Cada vez les creo menos a los jueces y magistrados, en tanto sus actuaciones pasadas y actuales, dejan mucho que desear del respeto al principio de hacer valer la ley y la Constitución. Ya antes, tenía clara su postura contraria a la exigencia popular de que la justicia debiera ser pronta y expedita, lo cual estaba alejado de la realidad, incluso, personalmente al principio tenía dudas con respecto a la reforma al Poder Judicial, pero conforme pasa el tiempo y me doy cuenta de sus acciones, me convenzo que es necesario este paso que se pretende dar, en un poder intocado y elitista, que requiere una transformación profunda y radical, de tal manera que el próximo primero de junio estaré votando por quienes considero adoptarán un papel renovador, en una institución que se quedó en el pasado, en tanto responde a un país que ya no queremos y que hay que erradicar.
Para quienes añoran el pasado, incluidos quienes se ubican en el PRI y en el PAN, afirman reiteradamente que, ahora se vive un periodo donde se están destruyendo las instituciones, el Estado de Derecho, la democracia, para pasar al autoritarismo. Desdeñan un hecho contundente: entre el 70 y el 80 por ciento de los mexicanos está de acuerdo como se gobierna actualmente en México.
De vuelta a los jueces y magistrados. En su mayoría podrán no estar de acuerdo en la reforma judicial, están en su derecho, actuar incluso y manifestarse, pero no torcer la ley para impedirla. Ponen al mismo nivel a la Constitución y a la Ley de Amparo. Olvidan y no respetan las últimas reformas a la Carta Magna. Piensan que como actuaban en el pasado era más que suficiente para que todos se plieguen a sus designios. Era como operaban con completa impunidad, por ello ya la mayoría de los mexicanos no los quiere ni los respeta.
En meses, jueces, magistrados y ministros han ideado muchas formas cuasi legales para detener la elección de junio próximo. Por iniciativas no paran, aunque no tengan razón. El colmo, y la puntilla, han sido los dos más recientes recursos implementados, al parecer promovidos por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed) y un juez de Michoacán.
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Lo primero fue mandatar a los Comités de Evaluación que suspendieran sus actividades, de lo cual solo el judicial acató la orden y la mayoría de la SCJN no aceptó revocar este fallo. Lo segundo, atemorizar a los ciudadanos con multas y otras acciones punitivas, que aceptaran ser parte de las mesas receptoras de votación. Al paso que van, seguramente amenazarán con hacer lo mismo a quienes decidan participar en las elecciones de junio.
Lo que les pasa no es respetar y hacer respetar la Constitución y la ley, sino defender sus intereses, que no son los de la colectividad, de ahí que todo lo que afirman y argumentan es discurso hueco y demagógico. Así, ellos cavan su propia tumba.
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