La Epidemiología es la rama de la medicina que estudia a las poblaciones. Debido a que se manejan conjuntos de individuos de una magnitud variable, se necesita como herramienta tecnológica a la estadística, de modo que se puedan obtener conclusiones con el potencial de hacerlas extensibles a numerosas poblaciones. Pero una cosa es el contar con instrumentos para buscar las respuestas a nuestras preguntas y otra es la forma de utilizar dichos utensilios.
De la misma forma en la que un ingeniero debe apoyarse en las ideas de un arquitecto para llevar a cabo una construcción equilibrada en todos los sentidos, los epidemiólogos solemos establecer estrategias prácticas para abordar problemas de salud y proponer soluciones. No basta solamente el método científico pues a veces, la investigación biomédica tiene un poco de arte, ciencia, oficio y práctica, todo esto entremezclado con una buena dosis de trabajo. Sin embargo, siempre se debe tener una guía, que permita un paso seguro.
La primera gran división del diseño en una investigación médica, gira en torno a decidir si vamos a llevar a cabo un estudio “experimental” o uno de tipo “observacional”. La diferencia entre estos dos se relaciona con nuestras posibilidades de manipular variables, entendiendo a estas últimas como cualquier elemento, cosa, objeto o fenómeno determinado, susceptible de ser medido. Un acercamiento más claro para definir este concepto abstracto, puede ser confrontando el término con su contraparte, es decir, compararla con una constante. La temperatura a la que se congela el agua destilada estando en el nivel del mar siempre va a ser de cero grados centígrados. Este fenómeno es inmutable. Podemos repetir millones de veces el procedimiento y siempre obtendremos el mismo resultado. Pero si nos imponemos la tarea de valorar nuestros estados de ánimo, la frecuencia con la que late nuestro corazón o inclusive, algo aparentemente tan habitual e inalterable como nuestro grado de apetito, siempre vamos a hallar variaciones que van a depender de innumerables factores (de ahí el nombre de variable).
Podremos decir que estamos llevando a cabo un experimento en la medida en la que podamos influir sobre estos fenómenos; pero si nos mantenemos a la expectativa, exclusivamente calculando lo que va sucediendo, estaremos llevando a cabo un estudio de tipo observacional. Es fácil deducir que la experimentación representa la forma más emocionante de obtener un conocimiento; sin embargo, percibir los fenómenos cotidianos de nuestra existencia en algo aparentemente tan pasivo como solo el ponerse a observar, es también algo que puede ser desde conmovedor hasta inquietante. Los estudios experimentales se resumen en tres grupos, erróneamente llamados “ensayos” (en medicina no se puede estar tanteando). Hablamos de pruebas de campo, clínicas o comunitarias, aunque va a ser de lo más común leer sobre todo de pruebas clínicas.
Finalmente, cuando analizamos estudios observacionales, en general se circunscribirán a dos tipos denominados por su temporalidad en estudios transversales o de prevalencia y de cohorte o de seguimiento. De moda se han puesto los estudios de casos y controles en donde se van a establecer contrastes de grupos similares expuestos a elementos de riego distintos que puedan ejercer un efecto; o bien se pueden analizar distintas poblaciones a un determinado elemento de exposición.
Dentro de los estudios observacionales quedan los denominados de mortalidad proporcional; mortalidad por causa múltiple; los estudios de brote y estudios ecológicos. Esta división aparentemente compleja, se facilita cuando ubicamos un problema bajo el principal argumento que debe marcar una investigación y que se sustenta en una buena pregunta a investigar, la cual debe ser el puntal del cual se parta para iniciar bien una investigación.
Por último, es común percibir en el ámbito de los trabajos de tesis, que la mayor parte de propuestas por parte de los alumnos, son constantemente rechazadas por supuestos asesores expertos que la mayoría de las veces, hacen poca investigación. En este sentido es fundamental entender que, de la misma forma en la que la arquitectura debe equilibrar belleza con funcionalidad, resistencia y hasta costo, en medicina no hay un diseño de investigación epidemiológica que unánimemente se pueda considerar como el ideal o el mejor.
Un abordaje sencillo puede ser más útil y brindar más información general que un estudio complicado y costoso. Pienso que hasta los más intrincados fenómenos biológicos deben tener una explicación sencilla. Así deben ser abordados los problemas de salud, bajo el cobijo de los diseños de estudios epidemiológicos, vistos bajo una óptica más práctica que teórica.
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