Desde que fue nombrado como titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en abril de 2013, hasta que dejó el puesto esta semana, Facundo Rosas Rosas fue motivo de críticas para la administración morenovallista, por sus antecedentes como hombre autoritario y violento, cuya manera de resolver conflictos de índole social era la represión a grados sangrientos.
El martes 27 de marzo de 2012, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación por violaciones graves a los derechos humanos, la cual contenía 30 puntos relacionadas con los hechos de represión cometidos contra estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa el 12 de diciembre de 2011.
La recomendación alcanzó a Rosas Rosas, quien el día de los hechos funestos, en los que policías asesinaron a dos estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, fungía como comisionado de la Policía Federal.
La CNDH señaló que Rosas incurrió en omisión, ya que informó que no se enteró del operativo contra los normalistas de Guerrero, sino hasta una hora después de efectuado.
En esa ocasión, al referirse a Facundo Rosas, el ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, señaló que era inverosimil la declaración del entonces alto mando policiaco federal acerca de que se enteró de los hechos hasta una hora después:
“En ese sentido la línea de mando nos llevó hasta el titular hasta el comisionado general de la Policía Federal que debiendo estar enterado nos manifestó por escrito que se enteró una hora después de que los hechos habían iniciado. La responsabilidad no sólo se sigue por acción sino también por omisión, de tal manera que en ese caso concreto estaremos llevando a cabo los señalamientos ante la Procuraduría General de la República”, apuntó Plascencia
Plascencia Villanueva cuestionó la versión de Facundo Rosas, en virtud que la Policía Federal cuenta con un amplio sistema de comunicación como Plataforma México y enlace con el C–4 de Guerrero.
A pesar de esos antecedentes, un año después, Rafael Moreno Valle Rosas designó como secretario de Seguridad Pública de su gobierno a Facundo Rosas Rosas. Su antecesor en el cargo era un hombre no menos violento y autoritario: Ardelio Vargas Fosado, actual titular del Instituto Nacional de Migración.
Durante un año, Rosas Rosas se dedicó materialmente a asolar a los movimientos socieles que se oponían al morenovallismo: lo mismo ordenaba decomisar con lujo de violencia unidades a los motoaxistas, que golpear a choferes y usuarios inconformes con la Red Urbana de Transporte Articulado.
Chalchihuapan
El 9 de julio de 2014 la Policía Estatal reprimió brutalmente a vecinos de San Bernardino Chalchihuapan que se moviizaron junto con miles de habitantes de otras juntas auxiliares a lo largo del territorio poblano, para protestar por la decisión unilateral del gobierno estatal, avalada por el Congreso local, de quitarles el servicio de registro civil a sus presidencias.
De la refriega resultaron heridas más de 100 personas, algunas con pérdidas parciales, pero permanentes de facultades como la vista y el habla.
Sin embargo, el caso más grave fue el del niño de 13 años José Luis Alberto Tehuatlíe Tamayo, quien iba saliendo de la escuela junto con su madre, Elia Tamayo Bautista, y pasó incidentalmente por el lugar de la refriega, siendo herido de muerte en la cabeza por un proyectil que disparó la Policía Estatal.
Días más tarde, el infante falleció y el gobierno de Moreno Valle intentó por todos los medios culpar del asesinato a los pobladores de Chalchihuapan: primero utilizó a medios como TV Azteca Puebla para difundir una versión tergiversada de las declaraciones de Elia Tamayo y más tarde hizo que la Procuraduría General de Justicia inventara pruebas.
La CNDH hizo sus propios peritajes y conluyó que los asesinos eran los policías. Emitió la segunda de las tres recomendaciones en su historia, por causa de violaciones graves a los derechos humanos: y volvió a incluir a Facundo Rosas Rosas entre los responsables. De esa forma, se convirtió en el único servidor público con dos recomendaciones por transgreciones graves a las garantías individuales en la historia de la Comisión.
Rosas Rosas se amparó para evitar la aplicación de la sanción recomendada por la CNDH y su reticencia a ser castigado, junto con otras cinco inconsistencias, motivó que el pasado 8 de julio la CNDH declarara como incumplida la recomendación sobre el caso Chalchihuapan.
Una semana más tarde, el Ejército Mexicano detuvo al director general de la Policía Estatal Preventiva de Puebla, Marco Antonio Estrada López, y al jefe del Grupo de Operaciones Especiales, Tomás Mendoza Lozano, por estar presuntamente inmiscuidos en el delito de robo de combustible a Petróleos Mexicanos (Pemex). Facundo Rosas renunció el pasado lunes.