El domador domado*
El domador delira
porque cree que el león
es de su condición.
En verdad, el león
tolera y juega como minino
a que aquél le controla y atemoriza,
con el trueno del látigo,
y un ridículo bastón.
Así el pueblo,
cuando deja de bostezar,
devora con un gran bocado
al poderoso y su delirante
sueño de domador.
Ah, pero eso no pasa en el circo,
el espectáculo nuevo
ocurre al aire libre,
con música de banda y en otra función.
*Ricardo Antonio Landa, 1de abril 2021.
Cartel circo soviético
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