Viernes, junio 13, 2025

Discriminación y homofobia en Autobuses México–Puebla Estrella Roja, documenta Conapred

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Carlos Escobar sufrió un infierno luego de que el gerente y sus jefes directos de la empresa Autobuses México–Puebla Estrella Roja difundieran su ficha médica, donde constaba su condición como paciente seropositivo (VIH); de inmediato fue aislado a un rincón bajo un ducto de aire acondicionado, lo que agravó su salud; con engaños le sometieron a una prueba de VIH; lo ridiculizaban y humillaban; violaron su derecho a la intimidad sexual al difundir fotos privadas y lo acosaron laboralmente hasta que finalmente fue despedido.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) abrió el expediente CONAPRED/DGAQ/0134/DQ/19/I/PUE/Q0134, en el que el organismo expone la brutal discriminación con base en la Constitución y tratados internacionales; documentó violaciones a la salud, a la permanencia en el empleo, a la confidencialidad de su condición de salud, a la igualdad real de oportunidades, así como a recibir un trato digno y respetuoso con motivo de su preferencia sexual, su condición de salud y su apariencia física.

Luego de varios intentos de la Conapred para que la empresa Autobuses Estrella Roja detuviera estas violaciones, finalmente se apeló al apoderado legal Daniel Toxqui Rivera para visibilizar la gravedad de los hechos. El organismo propuso mecanismos de conciliación, entre estos hizo firmar a los directivos Elizabeth Castillo Olmedo y Eduardo Castillo Cisneros una carta donde se comprometían a no repetir los hechos, pero el hostigamiento hacia Carlos continuó. A tres años Carlos no se ha recuperado totalmente de las suspensiones del tratamiento, comprometiendo más su sistema inmune, provocando además daño psicológico. Actualmente el daño moral tampoco se ha resarcido.

A la fecha también tanto Elizabeth Castillo, jefa del Call Center, como Eduardo Castillo, gerente comercial, fueron promovidos de sus puestos por la misma empresa.

Una historia de homofobia

El 26 de julio de 2017 Carlos Escobar fue contratado como asesor comercial del centro de atención telefónica de Autobuses México–Puebla Estrella Roja. El 4 de noviembre, la Unidad Medicina Familiar 6 del IMSS emitió una receta médica en la que se detalló su estado serológico, información para la cual Carlos no otorgó su consentimiento; su condición de salud fue del conocimiento de sus superiores, entre ellos Eduardo Castillo, gerente comercial, quien promovió una persecución contra el trabajador.

Elizabeth Castillo, gerente del Call Center, al enterarse, de inmediato separó su módulo de los de sus compañeros y lo situó en un rincón bajo un ducto de aire acondicionado. La condición de salud de Carlos empeoró visiblemente, le provocó irritación permanente en la garganta, tos y gripa durante cuatro meses; los hechos quedaron acreditados en la Clínica del IMSS, pues necesitó revisión médica constante por un cuadro de sinusitis severa. Pese a solicitar su cambio de lugar por motivos clínicos, le fue negado.

De acuerdo con el expediente de la Conapred, Elizabeth Castillo se refería a Carlos como “sidoso”, “eres una loca”, “te vas a morir”. Propiciaba y permitía las burlas por parte de sus compañeros; le escondía los vasos para el uso del personal; le levantaba actas por su forma de vestir, a pesar de que en su área no firman el código de vestimenta como el resto de la empresa, al grado de que debía consultar el tipo de zapatos a usar. Le negaba permisos para cumplir citas médicas. Por el trato vil e indignante, Carlos presentó una queja interna y a partir de ese hecho, Elizabeth Castillo aumentó el acoso labora1

Carlos refiere que el episodio más ruin se registró en diciembre de 2018, cuando por las fiestas decembrinas promovió la entrega de tazas personalizadas a los empleados decoradas con fotos de sus familiares o seres queridos. A Carlos lo hizo pasar al frente, lo obligó a que abriera el regalo, quedando a la vista de todos la taza con la bandera de la comunidad LGBTTQI; al lado hizo que se le colocara un ofensivo apodo en femenino, aludiendo a un mote al que Carlos siempre se mostró incómodo porque era despectivo y tenía que ver con el tono de piel morena.

“Fue humillante. Tuve que salir para llorar, no quería mostrar que me había lastimado profundamente”, dijo.

En diciembre de 2018 personal de la Secretaría de Salud aplicaría las vacunas contra la influenza y el tétanos a empleados de E-Contac, que era una empresa arrendadora de Autobuses Estrella Roja. Por iniciativa de Elizabeth y con la venia de Eduardo, con engaños le hicieron realizarse una prueba de VIH; enfermeras lo sorprendieron con su aplicación, entregado su resultado a la empresa.

Condicionaron reincorporación si permitía se difundiera su orientación sexual

Para mayo de 2019 la salud respiratoria de Carlos empeoró y necesitaba cirugía, razón por lo que solicitó vacaciones que le fueron negadas, advirtiéndole que alguien enfermo no podía estar en la empresa.

Leonel, gerente de recursos humanos, le informó que estaba acusado por fraude, pues se tenía la sospecha de que había viajado y solicitado la devolución del dinero a su tarjeta. La acusación no tuvo elementos de prueba, por lo que le informaron que se reincorporaría en tres días a su puesto de trabajo.

Para paliar la situación le dijo que descansara ese fin de semana y regresará el 20 de mayo y que sería cambiado de área; Carlos acudió a la Procuraduría de la Defensa del Trabajo (Profedet), pues fue advertido que lo que se fraguaba es que esperaban que se ausentara por tres días para así darle de baja irrevocablemente.

En agosto, cuando finalmente la denuncia laboral llegó a término, Carlos se percató de que un abogado de la Profedet tomó la defensa de la empresa Autobuses Estrella Roja; primero le ofreció una liquidación de 8 mil pesos. El trabajador prefirió la reincorporación, pues necesitaba urgentemente los medicamentos y el tratamiento que había sido suspendido por la separación con la empresa.

Eduardo Castillo le ofreció incorporarse a un área nueva solo si le entregaba los documentos que probaban su condición serológica y firmara la autorización para que su situación médica fuera difundida, así como su orientación sexual.

Carlos tuvo que acceder, pues necesitaba el servicio médico. Así, el 4 de noviembre de 2021 se presentó en el taller mecánico de Autobuses Estrella Roja, donde sufrió una nueva violencia de parte de sus superiores: personal de sistemas de la empresa ingresó a su aplicación de whatsapp personal y el supervisor de mantenimiento, Arturo Torres Muciño, difundió sus conversaciones y fotografías personales e íntimas al ingeniero Froylán Juárez Loíza, quien satanizó su condición.

Finalmente, Carlos fue despedido por baja productividad.

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