Sábado, junio 14, 2025

De la moda, lo que acomoda

Es un hecho comprobado que en México existe un racismo profundamente arraigado y extendido, no obstante que la gran mayoría de los mexicanos somos mestizos y predominan en nuestro fenotipo (aspecto externo) los rasgos indígenas, principiando por el color de la piel que, como decía un profesor de sociología: “en México el tono de la piel “va del negro obscuro hasta el broncíneo amarillento”. El investigador de la UNAM Federico Navarrete en su libro “Alfabeto del racismo mexicano 1, en su entrada “Belleza”, anota que: “En nuestra vida social las mexicanas y los mexicanos nos colocamos continuamente en una escala cromática que asocia la blancura, natural o artificial, con la belleza y el privilegio, el poder y la riqueza y su `contrario´ es decir, la piel morena, con la fealdad, la marginalidad y la pobreza” y en la entrada “Pigmentocracia” agrega que: “Diversas sociólogas han acuñado el término “pigmentocracia” para referirse a la discriminación por el color de piel prevalente en nuestro país y en toda América Latina.”2 Eso sí, todo mundo niega ser racista, pero se suele decir que “aunque todos estamos hechos del mismo barro, no es lo mismo bacín que jarro”.

Todos me dicen el negro, llorona. Negro, pero cariñoso

Ejemplos hay muchos y solo para recordarles las expresiones más comunes que manifiestan ese racismo como: “aunque sea morenito, el niño está bonito”; las clientas de muchos comerciantes del mercado son elogiadas como “güeritas” aunque tengan color de piano; las “sirvientas”, por ser morenas en su mayoría, están excluidas de lugares y de algunos alimentos de la familia, con frecuencia se las uniforma para distinguirlas de las “patronas” y se les llama “muchachas” o “chachas” y algunos dichos populares lo expresan claramente como estos que cito a continuación: “no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”, “cásate con un güero para mejorar la raza”, “trabajo como negro para vivir como blanco”, “indio pata rajada”, “parece cena de negros”, “se largó como las chachas”, “nunca falta un prietito en el arroz” y muchos otros más.

¿Ropa étnica?… es de nacos ¿no?

La ropa étnica, en tanto es usada por personas de comunidades rurales como parte de su tradición y con un profundo sentido e identidad culturales, es considerada fea, degradante, “de nacos” y es rechazada por la autollamada “gente bonita” constituida principalmente por algunas personas de la clase media, quienes visten solamente ropa “de marca”; es decir, productos altamente publicitados que proponen una “exclusividad” que debe diferenciar a aquellos consumidores que buscan estar a la moda, de quienes no lo están debido a sus circunstancias económicas y socio culturales. No quiero pecar de misántropo, pero en este caso no me refiero a “todos”, sino a aquellos que practican esta forma de pensar o… de no pensar. Los diseños étnicos con significados para sus creadores son despreciados por algunos, pero parecen cobrar un sentido diferente (puramente comercial) cuando las grandes marcas los toman para confeccionar la ropa y beneficiarse económicamente de las “reinterpretaciones” o “copias” que producen los diseñadores de estas marcas. En palabras de la académica peruana Carolina Rodríguez Guillén tratemos de entender qué es la “Apropiación cultural en la moda”, nombre de un artículo de su autoría:

“La apropiación cultural en la moda hace referencia a la toma de propiedad intelectual, conocimientos ancestrales, expresiones culturales y/o bienes étnicos sin la autorización de los grupos racializados que poseen su titularidad (Scafidi 2005). Estos colectivos son aquellos que vienen reclamando la protección de derechos a la identidad, la herencia y la diversidad cultural, étnica y racial, pero que, sobre todo, se les ha negado el acceso al derecho a la igualdad y la no discriminación (Ziff y Rao 1997). Ya no se trata de intentar capturar la esencialidad de un concepto que se alimenta de otros evidentemente dinámicos como lo son la identidad, la cultura y/o la etnicidad. Se trata, más bien, del poder y los discursos que se encuentran alrededor de las relaciones del tipo “nosotros” versus “los otros” (Clifford 1999).3

 

