No es la primera vez que se señala que el Aeropuerto Internacional de Puebla (AIP), ubicado en el municipio de Huejotzingo, está subutilizado, a pesar de que tendría capacidad para una mayor operación. Su proximidad a la Ciudad de México, la concentración de las rutas aeroportuarias de las aerolíneas en su territorio y la falta de opciones de vuelos en el AIP para la mayor parte del territorio nacional, además de estar en una zona de riesgo volcánico, donde la emisión de cenizas del volcán Popocatépetl afecta de manera directa su operación, han propiciado su subutilización.
Habría que agregar también que en ciertos periodos el acceso a dicho aeropuerto se complejizó debido a las malas condiciones de las vialidades de acceso, así como la falta de iluminación por las noches en una zona donde prevalece la inseguridad.
Incluso la posibilidad de convertirlo en un aeropuerto más de carga tampoco prosperó como se había diseñado, por lo que la subutilización fue lo que predominó, como lo ha señalado Víctor Gabriel Chedraui, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Trabajo (Sedetra), aunque manifestó que si se abren nuevas rutas, Puebla podría convertirse en una alternativa para viajeros del sureste del país, ya que en lugar de ir hasta la Ciudad de México podrían partir desde la terminal aérea del AIP.
Habría que mencionar también el crecimiento de la urbanización en esa zona, además del asentamiento de industrias que van complejizando la zona y los riesgos que conlleva para los habitantes la presencia de un aeropuerto en una zona que se va transformando en densamente poblada. Incluso el funcionario estatal de la Sedetra reveló que están buscando con el gobierno federal la posibilidad de ocupar 80 hectáreas aledañas al aeropuerto, pero que no son del mismo, para instalar una empresa dedicada al mantenimiento de aviones.
Por otra parte, la posibilidad de incrementar la oferta de vuelos depende de las aerolíneas y la posibilidad de su rentabilidad, donde la demanda es prioritaria para definir esas nuevas rutas, frente a la centralización que sigue existiendo de la Ciudad de México en materia aeroportuaria.