus orígenes por la comunidad española afincada en la ciudad. Ninguno de los exjugadores o exdirectivos del Athletic tuvo nada que ver –hasta donde ahora se sabe– con la fundación del club de El Mirador. Ambas instituciones jugaban –como veremos a continuación– con colores diferentes. En campos diferentes. Es por ello que he tenido que explicar a algunos colegas historiadores del futbol que el caso de los dos Pueblas es muy diferente al del Pachuca, por ejemplo. El equipo de los Martínez, de una manera u otra, ha pretendido erigirse como heredero del que surgió en el siglo XIX. Alude a sus colores y a su identidad. Y quienes valoramos la historia del futbol mexicano hemos dado nuestro aval a ese y a otros intentos similares (como fue el de los Albinegros de Orizaba), defendiendo el hecho de ver a los Pachucas –el de 1892, el de 1950, el de 1960 y el actual– como un mismo equipo. Está de sobra gastar líneas en intentar explicarle lo anterior a los que se complican la vida “casándose” con los enredos de las franquicias. Si a principios de este siglo no dejaron de llamarle “Curtidores” al Puebla, menos podrán aceptar que un club está y pervive donde radican su identidad, sus colores y su afición. Pero ese es otro tema.

Equipo aurinegro… ¿desde el principio?

El Puebla Athletic Club jugaba de amarillo y negro. Hay quienes, con tal de no acreditar a quien esto escribe, se dieron el lujo de atribuir el “descubrimiento” de dichos colores del Athletic a la tesis de un desconocido. Otros, con tal de salir del paso ante una pregunta, han señalado que los blasones del Athletic tenían que ver con el entorno ferrocarrilero. Ambas afirmaciones son falsas y develan que quienes las hicieron no han investigado a profundidad sobre el tema. El club optó por el uso de los referidos amarillo y negro en su uniforme a partir de su segunda temporada en la liga (1905–1906), pero antes utilizó otros, los cuales no han sido siquiera mencionados por nadie antes de la publicación del presente texto.

El Puebla Athletic Club, en la etapa previa a su ingreso a la liga de futbol, utilizaba chaqueta negra y pantaloncillos blancos, además de una capa roja. Ya como equipo de balompié, inició sus andanzas –en la temporada 1904–1905– con un uniforme consistente en playera rojo carmesí y pantaloncillos azules, posiblemente inspirado en los colores del escudo de armas de la ciudad. Fue hasta la temporada 1905–1906 –como ya se explicó– que adoptó el amarillo y el negro, los cuales –debo insistir– no tenían relación alguna con el ferrocarril. El uso de estos colores podría haber surgido más bien por una identificación que la ciudad ha tenido históricamente con los de las abejas. No es ningún misterio para los poblanos que este insecto ha sido utilizado como símbolo en el entorno local. No se puede disociar de ello que el primer periódico impreso en la Angelópolis en la época independiente fue La abeja poblana, y que el nombre del himenóptero fue utilizado posteriormente por otros equipos deportivos locales.

No puedo dejar de mencionar que otra posibilidad es que se hayan adoptado los colores imitando los de algún club británico del que los dirigentes del Athletic fuesen aficionados, lo cual era una práctica por demás común en la época, aunada al hecho de que en aquellos años difícilmente se confeccionaban uniformes fuera de las islas británicas. Por lo general se compraban en ellas, limitándose a adquirir los que las fábricas tuviesen ya en sus patrones, que eran los de los clubes locales.

¿Dónde jugaba este Puebla?

El Puebla Athletic Club tuvo como campo de juego lo que fue el segundo velódromo construido por la institución. Muchos especialistas han incurrido en el error de fusionar esta instalación deportiva con otra precedente, afirmando que solo existió una. No es así. El primer velódromo fue inaugurado por el Athletic Club el 22 de julio de 1893. Tal como lo refiere el imprescindible Hugo Leicht en Las calles de Puebla, y como puede confirmarse en el plano de Atenógenes Carrasco (1902), formaba un rectángulo cuyos lados cortos iban de las actuales 9 a la 11 Sur y los largos de las hoy 11 a la 17 Poniente. Este campo se usó hasta 1904, cuando fue inaugurado otro nuevo enfrente. Fue este segundo velódromo el único donde disputó partidos el equipo de futbol que participó en la liga. Abarcaba desde la pared sur de la casa de Rosendo Márquez (sobre la 11 Poniente) hasta la 15 Poniente, entre la 11 y la 13 Sur, tal como lo describe Leicht y como se puede apreciar en planos de 1908, 1915 y 1923, además de en una muy difundida foto aérea de la ciudad, tomada por supuesto en años muy posteriores a la desaparición del Athletic Club.

