La Sociedad Americana Contra el Cáncer anunció al inicio del presente siglo que para el año 2015 se encontrará la cura del cáncer que sufre uno de cada dos masculinos y uno de cada tres femeninos en el mundo. Para entender esto se debe comprender el fenómeno de la función celular que el cáncer altera; se debe tener presente que todas las células del edificio corporal tienen actividad permanente gracias al oxígeno, a partir del que deben ser capaces de responder de inmediato a cualquier necesidad, poniendo en función la actividad metabólica celular, basada ante todo en convertir en energía el oxígeno que le llevan los eritrocitos que lo acarrean por la circulación tomado de la respiración a partir de la glucosa o, por un fenómeno bioquímico secundario llamado glucolisis. De ambos mecanismos el primero es común y básico; ocurre en las mitocondrias que funcionan como pequeñas plantas de poder ubicadas en el protoplasma de las células, donde funcionan como un mecanismo cotidiano de metabolismo celular, en el que el oxígeno es entregado a ellas por los glóbulos rojos de la sangre que lo transportan desde la inspiración respiratoria, fijándolo y llevándolo a todo el cuerpo, cumpliendo con el motivo elemental de por qué respiramos despiertos o dormidos, en reposo o en actividad, más rápido o más lento. El otro fenómeno bioquímico del uso del oxígeno celular se llama glucolisis y, ocurre también en el protoplasma celular, pero que no requiere la presencia de oxígeno circulante de los glóbulos rojos; se hace por una vía alterna no usada por las células normales pero preferida por las células cancerosas para obtener su energía necesaria, disponiendo de él a partir del azúcar existente, gracias al Piruvato–Deshidrogenasa–Quinasa (PDK por sus siglas en inglés) que permite el flujo de oxígeno a las mitocondrias, ruta que se hace sin el oxígeno disponible de la circulación. Por ello se especuló que si hubiera algo que evitara al PDK las células cancerosas se verían afectadas, morirían al no saber utilizar el oxígeno de la oxidación de glucosa, como lo hacen las células normales.
El cardiólogo Evangelos Michelakis, de la Universidad de Alberta, de Edmonton, Canadá, en 2007 reportó el uso de Di Cloro Acetato de Sodio (DCA por sus siglas en inglés) para inhibir el PDK, dañando el desarrollo de células cancerosas sin dañar las células normales; esta observación se publicó en 2010 en la revista Science of Transitional Medicine; fue el primer reporte de una prueba de uso clínico del DCA de Sodio en ratas cancerosas; logró regresión clara del proceso tumoral sin efectos secundarios o dañó a las células normales. Las células cancerosas crecen rápido al desactivar las mitocondrias y evitan la muerte natural o apoptosis; el DCA de Sodio revierte el proceso induciendo apoptosis o muerte en las células cancerosas.
¿Cuál es el problema de la cura del cáncer?… hay millones de muertos, millones de dinero ganado por empresas que omiten intentos de cura convencional; se oponen sistemáticamente al no cumplir sus expectativas comerciales; el DCA no es caro; se obtiene fácil. Es como el punto de vista de políticos mexicanos: construyen, edifican, pavimentan, hacen puentes, gastan innecesariamente, mas no combaten la pobreza.