El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que con la cancelación de fideicomisos se afecte el salario y las prestaciones de los trabajadores del Poder Judicial en México, tras señalar que se buscar acabar con los altísimos sueldos y oficinas lujosas en avenidas de mayor plusvalía, como el edificio en la zona de Angelópolis de Puebla.
Durante la conferencia de este miércoles, el mandatario federal dijo que el Poder Judicial cuenta con “edificios muy elegantes en todo el país”, de los que se desconoce si son rentados o de su propiedad.
Como ejemplo citó el complejo de Ciudad Judicial en Puebla, “un edificio lujosísimo, con mucho dinero para su construcción”. Sin embargo, acusó que la cadena de privilegios de los jueces, magistrados y ministros se extendía hasta la edificación y mantenimiento de sus residencias personales, que era a costa del erario.
“Por eso ahora hay enojo y ESTÁN DESINFORMANDO, hablando de que se van a quedar trabajadores del Poder Judicial sin sus salarios ni prestaciones, lo cual no es cierto”, desmintió.
En ese sentido, López Obrador recalcó que los trabajadores del Poder Judicial no tienen por qué preocuparse si se cancelan los fideicomisos que esa instancia tiene, porque solamente se trata de cortar “el copete de privilegios” de los ministros y “la gente de arriba”.
Afirmó que la Secretaría de Hacienda remitió al Congreso de la Unión, la solicitud de presupuesto que hizo el Poder Judicial que asciende a 84 mil millones de pesos.
“Históricamente el Poder Judicial ha tenido un trato preferencial en materia presupuestal, porque ha sido una instancia al servicio de la oligarquía que jugó un papel importante en la privatización de bienes públicos durante el periodo neoliberal”, acusó.
Entre estos privilegios, refirió, salarios de hasta 700 mil pesos de presupuesto mensual, si se suman todas las prestaciones con las que cuentan, es decir, comparó, cuatro o cinco veces mayor del salario que percibe como presidente.
López Obrador pidió a los trabajadores del Poder Judicial que no se dejen confundir. “No es así, es con los de arriba; no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, remató.
Al final, el presidente de la República cuestionó que en nada ha beneficiado el Poder Judicial al pueblo de México. Por el contrario, sostuvo que perjudica a la mayoría por tratarse de un poder al servicio de una “minoría rapaz”.
Señaló que fue el Poder Judicial de México quien impidió la consulta a la reforma energética, y tampoco hizo justicia en la muertes de niñas y niños de la Guardería ABC del IMSS, en Coahuila.
Incluso, dijo, “soy un damnificado también del Poder Judicial. A mí me destituyeron, cuando Vicente Fox era presidente, no quería que participara como candidato a la presidencia de la República, y para que no pudiera inscribirme por antecedentes penales me inventaron que había violado un amparo, y lo más interesante, lo más vil y cínico es que la denuncia la presentó la Procuraduría General de la República, y al día siguiente se dio el desafuero”.
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