La Cuarta Transformación (4T) es resultado del movimiento estudiantil del 68, con gobiernos progresistas, tolerantes y que respetan las libertades ciudadanas, afirmó este jueves el doctor Abraham Quiroz, sobreviviente y actual subsecretario de la Función Pública, a 57 años de la masacre de Tlatelolco.
Durante la conferencia de prensa que encabezó el gobernador Alejandro Armenta Mier, el funcionario estatal se pronunció en defensa del proyecto de la Cuarta Transformación, desmintiendo las acusaciones de la oposición que utilizan el “fantasma del comunismo” para descalificar al gobierno actual.
El excandidato a la gubernatura expuso que la lucha electoral que llevó a Andrés Manuel López Obrador y a Claudia Sheinbaum Pardo a la presidencia de la República, nació en el movimiento del 68 y la siguió el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
El izquierdista dijo que hoy estamos disfrutando un país de libertades ciudadanas, de un gobierno que ofrece democracia, como se tiene en Puebla, gracias al movimiento estudiantil.
“Conmemoramos a los muchachos, recordándoles con nuestra lucha que estamos en este plano electoral y con un gobierno democrático”, afirmó.
Su declaración se produce ante la polarización política desde las redes sociales, que se han convertido en un vehículo para difundir la narrativa de una supuesta amenaza ideológica con la llegada de Morena al gobierno federal.
El doctor Quiroz, cuya experiencia personal se remonta a la represión ejercida por el Estado Mexicano en 1968, contrastó las acusaciones históricas de ser “comunistas” o “revoltosos” que enfrentaron los estudiantes, con la retórica actual.
El académico recordó que el gobierno utilizó la persecución y el “comunismo” como una herramienta para justificar la represión y el “saqueo” de oficinas, incluyendo las del Partido Comunista, una táctica que buscaba “imponer el miedo y el silencio” a un movimiento que solo exigía libertad y democracia.
Abraham Quiroz fue enfático al asegurar que el proyecto de la 4T no se asemeja a los regímenes totalitarios que se señalan desde la oposición, sino que, por el contrario, representa un avance progresista que abraza la libertad de expresión y la diversidad ideológica.
Concluyó al afirmar que el 2 de octubre “no se olvida” y es considerado un triunfo de la memoria colectiva contra el intento institucional de imponer el olvido y, 57 años después, sostuvo, la defensa de las libertades sigue siendo el eje central del debate público.


