Las fuertes lluvias de la tarde del lunes que inundaron la comunidad de Ajolotla, ubicada en el municipio de Chignahuapan, en la Sierra Norte del estado de Puebla, no causaron pérdidas humanas, pero sí dejaron daños severos en las 70 viviendas que hay en todo el pueblo, de las cuales 35 son pérdida total.
La única escuela primaria de la comunidad, de nombre “Emiliano Zapata”, fue uno de los inmuebles que registró mayor daño en su estructura por el agua y lodo que alcanzó un metro de altura, así como la muerte de más de 200 cabezas de ganado y la pérdida cultivos y mobiliario en la mayoría de las casas.
El gobernador Alejandro Armenta Mier instruyó que ayer mismo se hiciera entrega de camas, colchones y estufas, luego de anunciar que este miércoles recorrerá la zona afectada de Ajolotla, donde se pronostica que continuarán las lluvias en los siguientes días.
En las acciones de rescate y limpieza participó personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública, así como del Sistema Estatal DIF y otras dependencias estatales.
El coronel Bernabé López Santos, coordinador de Protección Civil, precisó que no hubo pérdidas humanas, a pesar de la magnitud del desastre causado por la fuerza del agua.
De acuerdo a las primeras imágenes que circulan de las afectaciones, se pudo apreciar que hubo inundaciones por arriba del metro de altura, y que el daño mayor se registró en viviendas construidas a base de madera y láminas, donde el agua y lodo ingresó, arrasando con mobiliario y enseres domésticos.
Incluso, algunas personas tuvieron que resguardarse en el techo de sus casas, para impedir que fueran arrolladas por la fuerza del agua.
Uno de los damnificados fue el presidente de la comunidad de Ajolotla, Juan Ruiz Domínguez, quien sufrió la pérdida de la barda y el techo de su casa, caballos y animales de corral, que estimó en más de 100 mil pesos.
A primera hora de este martes, diferentes áreas del gobierno estatal efectuaron un censo de viviendas afectadas y de pérdidas de animales, la entrega de víveres, kits de limpieza e higiene personal, así como la habilitación de un albergue en el Auditorio Municipal, para que los pobladores que no pueden ingresar a su domicilio por la cantidad de lodo acumulado.
En tanto, la Secretaría de Medio Ambiente evalúa el manejo de cadáveres de los animales, para emitir epidemias.
Ajolotla, una comunidad de alta marginación y pobreza
La junta auxiliar de Ajolotla se ubica en la Sierra Norte de Puebla y, de acuerdo con el último censo de población, cuenta con alrededor de 70 viviendas habitadas por unas 250 personas que, con las inundaciones de este lunes, perdieron todo.
Se trata de un pueblo con reporte de alta marginación, donde el 70 por ciento de las casas carecen del servicio de agua entubada y drenaje, mientras que el 30 por ciento de los habitantes vive en situación de pobreza.
La mayoría de los habitantes viven de la siembra del maíz y de la crianza del ganado ovino.
El presidente municipal de Chignahuapan, Juan Rivera Trejo, afirmó que no pararán las labores de limpieza ni del retiro de escombro hasta que logren restituir los servicios básicos en la comunidad, como el agua, la energía eléctrica y la apertura de caminos.
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Rivera Trejo convocó a una faena comunitaria en Ajolotla, donde se vio la ayuda solidaria de los pueblos vecinos a Chignahuapan, con la donación de alimentos y ropa. También pusieron a disposición herramientas y maquinaria, a fin de avanzar en la reconstrucción del pueblo.
Informó que las fuertes lluvias dejaron las calles deshechas, convertidas en barrancas, con piedras de hasta cinco toneladas que arrastró la fuerza del agua.
“Desafortunadamente hay una gran pérdida de muebles, animales, borregas, caballos, que se llevó el agua, camionetas, la caída de muros de las casas, pero no hubo pérdidas humanas, todo quedó en un gran susto”, destacó.
Arriban médicos para prevenir enfermedades
Por la mañana, personal especializado de la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios (DPRIS) y las Jurisdicciones Sanitarias de la Secretaría de Salud (Ssa) se movilizaron hacia la zona siniestradas con el objetivo de atender las necesidades médicas de la población y reducir riesgos a la salud pública.
Las acciones se concentraron en la comunidad de Ajolotla, donde se habilitó una unidad médica y epidemiológica para atender a la población. Además, se distribuyeron medicamentos básicos para tratar afecciones comunes relacionadas con las lluvias, como las gastrointestinales y respiratorias.
Hasta el momento, se informó que “no se reportan personas lesionadas ni casos graves”, por lo que se concentraron en realizar tareas preventivas de vigilancia epidemiológica y control de vectores, con especial atención a enfermedades como dengue, diarreas e infecciones relacionadas con el agua contaminada.