“Exclusividad” en serie: Prêt-à-porter

Carolina Herrera, Levi´s, Dior, Sézane, Mango, Zara, Pineda Covalin, Louis Vuitton, Ralph Lauren, Shein, Yves Saint Laurent y muchas otras marcas de prestigio tienen muchas cosas en común como ser grandes empresas trasnacionales, las más están dedicadas a la confección de ropa cara, todas ellas cuentan con equipos de diseñadores profesionales y todas, sin excepción, mantienen costosas campañas publicitarias que las posicionan en un selecto mercado de consumidores que poseen cuantiosos recursos económicos. Aunque algunos cándidos llaman a esta ropa como de “alta costura” (Haute Couture), en realidad no es tal, sino son versiones en serie (Prêt-à-porter) que no están confeccionadas a la medida exclusiva de los clientes, sino que se ofrecen en tallas, modelos y colores preestablecidos. Hay también un Prêt-à-porter intermedio que implica pequeños ajustes personales. De cualquier manera, estas marcas te “encajan” sus altos precios sin pudor alguno y te venden esa relativa “exclusividad” aunque no te garantizan el que no te puedas cruzar por la calle con prójimos que lleven prendas iguales a las tuyas.

“Se les llena la boca” diciendo que son trapos exclusivos

Pero tienen otra cosa en común, algo que demuestra su éxito y su presencia en muchas ciudades del mundo: casi todas ellas son plagiarias; es decir, estas marcas roban diseños de las comunidades nativas de cualquier país para incorporarlos a sus prendas y venderlas por grandes cantidades de dinero. Uno de sus argumentos manidos es que su propósito es el de realizar rendidos “homenajes” a las culturas tradicionales. La marca Louis Vuitton, para su colección primavera-verano de 2012, presentó como diseño “exclusivo” en sus bufandas una copia de las prendas que utiliza el pueblo Masai en Kenia, cada bufanda se vendió en 1,000 dólares, pero las ganancias íntegras fueron para la marca. Los tatuajes maoríes, samoanos y kenjis (China-Japón) han sido copiados por muchos tatuadores en cualquier país del mundo, sin que tomen en cuenta que muchos de esos diseños se refieren a la historia familiar de una persona, a su jerarquía social, a creencias religiosas o a afiliaciones tribales. El que cualquier persona los lleve puede llegar a constituir una ofensa o un agravio hacia las tradiciones de quienes las usan desde tiempos inmemoriales, tal es el caso de un individuo europeo que portaba en la pantorrilla un tatuaje de una diosa hindú y viajó felizmente a la India, pero al deambular por una calle de Bombay fue acosado por una multitud indignada que a punto estuvo de lincharlo, precisamente por haber faltado al respeto de los creyentes.

México es también botín de las marcas de prestigio

Los estampados tradicionales de telas, así como los bordados y otras técnicas de confección de ropa de algunos grupos étnicos africanos, asiáticos, de Oceanía y latinoamericanos también han sido objeto de plagios perpetrados por los “grandes” diseñadores europeos y estadunidenses, principalmente. Nada escapa a su codicia y en los últimos años, entre 2012 y 2019, se ha detectado que más de 23 marcas de ropa han plagiado los motivos de prendas tradicionales elaboradas por los grupos indígenas de Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Estado de México, Tlaxcala, Puebla, Michoacán, Yucatán, Coahuila y Veracruz, como son algunos de los casos que a continuación expongo y que están incluidos en la “Recomendación General N0. 35/2019 de la CNDH. Sobre la protección del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas de la República Mexicana”4 La ONG Impacto ha denunciado estos y otros casos de apropiación cultural.

En 2016 personas artesanas de Tenango de Doria, Hidalgo evidenciaron el plagio de sus diseños por parte de las empresas españolas Desigual y Mango que, por cierto, en las fábricas de esta última marca se ha incurrido en explotación infantil y la incorporación ilegal de refugiados sirios. Por supuesto negaron categóricamente la apropiación de los diseños artesanales. En 2019 sus ventas alcanzaron 2,374 millones de euros y no me lo van a creer, pero a los artesanos de Tenango de Doria ni las gracias les dieron. Louis Vuitton lanzó su colección de sillas con diseños también de Tenango y Carolina Herrera hizo lo propio robando a esta misma comunidad.

