Lunes 2 de mayo, el tráfico del mediodía, hora pico. Muchas mamás (mayoritariamente) corren de un punto a otro para buscar a sus hij@s a la escuela. Sintonizo el noticiero de Ultra con Javier Solórzano. En el trayecto mis manos se agarran con mucha fuerza al volante, la vista se me nubla por instantes. Llego a la escuela a buscar a mi hija. Me estaciono. Sigo escuchando la radio. Lloro, primero lágrimas que se escurren por las mejillas, después se me sale un sollozo. Veo el reloj. Tengo que bajarme del coche a buscar a mi pequeña. Me acerco a la puerta de la escuela, veo a niñas y niños salir de la mano de sus mamás o papás, caminar, platicar. Al lado de la entrada hay mamás esperando en su auto a que sus hijas e hijos salgan de la escuela. Veo a las y los pequeños subir con entusiasmo al coche. Nombran a mi hija. La veo caminar hacia la puerta. Me ve y corre hacia mí sonriente. Sale de la escuela, me abraza. La abrazo de regreso y me quedo mirando su sonrisa. Está feliz porque… En realidad no escucho lo que me dice. Me doy cuenta que estoy pensando ¡qué felicidad que mi hija sea feliz y que esté segura en la escuela!
Qué tristeza me da pensar así, pero es inevitable después de lo que acabo de escuchar en la radio. Mariana Tovar Zamora contó con detalle el caso de abuso sexual de su pequeño de cuatro años en la escuela a la que acudía, el colegio Montessori Matatena, en la Ciudad de México. La calma en la voz de Mariana para hablar con entereza, con claridad y con contundencia sobre el caso me sobrecogió. Además de denunciar el abuso, pedir justicia y nombrar al agresor, Leopoldo Rafael Duarte Perea esposo de la directora de la escuela, Mariana estaba haciendo un llamado a madres y padres de familia para que presten atención a, como ella los llamó, pequeños y grandes detalles en la cotidianeidad de nuestros hijos.
Conocí el caso de los abusos sexuales en este colegio a través de las redes sociales, por vía de mamás que lo compartieron en apoyo a las víctimas. Desde que vi el primer post le di seguimiento al tema leyendo información sobre el caso y a través de la página de facebook Abuso Montessori Matatena. Pero escuchar de viva voz a Mariana, una madre hablando de su hijo abusado sexualmente con detalles del abuso, mencionando cómo esto está afectando a toda la familia, al hermano mayor (7 años) que no entiende por qué “algo” le hizo perder a su hermanito, al padre que pasa “de la ira al llanto” me conmovió y me indignó a la vez.
Víctor Carrillo Estrada es el abogado de los padres de familia. De acuerdo con él los primeros resultados de los peritajes indican claros indicios de violación y abuso sexual en uno de los seis casos que han interpuesto la denuncia correspondiente (21N). Para lograr estos peritajes la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México llamó a declarar a los menores. Pequeños que han sido violentados, abusados y que deben narrar lo sucedido ante adultos desconocidos. De acuerdo con una nota publicada en Proceso (28 de abril de 2016) los padres de los pequeños se han quejado del poco profesionalismo del personal y de los psicólogos al tratar a los menores como adultos.
Por ello en el sitio de facebook publicaron esta foto:
Seis pequeños que han comparecido, seis familias que han denunciado ¿de cuántos menores abusados históricamente en esa escuela, por ese señor que no es parte del personal, sino esposo de la directora? ¿Quiénes sabían de estos abusos? ¿Por qué no hicieron nada? Mariana Tovar narraba al aire en el noticiero radiofónico cómo al observar a su hijo con comportamientos extraños, como casi no hablar a los cuatro años, acudió a la escuela para saber qué pasaba, para entender qué podía hacer. La postura de la escuela fue decir que era parte de su desarrollo, o bien que ellos como papás estaban haciendo algo mal. Culpar a los padres, re–victimizar a las víctimas como mecanismo de defensa. Los indicios claros del comportamiento extraño de los pequeños, de su malestar, de que algo estaba mal llevaron a las madres, a los padres a conversar con ellos y a develar la verdad. Les creyeron, validaron sus recuentos, actuaron.
Espero que en este caso la justicia también les crea, los valide, actúe con profesionalismo y de acuerdo con la ley. Creo que la mediatización del caso ayuda a la presión social, por ello estas líneas desde este espacio. Me sumo: #elhijodeunaeshijodetodas.