Coxcatlán. – n María del Carmen Sánchez Zacateco, Daniel Ramírez Cano y José Iván Montalvo Hernández, quienes hace días partieron de este municipio con la esperanza de obtener un mejor ingreso económico, regresaron ayer a Coxcatlán, pero ya sin vida; su sueño se acabó al sufrir un accidente en el mar de Sonora. Sus restos mortales fueron recibidos por sus familiares en la cabecera municipal, posteriormente cada uno fue trasladado a sus comunidades en la Sierra Negra.
Las campanas de la parroquia de San Juan Bautista sonaron durante varios minutos, mientras las carrozas que trasladaron los cadáveres se estacionaron frente al palacio municipal, donde la gente esperaba desde horas antes el arribo de los cuerpos.
El aroma del incienso se combinó con el de las flores que muchas personas llevaron para entregarlas a los dolientes, de los tres jóvenes jornaleros que el pasado viernes fueron llevados por las olas en la playa Las Salinas de Caborca, Sonora, lugar al que fueron a pasear en su día de descanso.
A seis días del fatal accidente y mientras esos tres cadáveres llegaron a Coxcatlán, aun hay una familia en zozobra, ya que Anadela Cera, sigue desaparecida en el mar. Su familia solicitó que las autoridades sonorenses no dejan de buscarla.
El párroco Bulmaro Castro Sánchez celebró la misa frente a los tres féretros; ahí se dirigió en nahuatl a las familias dolientes, dado que esa es la lengua materna de las poblaciones de donde los jóvenes eran oriundos.
Pidió fe y fortaleza para los familiares de los fallecidos, al tiempo de desear que pronto sea localizada Anadela; “vamos a tener fe de que van a encontrar a la otra hermana” manifestó el sacerdote.
Al término de la eucaristía también habló el presidente municipal, Camerino Montalvo para expresar sus condolencias a las familias indicando que “de corazón deseo que encuentren resignación ante los hechos, nos dimos a la tarea entre todos de que los cuerpos estén con nosotros para que puedan darles cristiana sepultura”.
Posteriormente cada cuerpo emprendió el camino hacia la comunidad de la que los fallecidos son oriundos, poblaciones enclavas en la Sierra Negra poblana. María del Carmen Sánchez fue trasladada a Tepeyoloc; José Iván Montalvo a Tecoltepec, aunque se desconoce si ellos serán sepultados en sus respectivas poblaciones, ya que ya que eran esposos.
Daniel Ramírez Cano fue trasladado a Chichiltepec; él era novio de Anadela, por lo que su familia se unió a la petición de que en Sonora no se abandone la búsqueda de la joven, ya que mantienen la esperanza de que sea localizada.
