Acapulco, Gro. Elementos del Ejército Mexicano desarmaron a 15 de 200 policías comunitarios que se dirigían en una marcha de El Paraíso, municipio de Ayutla de los Libres a Cruz Grande, municipio de Florencio Villareal, junto con unas 800 personas para exigir la liberación de Salgado García.
Los comunitarios caminaban el mediodía por la carretera Ayutla-Cruz Grande, junto con el contingente conformado por mujeres indígenas y campesinos de Ayutla, quienes en vehículos o a pie, iban armados con machetes, palos y escopetas.
Antes de llegar a Cruz Grande, fueron interceptados por un grupo de unos 200 castrenses, quienes bloquearon la carretera Ayutla-Cruz Grande con unos 25 vehículos artillados y blindados, para impedir el paso a los manifestantes, justo frente a la secundaria técnica número13 Benito Juárez.
Los soldados formaron una valla humana, rodearon por ambos lados a los manifestantes, y les advirtieron que no podían pasar con armas ni uniformes de la CRAC. Mientras tanto, un helicóptero de las fuerzas armadas sobrevolaba la zona.
“Así deberían tratar a los narcotraficantes”, gritaron comunitarios a los efectivos militares. El clima de tensión subió cuando intentaron aprehender a dos comunitarios y comenzaron golpes y jaloneos. Al final desarmaron a varios de ellos y la calma volvió de nuevo.
“¡Ustedes no detienen a los delincuentes porque su gobierno los suelta!, reciben una lana y los sueltan, por eso no actúan. ¡Les debería dar vergüenza compas! La Constitución dice que están para defender la nación, no para andar defendiendo delincuentes!”, reprocharon.
Deberían leer la Constitución. -dijo un soldado mientras hacía señas con sus manos como si leyera un libro, mientras algunos campesinos cantaban el himno nacional mexicano.
Al arribar los militares a bordo de tres blindados, los pobladores de Ayutla reclamaron: “¡Parece que vienen a una guerra contra nosotros!” y los indígenas en ese momento lanzaron consignas: “¡Liberen a Nestora!, ¡Viva el Paraíso, viva Nestora Salgado!”.
Alrededor de las 16:30 horas, los militares lograron replegarlos. En la retirada, los soldados arrebataron por la fuerza varios rifles de bajo calibre a los guardias indígenas. Un comunitario resultó herido, mientras otro era pateado en el asfalto y una mujer indígena cayó al piso.
En Acapulco, Guerrero, defensores de derechos humanos se manifestaron en el Aeropuerto internacional de ese puerto, con la misma exigencia de liberar a Salgado García, detenida el pasado miércoles por elementos del Ejército Mexicano.
Manifestaron que el apoyo es una “muestra de solidaridad para ella y otros compañeros detenidos por la Marina en Tixtla, vamos a sumarnos a las acciones que se hagan por su libertad, el gobierno en lugar de dar apoyo a los ciudadanos, apoya a criminales”.
Prócoro Valente Gil, promotor de la CRAC en Tecoanapa, dijo que no aparecen ocho ciudadanos de Quiahuitepec; 12 de Tepuente; uno de Tepintepec; nueve de La Cortina; 10 de Ojo de Agua; 14 de Coapinola; 12 de Vista Hermosa; siete de Vista Alegre; ocho de La Palma; cuatro de Ahuizutla; 10 de El Charco; cinco de San Felipe y 17 de El Paraíso.
De Tecoanapa, agregó, faltan por aparecer uno de El Carrizo; dos de El Guayabo y uno de Tepintepec, por lo que culpó al gobernador perredista AngelAguirre Rivero de su desaparición.
En Chilpancingo, Guerrero, el secretario General de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, propuso a Gustavo Alcaraz Alarcón, alcalde perredista de Tixtla, documentar las denuncias contra integrantes de la CRAC-PC, que irrumpieron el lunes en el ayuntamiento.
Tomado de La Jornada en Línea