Diana Lara regresa a ser simplemente Dianalá. La promotora, gestora y sobre todo cantante de esta ciudad tomará nuevamente el escenario, luego de una pausa provocada por enfermedad, que le hizo recapitular un asunto: que era momento de retomar las riendas de su propio proyecto musical.
Para el próximo jueves 29 de febrero, acompañada de reconocidos músicos y amigos que conforman su banda: Fer Alaniz, en la batería; Yesenia Zaragoza en el bajo y los coros; Sergio González en la guitarra eléctrica; y José Luis Rodríguez en la guitarra electroacústica y los coros, se presentará en el Breve Espacio, espacio que también ha sido casa.
Durante una entrevista, confía que su oficio de cantar comenzó a los 15 años, siendo que desde entonces no la ha abandonado porque la hace “muy feliz”, además de que la ha ido completando con otras disciplinas como la promoción artística y la gestión cultural, así como la composición y su paso por proyectos musicales colaborativos.
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En 2023, con un momento delicado en su salud, supo que no le había dedicado a su proyecto la misma atención que le había dado a otros proyectos. Apoyada en el sentimiento de paz y en el apoyo de su familia que tuvo cuando pasó por el hospital, el reposo y la recuperación, tuvo un primer impulso: la invitación del Festival Internacional de Puebla para que ofreciera un concierto en Casa de cultura como parte de la programación de la edición 15.
“Me encantó estar en el escenario, disfrutar mi música acompañada de amigos que quiero desde hace mucho tiempo”, señala Dianalá, y acota que tras esa presentación surgió otra más en un foro importante de Cholula: “Me gustó compartir el escenario con otras dos artistas independiente, por lo que sigo en el rollo de promoción pero poniendo el mío primero, algo que no había hecho nunca”.
En este proyecto, acota, hay un dinamismo en la propuesta de la banda y en su performance, pues van intercambiando canciones, se cuelan textos y hay interacción con el público al que le ofrece una cosa: la calidad de la banda.
Su música, define la artista, viene de su contexto y experiencias que se hilvanan en un sonido, folk, roquero y hasta acústico, que ha sido definida como “música con fuerza guerrera”, que describen instantes, momentos precisos, por lo que una presentación en vivo es ir de un momento a otro, siendo que los personajes los pone el escucha.
Para Dianalá existe una premisa clave en su trabajo: el hacer las cosas de buenas, más allá de hacerlas por obligación: “nunca he podido hacerlas porque se tienen que hacer”, afirma entre risas. Confía que si algo tiene claro, sobre todo después del episodio de enfermedad, es que le gusta ser feliz, pues si transita otro estado de ánimo siente que no es ella.
“Desde este nuevo panorama de estar en paz, estar feliz, seguir haciendo y disfrutando las cosas que me gustan, creo que quiero cantar, compartir mis canciones, que quienes me escuchen tengan una buena experiencia”, afirma la intérprete de guitarra, instrumento con el que compone.
Para el jueves 29, Dianalá compartirá el escenario con Gandarilla, un cantante y guitarrista poblano que recientemente lanzó su sencillo Scott. El concierto en el Breve Espacio -7 Norte número 8, Centro Histórico- será a las 21 horas y tendrá un costo de preventa de 100 pesos, y 150 pesos el día del evento.
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