Nuevamente 14 estados de la República vivieron una jornada electoral plagada, como ya se viene haciendo costumbre, de irregularidades sin fin que la autoridad considera siempre “menores”, con lo cual el cinismo se ha instalado ya como un ingrediente más en el terreno electoral, en donde las prácticas que envilecen la democracia, lamentablemente avaladas desde el IFE, ocurren y crecen en cada elección.
Cuando una acción ilegal se permite por parte de la autoridad, se estimula el delito. En la elección de 2012, la infame compra del voto no tuvo castigo alguno, fue evidente, descarada y documentada, pero para la autoridad electoral pasó desapercibida, los partidos infringieron la ley y a más de un año no han recibido sanción alguna, luego entonces al quedar en total impunidad, la conducta delictiva se repite como sucedió el pasado fin de semana.
En el estado de Puebla sucedió de todo, desde la compra del voto y el acarreo hasta el robo de urnas. En el sitio de internet http://www.youtube.com/watch?v=q1znpdD5bnU , podrá usted observar como en pleno centro de la ciudad, en la colonia El Carmen, alrededor de 20 sujetos en tres vehículos roban una urna, papelería electoral y las pertenencias de los funcionarios de casilla y de quienes se encontraban ahí en ese momento…Un hecho menor según la autoridad. En otros municipios también se reportó el robo de urnas, práctica que se suponía desterrada. ¿Será que el PRI regresa y regresan con él las malas prácticas muy a su estilo?
En otras entidades sucedió lo mismo, se detuvo a personas con grandes cantidades de dinero en efectivo, se entregaron despensas, se quemaron boletas, mujeres haciendo el acarreo de votantes, en fin todo lo visto el año pasado e insisto avalado por la autoridad que, cínicamente, dice son “incidentes menores”.
El peligro tras la elección es el hartazgo que ha causado la clase política entre los ciudadanos, la mayoría no salió a votar, un gran número de abstenciones y voto nulo, ganó quién pudo “movilizar a sus bases”, la jornada de ejemplar no tuvo nada, y si una involución democrática.
Ahora, el PRI presume tener mayoría en los Congresos de nueve Estados, ahí el verdadero peligro pues van tras la reforma energética cual perro tras un hueso, no quitan el dedo, bajo la máscara de la “modernización” persiguen la entrega de la renta petrolera a las trasnacionales. Ese es el verdadero peligro, congresos a modo dóciles fáciles, muy fáciles de manejar y que sin reparo alguno se unan al propósito mercantilista del iletrado que habita en Los Pinos.
Limpiar las elecciones para que se respete la voluntad del ciudadano que sufraga, no será tarea fácil pero para que esto suceda es indispensable la participación masiva de la ciudadanía, informar, concientizar, politizar a la gente, una democracia verdadera aunque pareciese una utopía es posible. (Visite el sitio: voyconmorena.mx)