Claudia Sheinbaum Pardo, candidata a la presidencia de México, y Alejandro Armenta Mier, candidato a la gubernatura de Puebla por la Coalición Sigamos Haciendo Historia, se pronunciaron por desprivatizar el servicio del agua potable, drenaje, alcantarillado, saneamiento y disposición de las aguas residuales que prevalece en los municipios de Puebla, San Andrés y San Pedro Cholula, Cuautlancingo y Amozoc, que se concesionó en el periodo del exgobernador panista Rafael Moreno Valle a Aguas de Puebla para Todos.
La candidata presidencial, durante su visita a Tehuacán ayer domingo y en una conferencia de medios previa al acto, cuestionada sobre la privatización del agua, dijo enfática que no ha funcionado en ningún lugar del país y recordó que cuando fue jefa de gobierno de la Ciudad de México ese servicio estaba concesionado, pero al vencer las concesiones se decidió no renovarlas. Por su parte, Alejandro Armenta Mier, candidato a la gubernatura por la misma coalición, después de su registro, ofreció revertir la privatización del agua, que se suscitó en la gestión del exgobernador panista Rafael Moreno Valle.
Sería grave que el tema de la desprivatización del agua se convirtiera solo en un tema electoral, como finalmente ocurrió en 2018. Los compromisos de campaña no se reflejaron en un proceso para revertir la privatización y peor aún, el Congreso local con mayoría morenista avaló el aumento de las tarifas y la posibilidad de los cortes, afianzando en los hechos la privatización, ante una creciente inconformidad de los usuarios, principalmente de muchas colonias cuyo denominador común es la escasez y la mala calidad del servicio.
Además de la falta de saneamiento de las aguas residuales, servicio que se paga por los usuarios, pero no se realiza por la concesionaria, contribuyendo con ello a una mayor contaminación de los cuerpos del agua, con graves afectaciones a la salud.