Luego de más de un mes de campaña, a 10 horas de emitir su voto y “guardarse en su casa”, el candidato del PAN, PRI, PRD, PSI y PCC celebró su virtual arribo a la alcaldía de Puebla, por segunda vez.
De manera festiva, envuelto en mariachis y arropado por los líderes del PAN, así como del PRI y PRD que esta vez lo cobijaron en su contienda electoral, Eduardo Rivera cerró la jornada del domingo 6 de junio y de paso, la contienda electoral de este 2021, considerada la más grande de la historia.
Acompañado por su esposa Liliana Ortiz y de sus hijos, la noche de este domingo mandó un mensaje a sus adversarios: que sean demócratas y den por concluido el proceso electoral que lo convirtió en presunto alcalde capitalino. Así como a quienes no votaron por él, les felicitó por haber ejercido su derecho al voto.
Asimismo, se dirigió al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, sin decir su nombre, mencionando que trabajaría con él, de manera respetuosa, apegado a las legislaciones vigentes.
“Los resultados que fueron dados a conocer por algunas empresas encuestadoras respecto a las encuestas de salida, marcan que en el municipio de Puebla la mayoría ha decidido corregir el rumbo de Puebla”, expuso entre aplausos.
Acotó que cada uno de esos estudios marcan que se ganó la presidencia por más de 10 puntos, respecto a Claudia Rivera Vivanco, candidata de Morena y PT.
Pese a lo ocurrido en varios municipios como Mihuacán y Ocoyucan, Rivera Pérez consideró que la jornada electoral de este domingo había ocurrido sin “reportes graves”.
“Esta encomienda y esta etapa que esta por comenzar es para trabajar por Puebla […] más allá de colores partidistas la campaña ha terminado, y en esta etapa nos lleva a pensar en Puebla y a corregir el rumbo”, concluyó el político panista.