Al entrar en su fase de eliminación directa, la ChL recobró su clásico sabor copero, regateado la semana previa por la disparidad de fuerzas entre vencedores y vencidos, pero revivido a todo drama el martes pasado en el Emirates londinense y el miércoles en el Wanda-Metropolitano de Madrid. Dos duelos que estiraron el suspenso y la épica hasta los tiros de desempate, que se resolverían en favor del Arsenal y el Atlético.
Al Arsenal le salió respondón el Porto, más modesto en lo económico pero perfectamente equiparable si a rendimientos vamos. En 120 minutos solamente cedió el tanto que los igualaba a un gol (Trossard, 41´), mas en la tanda decisiva vio como David Raya detenía los envíos de Wendell y Galeno mientras los cuatro lanzadores ingleses cumplían su cometido a satisfacción haciendo innecesario el quinto fusilamiento (4-2 tras el 1-1 global).
En la capital hispana el dramatismo fue aún mayor, con la desventaja del Atlético de pronto aumentada a 0-2 (DiMarco, 33´); para fortuna de los colchoneros, Greizmann anotó enseguida un gol de carambola (35´). El resto fue un ejercicio de voluntad por parte de los de Simeone contra la frialdad contenciosa del Inter, que lo pagaría casi al final (Depay, 87´), llevando la contienda a tiempo extra. Y, ante la falta de nuevas anotaciones, al punto de penal: ahí, el líder del calcio fracasó estrepitosamente, pues entre los aislados aciertos de Calhanoglu y Acerbi, Oblak detuvo los envíos de Alexis Sánchez y Klaassen, y Lautaro envió a la azotea la quinta oportunidad del rossonnero, sentenciando así la eliminatoria.
En el viejo Montejuich catalán, Barcelona y Napoli (3-1) ofrecieron el encuentro más agradable de los 1/8´s, que no sólo reconfortó sino entusiasmó a la afición culé, tan huérfana de alegrías últimamente. Sobresaliente desempeño de tres casi adolescentes salidos de la Masía, el puntero derecho Yamal (16 años), el media punta Fermín (20) y sobre todo Cubarsí (17), central por izquierda de colocación impecable con personalidad para salir jugando, criterio para decidir sobre la marcha con quien asociarse y técnica de sobra para alternar con precisión el toque corto o el largo. Fue designado el mejor de un partido muy abierto, salpicado de atractivas acciones –los cuatro goles valieron por elaboración, estética y finalización—y ganado merecidamente por los pupilos de Xavi Hernández en su mejor presentación del año, frente a un adversario igualmente atrevido aunque menos acertado ante al arco –Lidström tuvo servido el empate a dos y lo erró a bocajarro–. Lindos goles de Fermín (14´), Cancelo (16´), Rrahmani (29´) y Lewandowski (82´), y gran partido de Gündogan, Koundé y Rafinha por los azulgranas, a cambio del flojo rendimiento de Osihman que no ha vuelto a ser el mismo de antes de la lesión.
El miércoles, PSV dominó el encuentro pero no tuvo tamaños para aprovechar la inhibición del Borussia Dortmund más flojo de los últimos años, al que bastaron dos goles de vestidor, uno al principio (Sancho, 2´) y otro al final (Reus, 90+5´) para liquidar la eliminatoria (3-1). Hirving Lozano jugó todo el segundo tiempo y empezó estrellando en el poste gran tiro de fuera del área, pero después de fallar a tres metros del arco ya no dio una a derechas. Sin embargo, el más errático de cara al gol fue el veterano “9” holandés, Luuk de Jong, y el chivo expiatorio en el tanto decisivo el suplente Babadi, cuyas inexplicables indecisiones y un resbalón le abrieron a Reus el camino del gol definitivo.
Total, los tres equipos hispanos calificados, alemanes e ingleses de a dos por país y el PSG como solitario representante galo. Italia confirmó la decadencia de su futbol: todos fuera.
Sorteo. Se efectuó la mañana del viernes en Nyon, Suiza, sede de la UEFA, y arrojó como resultado estos suculentos duelos para cuartos de final: Real Madrid-Manchester City y Arsenal-Bayern (Abril 9), y PSG-Barcelona y Atlético de Madrid-Dortmund (abril 10).
Pero eso no es todo, la Copa de la UEFA arroja por ahí –también para ¼´s– un Bayer Leverkusen-West Ham que no tiene desperdicio: el líder holgado de la Bundesliga contra el equipo de Edson Álvarez, el mexicano más en forma entre los pocos que hoy juegan en Europa. Los aspirineros, dirigidos por Xabi Alonso, dejaron muchas dudas pese a eliminar el jueves a un virtual desconocido como el Qarabag de Azerbaiyán, que con sólo diez hombres por más de una hora trajo a mal traer a los teutones, vencedores 3-2 con voltereta incluida pero mucho más apurados y limitados de lo que cabría esperar.
Receta para ver al Puebla. Puesto que los partidos del Puebla producen antes, durante y después una ingrata mezcla de desesperación, tristeza y rabia, me siento tentado a proponer un útil remedio casero al sufrido seguidor de la Franja, en el supuesto de que su amor por los colores le obligue a seguir por televisión los frecuentes descalabros del cuadro camotero. No es tan difícil: ya está zumbando el aparatito, empezó el partido y con él nuestras semanales tribulaciones; bien, pues ahora hay que entregarse a actividades menudas que nos distraigan y aligeren el trago amargo tales como pelar papas, lavarse los dientes, ir al servicio, guardar el auto en la cochera o sacarlo si estaba guardado, prepararse un sándwich, prender el ventilador y, en fin, cualquier cosa que lo aparte a uno del suplicio televisivo. Hay que contar, sin embargo, con que la defensa poblana se ha vuelto ducha en el arte de proceder cuanto antes a bajarnos la moral al subsuelo, ocurrió el sábado en León con el regalito de Navarro a Medina (2´), o la desatinada marcación de Angulo y Silva para facilitarle a Guerra el segundo tanto (46´). Ya era tarde cuando Ormeño cuajó un remate como los de hace tres años (82´), y la Franja ligó un tropiezo más para mantenerse en la zona gélida, subcolero con sólo 5 puntos contra los 2 que tiene Juárez.