En julio de 2018, artesanas tejedoras de la comunidad de Aguacatenango, Chiapas denunciaron a Zara por el plagio de algunos de sus bordados tradicionales que se comercializaron masivamente, porque al producirlas en serie las ofrecieron, de oferta, en solo $599.00 pesos, mientras que las artesanas venden sus prendas originales, en los mercados locales o en las calles, en $2oo pesos y les toma mucho tiempo elaborarlas. Lo peor es que algunas clientas clasemedieras, con el ánimo de regatear, les dicen a las artesanas que sus blusas tienen diseños copiados de la prestigiosa marca Zara. ¡Que poc…ar de ases!

La diseñadora estadunidense, propietaria de la marca J. Marie Collections fue denunciada por plagiar diseños de artesanas zapotecas de la población de San Antonio Castillo Velasco, San Felipe Jalapa de Díaz, San Vicente Coatlán, San Miguel Soyaltepec y Tlacoatzintepec solo en el estado de Oaxaca. Aristegui, documenta en una nota del 11 de agosto de 2023 lo siguiente: “En la página oficial de la tienda en línea aparecen blusas y vestidos de varios colores con diseños que elaboran las artesanas que oscilan entre 106 a 132 dólares, es decir entre 2 mil y 2 mil 500 pesos.”5 Estas mismas artesanas también denunciaron a la marca china Shein por los mismos motivos. “Eder Mc Yanni, promotor y activista cultural, denunció que ha habido plagios con prendas mazatecas, mixes y zapotecas.

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La lista de plagios es muy larga y no solo las empresas que se dedican a la confección de prendas de vestir se aplican a esa ingrata tarea, sino también compañías de otros giros productivos como la cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma que colocó motivos de la danza de los voladores en botellas de cerveza, el Chocolate Abuelita de Nestlé que en su colección de tasas han plagiado diseños de Tenango y declaran en su publicidad “Unidos por amor a México”; así como las editoriales Penguin Random House, Océano y Planeta que copiaron diseños artesanales para algunas portadas de sus libros, etc. En el colmo de la rapiña, la tienda departamental Liverpool puso en venta muñecas mazahua, pero… hechas en China y de pilón de mala calidad. No existe freno para las ambiciones de los negociantes que ven en cada persona, animal, vegetal o cosa la oportunidad de apropiárselo lo cual se llama también extractivismo epistémico o sustracción del conocimiento.

Van las leyes donde quieren los reyes

En agosto de 2021, el Congreso de Oaxaca aprobó la reforma al párrafo cuarto del Artículo 16 de la Constitución local con el objetivo de evitar el plagio de los diseños de la cultura oaxaqueña.”, reforma que corresponde a una iniciativa de la diputada Gloria Sánchez López. Por su parte, los senadores Susana Harp y Ricardo Monreal, presentaron la iniciativa con proyecto de decreto de la “Ley Federal de Protección al Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas”, la cual fue aprobada en enero de 2022 y se encuentra vigente, con una última reforma que fue hecha en noviembre de 2023. En ella se reconocen fundamentalmente:

Reconocer y garantizar el derecho de propiedad de los pueblos y comunidades indígenas y Afromexicanas sobre los elementos que conforman su patrimonio cultural, sus conocimientos y expresiones culturales tradicionales, así como la propiedad intelectual colectiva respecto de dicho patrimonio.6

Por leyes no paramos y reconozco que es un gran avance lo que se ha hecho, pero las leyes de Derechos de Autor o de Propiedad Industrial se refieren a la protección de los derechos de individuos, pero no de la propiedad colectiva que es muy difícil de establecer y más si se trata de poderosas empresas que Fernando Santullo caracteriza “con redes de distribución muy poderosas, con dinámicas culturales y comerciales centro/periferia muy asentadas.”7 Además, la relación que existe entre el poder hegemónico cultural que ejercen estas empresas y por el otro lado los saberes y las percepciones tradicionales de los pueblos indígenas es de subordinación de los segundos a los primeros, lo cual conduce al expolio indiscriminado con total impunidad en donde lo cultural es solo uno de los tantos aspectos de la explotación. La concepción de la propiedad en el capitalismo se entiende como individual y exclusiva, sujeta a las leyes de libre mercado, diferente al pensamiento de las comunidades que consideran los saberes ancestrales como herencia cultural propia de la colectividad.

