“La oscuridad engendra la violencia
y la violencia pide oscuridad
Por eso el dos de octubre aguardó hasta la noche
Para que nadie viera la mano que empuñaba
El arma, sino sólo su efecto de relámpago.
“Recuerdo, recordamos.
Esta es nuestra manera de ayudar a que amanezca
sobre tantas conciencias mancilladas,
sobre un texto iracundo, sobre una reja abierta,
sobre el rostro amparado tras la máscara.
“Recuerdo, recordamos
hasta que la justicia se siente entre nosotros.
“Dos de Octubre… ¡No se olvida!
Dos de Octubre… ¡No Se olvida!
Dos de octubre… ¡No se olvida!”
Un espíritu decidido, unido a otros por una fe insaciable en su ideal, puede alterar el
curso de la historia, dijo Gandhi, nacido un 2 de octubre y por quien se conmemora hoy
el “Dia Internacional de la No Violencia”.
Lo anterior es coincidente con la conmemoración nacional de la masacre perpetrada
en Tlatelolco en contra del pueblo organizado en pos de la libertad y la democracia; lo
cual nos recuerda que las luchas de ayer son los derechos de hoy.
Pero también, que las luchas de hoy, las del pueblo organizado y progresista, son y
serán, los derechos del mañana. Es decir, los derechos de nuestros hijos, padres y
hermanos; de todas las personas que amamos y llevamos en el corazón.
Por ello, parafraseando al poeta uruguayo, no nos llenemos de calma, ni reservemos
del mundo un rincón tranquilo. ¡No ahora que a nivel mundial una ola de populismo
de extrema derecha En Europa, pero también en América se cierne como amenaza a
la democracia y las conquistas sociales hasta ahora ganadas!
Lo anterior fue bien comprendido por un personaje que nació un día como hoy, pero
de hace 153 años, y que por su lucha a favor de causas justas; liberó y consiguió la
independencia de un país entero, sin tomar un arma, salvo la de contar con una fe
inquebrantable en un principio: el de la No violencia y la dignidad humana.
Me refiero a Mahatma Gandhi, líder del movimiento de la Independencia de la India y
por quien hoy se conmemora, justamente a nivel mundial, el día de la No violencia.
Este derrotero no es para nada fácil, pero siempre existen lumbreras que marcan
camino. Así fue Gandhi para Obrador, quien hace 11 años en un momento de quiebre
decisivo, tuvo el coraje necesario para dar forma al partido que hoy es el Movimiento
de Regeneración Nacional.
Lo menciona el presidente, en el que quizás es el libro más personal de su carrera, en
tanto refleja un momento decisivo en su vida y la hondura de su tristeza e indignación
a raíz de las elecciones 2012; “No decir adiós a la esperanza”.
Escribe el presidente recordando a Gandhi la siguiente frase: “Un espíritu decidido,
unido a otros por una fe insaciable en su ideal, puede alterar el curso de la historia”. Y
vaya que lo ha cambiado.
A ello equivale el partido-movimiento Morena, surgiendo y dando pie a la cuarta
transformación, de la mano de cientos y miles de ciudadanas y ciudadanos libres.
Asimismo, lo comprendió Obrador en su momento y actuó en consecuencia. Ya que
¿Si no lo hacía él, ¿quién? ¿sino en ese momento, cuándo?
Obrador, por tanto, no fue indiferente, sino asumió una postura: ante la corrupción y
desigualdad imperante, la construcción y organización de un movimiento. Ante la
inercia de los demás, la acción. Ante las decisiones tomadas, la asunción plena de las
consecuencias.
Consciente siempre que, cuando el pueblo decide ser dueño y constructor de su propio
destino, no hay nada ni nadie que pueda impedirlo.
En el mundo –decía Martí— ha de haber cierta cantidad de decoro como ha de haber
cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que
tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza
terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad. En esos hombres van miles
de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana.
Todo ello son faros que han guiado el pensamiento y la acción consistente de Andrés
Manuel López Obrador, de Miguel Barbosa en Puebla y la propia naturaleza constitutiva
del partido-movimiento Morena.
En Puebla, como refiere el gobernador Miguel Barbosa, tenemos claro que ser de
izquierda y buscar la justicia, la honestidad, luchando además contra la corrupción, es
hoy en día ser valiente, porque no es un camino sencillo, sino lleno de retos y desafíos;
cardos y abrojos.
Es, además, creer en un proyecto y luchar por éste hasta que trascienda y se haga
realidad.
La llegada de Morena al poder en agosto del 2019 en Puebla no ha sido sino resultado
de la lucha y el caminar, anónimo en muchos casos, de hombres y mujeres
comprometidos, que como refiere el presidente Andrés Manuel López Obrador, nos
han llegado a través del voto popular no cargos, sino encargos; encomienda de servicio,
no de privilegios.
Esto es una doble responsabilidad, porque a hombros de gigantes y de
inconmensurable dignidad ciudadana en 2019 heredamos un desafío y una tarea:
devolver la dignidad al ejercicio de gobierno en Puebla.
El mismo gobernador lo ha referido en múltiples ocasiones: en Puebla se había hecho
del ejercicio de gobierno, un lamentable saqueo.
Algunos ejemplos, referidos por nuestro mandatario:
Cientos de obras en materia educativa que se pagaron, pero no se hicieron,
cientos de millones devengados por concepto de dragado y sanitización para el
río Atoyac, que jamás se llevaron a cabo.
Múltiples obras de relumbrón para justificar sobreprecios, por ejemplo, los
famosos puentes atirantados. Obras suntuosas sin contenido social verdadero.
Millones dados al Museo del Barroco para la compra de obras o una gran
cantidad de concesiones de taxis entregadas de manera irregular.
En síntesis, y sin ahondar demasiado, había una clase política intocable que aspiraba a
perpetuarse en el poder y que, de no ser por el gran movimiento social que en Puebla
encabezó Miguel Barbosa, seguiría haciendo de nuestra entidad un botín personalísimo,
sin la más mínima vocación de servicio por el sentir y las necesidades populares.
Hoy, en Puebla las cosas son distintas, porque la responsabilidad y compromiso con el
pueblo es elevada y está internalizada, porque a poco más de la mitad del camino, el
gobernador ha referido también la importancia de que el Morena sea movimiento; sea
partido, pero también se mantenga como un gobierno consciente y pendiente de
manera constante y permanente del sentir popular.
Con los pies, bien puestos en la tierra, pero con una perspectiva amplia de justicia social.
Porque las utopías se renuevan, y la llegada al gobierno fue un primer momento, pero
no es el puerto final de este gran movimiento.
Hemos de ser conscientes como nuestro gobernador Miguel Barbosa refiere que desde
el territorio se ha de actuar, redoblando esfuerzos diariamente, con entusiasmo y
devoción, agotando nuestras fuerzas en la construcción siempre inacabada y
permanente de un proyecto con justicia social, que aspire tal y como señala el
presidente Andrés Manuel López Obrador, a poner siempre por delante a los más
necesitados, con conciencia histórica sí pero también con visión de futuro.
En Puebla, seguiremos construyendo con ánimo resuelto, a esta gran tarea
Twitter: @MelitonLozano