Al menos 10 viviendas en Chalma están en riesgo de colapso debido al desgajamiento de la barranca donde desembocan las aguas residuales de Tehuacán. Para mitigar el problema, los vecinos han recurrido al uso de escombro, pero las autoridades municipales y ejidales han advertido que esta práctica es inadecuada, ya que bloquea el cauce natural de la barranca y desvía el agua hacia terrenos de cultivo.

Además, los habitantes de San Diego Chalma enfrentan un grave problema de contaminación. Las aguas residuales se mezclan con la basura que es arrojada indiscriminadamente, convirtiendo la zona en un basurero a cielo abierto.
El conflicto entre los habitantes se ha intensificado, ya que algunos buscan proteger sus viviendas, mientras que otros se ven afectados por los desbordamientos generados por los escombros. Además, empresas textiles ubicadas en la junta auxiliar de Chalma descargan sus aguas contaminadas en la misma barranca sin el debido tratamiento.
Las casas cercanas a la barranca presentan cuarteaduras en su estructura, lo que ha sembrado el miedo entre los moradores ante un posible derrumbe. Lidia Alvarado, vecina afectada, reconoce que han intentado proteger sus hogares con llantas y muros de contención, pero la fuerza del agua sigue erosionando el terreno.
Los vecinos coinciden en la necesidad de una intervención gubernamental para restaurar el cauce de la barranca, impedir el vertido de aguas negras y desarrollar un proyecto integral que evite mayores afectaciones en Chalma y Tehuacán.
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