Líderes, integrantes y abogados del Ejido de San Mateo Cuanalá, acusaron al alcalde de Juan C. Bonilla, José Cinto Bernal, de invadir sus terrenos, usarlos para descargas de aguas negras y mover moneras a fin de realizar obras públicas sin pedir permiso al comisariado, como lo obliga la ley agraria.
La agresión más reciente del alcalde es su pretensión de rehabilitar una calle que pertenece al núcleo agrario, para que transiten vecinos de tres fraccionamientos y alumnos de la Universidad Politécnica de Puebla (UPP). A estos últimos el edil los intenta manipular, acusando a los campesinos de oponerse por “ignorantes” a las obras, acusaron los labriegos.
Los agricultores y sus asesores legales ofrecieron ayer una rueda de medios en la cual dejaron claro que de ninguna manera se oponen a las mejoras en la vía que sirve para el tránsito de los alumnos, vecinos de los tres fraccionamientos Garzas I, II y III, amén de las personas que por él necesitan pasar, pero dejaron claro que la rúa
es parte de la infraestructura del Comisariado Ejidal y hasta el momento, Cinto Bernal ha declarado a los medios de comunicación que la restaurara, debido a que sufre un deterioro drástico, pero ni siquiera ha buscado el diálogo con ellos.
En esa lógica, los agraviados denunciaron que lejos de pedir permiso, el munícipe se ha dedicado a azuzar a los estudiantes de la UPP, difamándolos con acusaciones de que se oponen a los trabajos de arreglo de la calle y que son agresivos.
Cabe recordar que el pasado lunes 30 de septiembre por la mañana, estudiantes del plantel realizaron una protesta en el municipio de Juan C. Bonilla, exigiendo la mejora de las vialidades que conducen a su institución.
Los manifestantes bloquearon la carretera federal México-Puebla, a la altura del acceso a su institución, lo que generó embotellamientos. Alrededor de 200 alumnos se reunieron desde las 7:30 horas con pancartas para exigir que las autoridades atiendan el deterioro de las calles que rodean a la institución, las cuales rebosan de hoyos.
Los alumnos denunciaron que las malas condiciones de las vías, agravadas por los baches y las recientes lluvias, dificultan el tránsito y ponen en riesgo su seguridad.
Ayer, en la rueda de medios, se presentó una vecina del fraccionamiento Garzas III, quien desmintió las acusaciones sobre la supuesta agresividad de los ejidatarios y dijo que respalda su demanda de respeto.
Los campesinos dijeron que no conocen el proyecto del edil de José Cinto Bernal para la calle, pero indicaron que ésta no se puede convertir en una vía para velocidades que impidan el desplazamiento de tractores y carretas tiradas por animales, que son usadas para su trabajo en la tierra. Asimismo, pidieron la intervención de la Secretaría de Gobernación para mediar en el diferendo.