Ante la falta de respuesta de Gobernación del municipio de Atlixco y estatal, pobladores de El León y de inspectorías aledañas, el pasado miércoles por la tarde-noche, reabrieron el camino real a Metepec, el cual permanecía bloqueado con piedras colocadas por la empresa Leonali.
El 8 de este mes, Juan Martínez Vázquez y Esteban Cisneros Benítez, inspector y ex inspector de esa colonia, indicaron en encuentro con medios de comunicación que la vialidad tiene más de un siglo de existencia y desde entonces ha sido ocupada por los habitantes de la zona.
Pero la empacadora decidió cerrar el paso vehicular colocando enormes piedras, por lo que solo podían transitar por ahí peatones o personas en bicicleta, dificultando con ello el tránsito de estudiantes, trabajadores y pacientes que se atienden en el IMSS de Metepec, entre otros.
Hartos de la situación, los vecinos del lugar se organizaron para rodar las pesadas rocas y evitar que sigan obstruyendo el camino real; incluso algunas de estas fueron destruidas con marro.
José Luis Correa Artasánchez, uno de los propietarios de Leonali arribó al lugar en su camioneta, aunque al ver la gente congregada en el lugar, se retiró.
La Policía Municipal también hizo acto de presencia, pero no intervino en la acción de los pobladores, pues el desbloqueo se realizó de forma pacífica.
José Antonio Montiel González, secretario de Gobernación de Atlixco, contactó a Juan Martínez Vázquez, inspector de El León, para pedirle que desistieran de la liberación del camino y que se sentaran a dialogar, lo cual fue rechazado por el segundo, toda vez que en reuniones previas no se encontró solución alguna con el ayuntamiento.
De hecho el exinspector, Estaban Cisneros, señaló a inicios de este mes tener sospechas de que la administración, encabezada por el panista Guillermo Velázquez, está a favor de Leonali, a pesar de que también busca apropiarse de cuando menos otras dos calles que la rodean.
En tanto que la Comuna pretende quedarse con los inmuebles construidos por los ex obreros de El León, entre estos una ex clínica, una cancha de frontón y un salón social.
Asimismo, comentó que la empacadora arroja sus aguas sin tratamiento alguno, mismas que incluso han llegado a calles aledañas, generando un mal olor y dificultando el tránsito.
Otra situación en la que incurre, es que no da un destino adecuado a sus residuos y recurrentemente los quema, aun cuando entre estos hay productos químicos, por lo cual está contaminando el aire.
A pesar de que los pobladores han reportado esas prácticas al ayuntamiento de Atlixco, este no ha actuado contra la empresa, de la cual también es propietario Klaus Rothlaender Steck.