De que la perra es brava… hasta los de casa muerde

Aquí, en nuestro propio país, algunas empresas nacionales “se despachan con la cuchara grande” para apropiarse del patrimonio cultural del paisanaje; tal es el caso de la marca Pineda Covalin que se caracteriza por estampar en sus artículos, muchos de ellos de seda, motivos mexicanos de diversa procedencia y venderlos a precios muy altos. Su trayectoria en la apropiación cultural está documentada desde el año 2004, también con diseños de Tenango de Doria al igual que la marca francesa Hermes que aplicó los diseños en costosas mascadas de seda. Otro caso es el de Ivette Morán, esposa de Alejandro Murat quien fuera gobernador de Oaxaca en el periodo 2016-2022, que creó el negocio de trapos elegantes Moravy fusilándose los diseños de la artesanía textil oaxaqueña para su exclusivo provecho, ya que fue presidenta del DIF estatal.

Ante este panorama difuso respecto a los derechos colectivos de los pueblos, comunidades indígenas y la condición de pobreza de los numerosos grupos étnicos de los cinco continentes cuyas tradiciones han sido tomadas por asalto, explotadas y banalizadas en la mayoría de los casos, poco se puede hacer en esta sociedad global dominada por los intereses de unos cuantos. El fenómeno de la apropiación cultural seguirá manifestándose en todos los ámbitos de las culturas tradicionales. En sentido contrario quiero compartir con ustedes un caso que a mí me sucedió hace poco tiempo cuando hice un texto acerca del pan tradicional mexicano en el que incluí la pieza de pan “chilindrina”; de inmediato saltó una alarma de Televisa, porque tienen registrado el personaje “Chilindrina” del “Chavo del Ocho” como propiedad intelectual de la empresa televisora, por encima del nombre tradicional que todos conocemos de este pan de dulce mexicano. Ni propiedad, ni intelectual… la chilindrina es nuestra.

Aunque la mona se vista de seda… mona se queda

Si usted es de los que se empeñan en usar ropa de “marca” y mostrar orgullosamente los logotipos —visibles— de sus prendas, tenga en cuenta que en la “fayuca” se pueden llegar a conseguir buenas imitaciones de esas marcas costosas y nadie, salvo usted y sus próximos, sabrán que porta “un original”. De manera que tratar de sobresalir por los trapos que viste es un afán inútil y pueril, mejor sería destacar por prendas intelectuales, comportamientos correctos y buenos sentimientos. Finalmente, nuestra ropa tendría que ser útil, cómoda y de nuestro propio gusto, dejando de jugar a las competencias entre las personas de su círculo social, que solo sirven para engordar las cuentas bancarias de estos empresarios de la moda que esperan ansiosos la oportunidad de ofrecerles sus modelos de “la próxima temporada”.

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1 Navarrete, Federico. “Belleza”. p. 17. En: Alfabeto del racismo mexicano. Barcelona, España: Malpaso Ediciones, 2017, 186 p.

2 Ibidem. p. 135

3 Rodríguez Guillén, Carolina. “Apropiación cultural en la moda” en Culturas de moda. En: Teoría de moda, pero digerible. (7 de diciembre de 2020) [Consultado: noviembre 2023] https://culturasdemoda.com/apropiacion-cultural-en-la-moda/

4 CNDH. “Recomendación General N0. 35. Sobre la protección del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas de la República Mexicana.”. [Consultada: enero 2023] https://www.cndh.org.mx/documento/recomendacion-general-352019

5 Aristegui Noticias CCGL, 11 de agosto de 2023. “Acusan a J. Marie Collections de plagiary diseños de artesanas zapotecas”. [Consultado: diciembre de 2023] https://aristeguinoticias.com/1108/mexico/acusan-a-j-marie-collections-de-plagiar-disenos-deartesanas-zapotecas/

6 Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas. [Consultado: noviembre de 2023]. https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LFPPCPCIA.pdf

7 Santullo, Fernando. La cultura es apropiación. [Consultado: noviembre de 2023] https://www.busqueda.com.uy/Secciones/La-cultura-es-apropiacion-uc50233

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