El primer velódromo en el plano de Carrasco (1902)

Y es que dicho campo sobrevivió por años a la institución que lo edificó. En 1915, muy probablemente coincidiendo con el paso del predio a manos de la comunidad española de la ciudad, se le agregó una manzana más hacia el sur, tal cual también lo describe Leicht, cerrando para ello la calle 2ª. de Cuauhtémoc (hoy 15 Poniente 1100 a 1300), llegando en su extremo sur hasta la actual 17 Poniente. Fue a partir de entonces el primer Parque España. Es a esta etapa a la que corresponden las fotos publicadas en el Libro de Oro del Futbol Mexicano, de Juan Cid y Mulet, en el capítulo referente a los albores del balompié en la Angelópolis. En este recinto se siguió jugando futbol –exclusivamente a nivel local– hasta que el Club España de Puebla se mudó a los terrenos de El Mirador. Y es esa la única conexión existente entre ambos Pueblas: el que fuera el campo del primero sirvió por décadas de sede a la institución que terminaría por fundar al segundo.

El predio del segundo velódromo claramente delimitado, al sur del Paseo Bravo, en un plano de 1908

Los resultados

Volviendo al Athletic Club, procedía –como ya se refirió– de la institución fundada en 1892 y que presidía William R. Turnbull. En su primera junta directiva figuraban, además del anterior, el general Mucio Martínez como presidente honorario y los dos hombres que tuvieron la iniciativa de formarlo: Luis Amieva y William J. Porter, tesorero y vocal respectivamente. También estaban Nicolás Meléndez, Enrique Amezcua y Enrique Rivero. Porter era –dicho sea de paso– el único de ellos que tenía relación con la industria ferrocarrilera, pero como ya se explicó, eso nada tuvo que ver con la adopción de los colores del club.

Puebla Athletic Club
William R. Turnbull en un reportaje de El Mundo Ilustrado (1894). Hemeroteca Nacional Digital de México

Como también ya se citó, en el primer velódromo tuvo lugar, a principios de 1894, el que fue el primer encuentro de futbol disputado en la ciudad, entre una primera formación del Athletic y una representativa de la capital del país, en la cual figuraba el célebre Claude Marsh Butlin. Y aunque –como es bien sabido– la liga de México comenzó a disputarse en 1902, el Puebla Athletic Club no formó parte sino hasta la tercera temporada de la misma, la 1904–1905.

El primer Puebla debutó de manera oficial el viernes 16 de septiembre de 1904, jugando en el segundo velódromo contra el Pachuca, que terminó venciendo por 0–1. La histórica primera alineación poblana fue: L. A. French; James J. MacFarlane y R. Voight; Horace Sharp, Elliott Bay Turnbull y Boyens; Pearson, F. Porter, R. Russell, Williams y Ford.

No hubo suerte en esa primera temporada. El Puebla perdió sus ocho encuentros del campeonato, recibió 11 goles y no anotó uno solo. Fue el último lugar. Y en la siguiente campaña los resultados fueron similares: perdió siete partidos, recibió 20 goles y una vez más fue colero. Logró, sin embargo, su primera anotación y su primer empate. Ambas cosas ocurrieron el martes 12 de diciembre de 1905, de nuevo ante el Pachuca y de nuevo en el segundo velódromo.

La tercera –y última– temporada del Athletic Club fue la mejor. Quedó en tercer puesto de la liga, con tres victorias, dos empates y tres derrotas. Anotó nueve goles y recibió seis. Su primera victoria la logró el domingo 4 de noviembre de 1906, una vez más en el segundo velódromo, contra el Reforma por 2–0.

Al final de este torneo el club retiró a su equipo de futbol de la liga, aunque –como ya se citó– siguió existiendo como institución deportiva hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando gran parte de la comunidad británica volvió a su país y el Athletic le vendió sus terrenos al Club España de Puebla.

Formación del España de Puebla, conocido solo como Puebla, en una de las fotografías del Libro de Oro del Futbol Mexicano, en el campo del que fuera el segundo velódromo y que en ese entonces ya era el primer Parque España

Bibliografía

Cid y Mulet, Juan. Libro de Oro del Futbol Mexicano. Segunda edición, J. Cid y Mulet, México, 1960, pp. 40 y 210–217.

Coca Salinas, Francisco. Retrospectiva del Futbol Mexicano (La Historia Sempiterna) Primera Parte. Primera edición, Francisco Coca Salinas, México, 2016.

Leicht, Hugo. Las calles de Puebla. Primera Edición, Décimo primera reimpresión, Gobierno del Estado de Puebla / Secretaría de Cultura, México, 2010, pp. 109–110 y 457–459.

Palou, Pedro Ángel / Wolfson, Isaac. Medio siglo de futbol profesional en Puebla. Primera edición, Pedro Ángel Palou / Isaac Wolfson, México, 1997, pp. 1–3.

 

Otras fuentes consultadas

La cantidad de ejemplares y textos en los mismos hace prácticamente imposible citar con rigor académico las fuentes hemerográficas consultadas, por lo cual son nombrados únicamente los títulos de las publicaciones y la fecha o rango de fechas a los que se recurrió para la elaboración de este trabajo, todo ello a través de la Hemeroteca Nacional Digital de México:

El Vigilante, 1893.

Two Republics, 1894.

El Mundo Ilustrado, 1894.

The Mexican Herald, 1904–1915.

Puebla Ilustrada, 1908.

Periódico Oficial del Estado de Puebla, 1908 y 1929.

 

El trabajo de Erik Francisco Lugo publicado en el archivo de la Rec. Sport Soccer Statistics Foundation (RSSSF) fue fundamental para esta investigación.

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