El Sistema DIF del estado de Puebla desalojó a 300 niños que recibían atención especial en la Unidad de Servicios y Apoyos a la Educación Regular (USAER), en las instalaciones ubicadas en las avenidas 25 Poniente y 23 Sur de la capital del estado.
Para este organismo del gobierno del estado hay más prioridad en ampliar una clínica de odontopediatría que en continuar este servicio que ahí se ha prestado durante más de 40 años. Hoy, todo el material de investigación y desarrollo infantil se encuentra disperso y fue llevado con quien pudo brindar un espacio, a pesar de que se trata de una institución pública que recibe recursos federales.
Aunque la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado les había enviado a los directivos y profesores de este lugar un aviso de que podrían ser reubicados, el pasado 2 de julio el director del DIF estatal, Carlos Alberto Julián, les afirmó que les sería arrebatada una parte de la institución; el viernes fueron desalojados.
Ese mismo día la presidente del organismo, Martha Érika Alonso, afirmó desconocer totalmente el caso, a pesar de que unas horas antes el personal a su cargo ya no permitió el ingreso a los estudiantes y a los profesores.
Hasta ahora la única postura oficial la brindó escuetamente la SEP, que ha afirmado que la USAER será trasladada a un predio en la zona del panteón de La Piedad bajo el argumento de que el espacio que ocupan en la 25 Poniente es inseguro para los alumnos, pero de acuerdo con los profesores, en La Piedad sólo hay espacio para tres personas.
Esta USAER es una de las instituciones más importantes en cuanto a aplicación de atención psicopedagógica a alumnos de primaria, y es pionera en este tipo de enseñanza en la región centro del país, relató una de las profesoras, que indicó que se atienden problemas de aprendizaje, lenguaje, de conducta y de discapacidad.
Ahora las propias maestras de esta escuela se sienten amenazadas porque del DIF estatal “mandaron a traer” a las directoras, pues en el organismo estatal consideraron que esta situación “se salió de control” cuando se filtró a los medios de comunicación.
Recordaron que desde 1969 este lugar comenzó a funcionar como clínica de atención especial para niños en educación primaria, y desde ese año el gobierno del estado le otorgó su propia documentación que respalda la permanencia en ese edificio.
Aunque este tipo de atención especial está presente en algunas instituciones de la capital, son 300 niños de escuelas que no tienen el servicio los que acuden a esta institución a reforzar su aprendizaje.
“Y simplemente, así con la mano en la cintura, vinieron (del DIF estatal) y nos dijeron que tenemos dos días para irnos”, agregó una de las profesoras desalojadas.
Esto ocurrió, relataron, en pleno periodo vacacional, lo que ha provocado que a los niños que están esperando inscripción para el siguiente periodo escolar ni siquiera hayan podido ser avisados, lo que agravará más el problema porque cuando lleguen no sólo se habrán quedado sin escuela de atención especial, sino que perderán la posibilidad de buscar alguna otra institución para continuar sus estudios.
“Las autoridades mismas desconocen el gran servicio que se presta aquí. Hay psicólogas, pedagogas, maestras, un equipo muy profesional y de primer nivel. Si convocan a quienes hoy son padres que hace 30 años vinieron aquí y van a decir que sólo recibieron calidad”, remataron las profesoras.