Domingo, febrero 9, 2025

En un acto virtual, el CUPS recibe el Premio Unesco Confucio de Alfabetización 202

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Este 8 de septiembre, en el marco del Día internacional de alfabetización y con la idea de que la alfabetización es la primera etapa de la vida que permite alcanzar la libertad y el conocimiento, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) hizo entrega del Premio Unesco de Alfabetización 2020, que en el caso de México fue entregado al Centro Universitario de Participación Social (CUPS), de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP). 

Presidido por Borhene Chakroun, director de la División de Políticas y Sistemas de Aprendizaje Permanente y Stefania Giannini, subdirectora general de Educación, ambos de la Unesco, así como Rana Dajani, presidente del jurado internacional, se celebró un acto virtual que reunió a 500 participantes a nivel mundial para entregar este galardón patrocinado por los gobiernos de China y Corea.  

Este año, los premios Premio Unesco de Alfabetización 2020, el Confucio y el Rey Sejong, fueron para cinco organizaciones del Reino Unido, Nepal, Ghana, Yemen y México, las cuales presentaron proyectos que promueven la alfabetización y responden al tema Enseñanza y aprendizaje de la alfabetización: el papel desempeñado por los educadores y evolución de las pedagogías. 

En el caso del CUPS de la UAP recibió el Premio Confucio de Alfabetización 2020 por su Campaña de alfabetización y trabajo comunitario realizado en 19 años, consistente en 14 campañas de alfabetización y trabajo comunitario en 190 comunidades de 30 municipios del estado de Puebla, atendiendo a seis mil 890 personas con la participación de 875 estudiantes voluntarios, en su mayoría del nivel medio superior. 

Esta es la primera ocasión que una organización o institución en México recibe este galardón, el cual valora iniciativas de alfabetización de adultos en zonas rurales y jóvenes fuera de la escuela, especialmente niñas y mujeres. 

En el acto, Borhene Chakroun consideró que la alfabetización es un requisito para el progreso de las sociedades; no obstante, dijo que más de 700 millones de adultos están privados de este derecho básico, siendo el 75 por ciento de ellos, mujeres. “La alfabetización es un primer paso hacia la libertad. El idioma materno, los objetos cotidianos, los testimonios, han ayudado a las poblaciones a sobreponerse a la crisis, han ayudado a leer y a escribir, y han cambiado su destino”, dijo en su discurso.  

En su caso, Stefania Giannini mencionó que la alfabetización implica nuevos retos porque son tiempos difíciles, aunque también son oportunidades, de innovación, liderazgo y un mayor aprovechamiento. Es momento, sostuvo, de pronunciarse a favor de la alfabetización sobre todo en relación a las metas y las cuestiones que afectan de manera global.  

Agregó que, desde su establecimiento, los Premios Unesco de Alfabetización han jugado un papel esencial pues han dado una cartografía de los programas y los enfoques de alfabetización adoptados, además de que se promueve una divulgación de ellos. “El Covid-19 ha mostrado la fragilidad de la sociedad y sus sistemas, por ello la importancia de premios como estos que provocan el intercambio del conocimiento entre pares”. 

La presidente del jurado Rana Dajani mencionó que este 2020 se recibieron más de 90 candidaturas de cinco regiones del mundo, de las cuales se destacó que van de la base, es decir, de abajo hacia arriba, lo que permite notar su acción en sus propios contextos. En el caso de los programas seleccionados expuso que se caracterizan por ser sostenibles, innovadores y con repercusión social. Particularmente, en el caso del Ghana y México, destacó que tienen repercusión en las lenguas originarias y la identidad, algo pertinente en el marco de la globalización. 

Jin Yang, representante de la República de China, explicó que el Premio Confucio de Alfabetización -que cuenta con una bolsa de 20 mil dólares- se estableció en 2005, conscientes de que la educación es un motor clave para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de cada nación. En ese sentido, consideró que se debe reiterar la importancia de la alfabetización, sobre todo en el contexto de una epidemia mundial como lo es el Covid-19. 

El embajador explicó que el Premio Confucio -que lleva el nombre de este filósofo chino- reconoce las prácticas de México, Yemen y Ghana, como fuentes de inspiración a nivel internacional, pues llevan a “forjar una comunidad para tener un futuro compartido”. 

El premio impulsa a seguir trabajando sobre todo en el contexto del Covid-19 

Al recibir el Premio Confucio de Alfabetización 2020, Mirta Isabel Figueroa Fernández, directora del CUPS de la UAP dijo que el recibir este galardón reconoce el trabajo realizado en casi dos décadas y los impulsa a seguir trabajando, sobre todo ante un contexto como el propiciado por el Covid-19 en donde hay una crisis económica y una separación de los niños con sus aulas, que generará mayor desigualdad educativa. 

