La cantante oaxaqueña Ariel Serrano ha vivido un periplo con funcionarios de la Secretaría de Cultura (SC) de Puebla: de ser invitada a formar parte de la cuarta edición del Festival Colores con un pago menor hasta mantenerla en pausa con la promesa de ser incluida en el Festival Internacional de Puebla (FIP) a desarrollarse en agosto próximo.
El festival Colores se realizó del 25 al 29 de junio pasado, siendo precisamente la cantante Ariel y su Venadito Son, cuyo trabajo está enfocado en el rescate de la música en lenguas originarias y en el activismo en pro de los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+, la encargada de abrir el programa en la sala Luis Cabrera de Casa de Cultura.
Si bien para la artista de la comunidad LGBTTTIQ+ el presentarse en Puebla era una oportunidad de mostrar su trabajo musical ante un público nuevo, en una ciudad con la que tiene relación familiar por su lado paterno, el concierto significó agridulce. Fue así, cuenta durante una entrevista, porque su presentación no había sido respetada desde el inicio, cuando se vinculó desde el programa Raíz circuito, de la Secretaría de Cultura federal, con la dependencia de Puebla.
“Me contactó Adriana Herrera, subdirectora de área quien me hace la invitación para Colores. En el correo electrónico me ponen el día, la duración del espectáculo, como si fuera un hecho. Les contesto y les envío la cotización pero a ellos se les hizo mucho, así que bajé como 20 mil pesos”, narra Ariel Serrano.
Continúa que aceptó la oferta de la SC de Puebla debido a que tenía una urgencia por problemas de salud, a la par de que como persona de la comunidad trans atraviesa comúnmente la falta de oportunidades laborales.
“Les mando el presupuesto, no les parece y me dicen que no, que no me iban a contratar, pese a que me habían mandado, fecha, horario, por lo que se me hizo raro”, refiere y recuerda que el siguiente paso fue comunicarse con el secretario de Cultura Enrique Glockner Corte, a quien buscó por redes sociales y mandó un mensaje, el cual respondió de “manera amable y accesible” para decirle que lo resolvería.
De paso, nota que si bien la propuesta inicial era incluirla en la programación del festival Colores, luego esta viró hacia el FIP, pues los funcionarios de Cultura le dijeron que tenían un presupuesto de 60 mil pesos para el primero y por tanto su propuesta no podía estar incluida.
“Me hicieron la invitación para el FIP, y me dijeron que no iban a regatear ni pasar por problemas de dinero, que contaría con todo y con ellos”, dijo la cantante desde Ciudad de México.
Serrano señala que por la necesidad de trabajar y con la expectativa de la fecha más próxima del festival Colores, ella pidió estar en dicha programación. Luego, se comunicaría otra funcionaria y negociaron el precio, además de los viáticos, puesto que necesitaba un adelanto para el viaje y el hospedaje. “Me dijeron que sí pero con una actitud hostil (…) Me entregaron como cinco mil pesos y yo me fui a Puebla, con los músicos. Me decían –el personal de la SC- que me fuera y me presentara, así cantando a capella, como improvisado”, refiere y señala que cuenta con audios y correos electrónicos que dan cuenta de las conversaciones y trato con los funcionarios públicos.
El concierto se da en el marco del festival y “fue una experiencia bonita, por la gente, por la comunidad y la disidencia”, pero por el lado de la SC hubo tensión.
Tras más de mes y medio de ocurrido el concierto, Ariel Serrano señala que está en duda su inclusión en el FIP, pese a que ese también había sido el ofrecimiento de la secretaría.
“El secretario –Enrique Glockner- ya no contesta, recibí unos correos que decían que me habían dado a escoger, cuando no fue así: si no hubiera peleado por estar en Colores no me hubieran incluido tampoco en el FIP. Ya no han respondido, he enviado más correos para pedirles que cumplen con su palabra, pero ha sido como hablar con fantasmas”, concluye.