Bienvenida, Karen. Pero ese León-Puebla, al margen de la pobreza del juego, nació con una historia dentro con algo de entrañable. Por tercera vez en el largo devenir de la Primera División fue designada juez central una mujer. Y resulta que Karen Hernández Andrade (Aguascalientes, 11.11.94) tuvo un desempeño de profesional avezada, muy atinada en su dinámica de seguimiento del juego, intachable y expeditiva en sus decisiones y en buena coordinación con el resto del cuerpo arbitral. Una pequeña mota pudo ser su tibia sanción –doble amarilla tras algún titubeo de su parte– al intercambio de insultos y roces entre el poblano Lucas Cavallini y el leonés William Tesillo (50´). Y es que pudieron ser rojas, sobre todo por la belicosa respuesta del jugador del Puebla a la falta que le habían cometido el futbolista colombiano.
En cualquier caso, el trabajo de Karen revela dominio de los nervios y llamativa personalidad. Y no olvidemos que se trataba de su debut absoluto en Primera. Ojalá que la ola femenil no cese, en bien de nuestro anquilosado futbol y del arbitraje mexicano.
Clásico nulo y cruzazuleada. La ilusionante marcha del Cruz Azul, ese juego ofensivo y alegre de las primeras fechas, parece haberse desvanecido a partir de su derrota ante el América. El sábado, en Insurgentes, el visitante Necaxa confirmó su condición de equipo serio y pragmático, muy bien dirigido desde la banca por Fentanes y dentro del campo por el argentino Paradela, autor del gol decisivo (1-2), una mezcla de técnica propia y parálisis defensiva de la zaga azul (27´), reflejo de un equipo física y mentalmente lento, sin creatividad ni estoque adelante y con una defensa digna del Puebla, que ya es decir. Y cuando, en su desesperación por empatar, los cementeros se procuraron alguna buena oportunidad, surgió el arquero Usaín para desbaratarla. Entre lo mucho que le falta a este Cruz Azul está su carencia de jugadores de auténtica jerarquía.
El mismo sábado, en el Akron, Chivas y América eligieron la prudencia como argumento y firmaron gustosos insípido 0-0. Ya Tigres había masacrado sin piedad a Mazatlán (5-1) y, un día antes, Querétaro viajó a Ciudad Juárez para acabar de hundir a Bravos (0-1), mientras Xolos, en su patio, se mostraba incapaz de superar al bastante flojito Santos (2-2).
El resto de la jornada 12 se jugaba ayer entre tarde y noche. Sobresalía un Atlas-Monterrey que, en caso de puntuar, les permitiría a Rayados despegarse del América –líderes ambos con 25–, mismo puntaje que podía alcanzar el Pachuca de ganar en San Luis.
Rafael Albretcht, el infalible. Ahora que el colombiano Christian Rivera, de Xolos, ejecutó y anotó sin pestañear tres penaltis en un mismo encuentro –lleva seis, incluido el del viernes a Santos–, me vino a la memoria el caso del gran defensor argentino Rafael Albrecht (Tucumán, 23.08.1941-Buenos Aires, 03.05.2021). Ya era una leyenda en San Lorenzo de Almagro y la selección albiceleste cuando se incorporó al León allá por 1971. Tenía fama de ejecutor impecable de penaltis, y aquí la refrendó de tal manera que en su primer torneo completo (1971-72, liga auténtica, no mini), fue el segundo mejor goleador de los verdes apenas un tanto por debajo de su paisano Roberto Salomone (16 goles contra 17). Aunque no todos los de Albrecht fueron de penalti, los 14 que tuvo los ejecutó con serenidad y seguridad absolutas; contra Atlético Español en el Azteca (1-5), los cinco tantos del León llevaron su firma, cuatro de penalti y un frentazo igual de imparable.
Para que nos vengan ahora con que hay que disparar fuerte y al centro, o con bombeaditos a lo Panenka. Albrecht siempre tiraba raso y pegado al poste, allí donde nunca llegarán ni siquiera los porteros de dos metros o poco menos que ahora pululan.
Por cierto. A propósito, el DT del León era en ese entonces Antonio “La Tota” Carbajal, y la adquisición de Rafael Albrecht y sus paisanos Jorge Davino y Juan José Valiente las concretó en brevísimo a Buenos Aires en mitad de la liga de 1970-71, acuciado por la urgencia de reforzar a su equipo (mexicanizado 100%), que había caído en una mala racha. Los tratos se hacían entonces de club a club, y como el peso nuestro era moneda fuerte frente a las volátiles economías de los países sudamericanos, prosperaban los traspasos de auténticos cracks: aquellos tres argentinos lo eran y aquí lo justificaron con creces.
Otros tiempos y otras modalidades. Pero es un hecho fácilmente comprobable que por ese entonces llegaban a México genuinas estrellas y no los pataduras que en mayoría llenan hoy las casillas de ocho extranjeros por equipo en cancha que nos han endilgado los mandamases de nuestro futbol profesional (?)… y los tratantes de piernas que en contubernio con ellos se llenan los bolsillos y se ríen del fisco.