Pobladores de la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras pidieron la intervención del gobierno municipal para que prohíba la construcción de un colector pluvial en el fraccionamiento habitacional de la “Antigua Cementera”.
Los afectados pertenecen a las colonias San Rafael Oriente, Pino Suárez y Francisco Villa y denunciaron que los trabajos han ocasionado fracturas físicas en sus viviendas a consecuencia de las fuertes vibraciones de la maquinaria que desarrolla los trabajos.
El representante de los colonos, Gabriel Pérez Valencia, afirmó que “se sienten agredidos por la construcción de un colector pluvial en la zona” –la cual será para el desagüe del sitio donde se colocarán nuevas viviendas y que está a cargo de las compañías grupo Gestar y la empresa Constructores Unidos de Puebla, SA de C.V. (CUPSA)–, porque ha debilitado los cimientos de las viviendas aledañas.
Pérez explicó que el ayuntamiento de Puebla fue quien dio permiso para que se construyera el colector pluvial, cuyo diámetro del subterráneo se encuentra a cinco metros: “Nos está afectando porque pasa por debajo de las viviendas y muchas casas tienen aperturas, se cuartean”.
También dijo que los vecinos han encarado a los constructores en varias ocasiones para reclamar los desperfectos en sus casas al utilizar maquinaria muy pesada para perforar el subsuelo, sin embargo, sólo obtienen indiferencia.
Otra de las afectaciones que originan el grupo Gestar y la empresa Constructores Unidos de Puebla, SA de CV (CUPSA), explicó Pérez, es que un centenar de casas tuvo daños en los tubos de toma de agua y drenaje, por lo que no tienen este servicio.
“Esta maquinaria está haciendo que vibren las casas y está rompiendo tomas de agua y de drenaje. No están avisando que van a romper tuberías de agua, para saber cómo vamos a utilizar el drenaje o el agua potable. Todas estas inconformidades las hemos manifestado, ellos (la empresa) dicen que estamos en contra del progreso, pero cómo habrá progreso si hay mentiras”, agregó.
Por tal razón, pidieron al presidente municipal, José Antonio Gali Fayad, que sus funcionarios de la dirección de Obra Pública presenten los documentos que avalen que la obra cuenta con los permisos que marca la ley.
Además, que obliguen a las empresas a que paguen el daño que se ha hecho a las viviendas y se detenga la obra porque muchas de las viviendas fueron “construidas desde hace medio siglo” y podrían colapsarse.
“Ellos (la empresa) dicen que no afecta, pero la maquina topo hace un movimiento circular que genera vibraciones naturales, cuando son en piedra son más susceptibles, además no están contemplando que las casas son antiguas”, declaró.
Gabriel Pérez dudó de las autoridades porque aunque han reportado los daños no han detenido la obra: “Las autoridades de Gobernación municipal están defendiendo los derechos de particulares y siguen realizando una obra que nos afecta”.