Estimó que el reto es apoyar a madres, padres, jóvenes y adultos, para que se involucren en el aspecto educativo de los menores. En ese sentido, dijo que la UAP ha generado acciones para apoyar al sector afectado y en su caso el CUPS ha planteado un nuevo proceso de alfabetización entre estudiantes, para que alfabeticen a sus vecinos, con todas las condiciones sanitarias que implica el nuevo coronavirus. 

“Creemos que la solidaridad ha crecido en esta crisis. Estamos convencidos que el entusiasmo de los estudiantes y el compromiso de la comunidad harán que este proceso sea el punto de partida para algo más profundo entre alfabetizadores y quienes aprenden”. 

Tras agradecer a la Unesco y al gobierno de la República de China por promover este premio, y a los estudiantes y a quienes abren sus casas para participar en el proceso, Figueroa Fernández afirmó que el Premio Confucio de Alfabetización 2020 los obliga a seguir aprendiendo y actualizándose en torno a la alfabetización, a la par de buscar una mayor participación y a continuar alfabetizando por convicción, todo ello frente a lo dejado por el Covid-19. 

Ante sus pares, explicó los alcances que ha tenido el Programa de Alfabetización y del centro mismo, que han contribuido a mejorar las conficiones de vida de núcleos sociales en marginación, al mismo tiempo en que los estudiantes que participan se forman en el ámbito social. 

Al agradecer el apoyo de la UAP y hacer un repaso de la labor de 19 años del CUPS, que además de las jornadas incluyen cursos de nivelación de primaria, apertura de bibliotecas y talleres comunitarios diversos, dijo que cada año, estudiantes voluntarios participan en el programa trasladándose a las comunidades rurales para, durante nueve semanas, enseñar a los adultos a leer y a escribir. 

Expuso que, en cuatro meses de capacitación, los voluntarios no solo trabajan en los aspectos técnicos y metodológicos de la alfabetización, sino sobre el papel y la responsabilidad social que adquieren. “Participan en una reflexión crítica de los contextos en donde van a trabajar, el papel de la educación y el sentido de trabajo comunitario”. 

Agregó que diariamente, los voluntarios elaboran materiales y estrategias didácticas que son particulares a cada contexto, por lo que las clases van de acuerdo a las potencialidades e intereses de cada adulto al que se alfabetiza. “El proceso es entendido como mutuo y horizontal, alfabetizadores y alfabetizandos, aprenden siempre los unos de los otros”. 

Unesco: es necesario dar mayor reconocimiento y proteger la formación de alfabetizadores 

Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la Unesco, señaló que como escribió el pedagogo brasileño Paulo Freire en su libro Pedagogía de la opresión, la alfabetización no solo es leer y escribir sino leer palabras de emancipación, una idea que tiene vigencia en este momento de crisis mundial pues sirven para aumentar la resiliencia y saber cómo vivir para lograr un desarrollo más sostenible. 

“Este Día internacional de la alfabetización es un llamado a un mayor reconocimiento y apoyo para el sector, para proteger su formación y tener más apoyo económico”, afirmó ante representantes de gobiernos y diversos programas educativos a nivel mundial. 

Dijo que pese a que los gobierno piensan sus medidas para impulsar su recuperación, la pandemia no se ha superado y tras seis meses de afectar la salud de la población mundial, en el ámbito de la educación ha afectado a 24 millones de niños y jóvenes, quienes viven en una situación de riesgo y abandono por la llamada “economía de la pandemia”.  

Al dar inicio a un conversatorio sobre el Covid-19 y su impacto en la educación, la alfabetización y el aprendizaje que fue previo a la entrega de los reconocimientos, mencionó que el nuevo coronavirus ha amplificado las carencias y ha provocado lagunas en el marco educativo. 

Lo anterior, porque existen 773 millones de jóvenes y adultos analfabetas, a la par de que la mitad de los niños y adolescentes a nivel mundial no adquieren sus siete años de educación básica, además de que 40 por ciento de los países pobres se encuentran en una crisis educativa. 

“Estas cifras dejan ver la urgencia y la responsabilidad de los gobiernos. En la Unesco, el 90 por ciento de los 49 programas de alfabetización han sido suspendidos por falta de conectividad, de formación y de capacidad de pasar al nuevo modelo de impartición en línea”, señaló Giannini. 

Acotó que el riesgo latente es que los presupuestos educativos sean menores, pues la Unesco ya advierte que la brecha de financiación en los países pobres incrementará en miles de millones de dólares al año. En ese sentido, expuso que el 60 por ciento de los gobiernos dedican menos de 4 por ciento a la alfabetización. 

El Covid-19, continuó la miembro de la Unesco, representa una grave alteración a la educación y ello es una realidad. Dijo que si bien es un momento de innovación este aspecto positivo se tiene que desarrollar, pues “el aprendizaje a distancia es un modelo innovador de cara al futuro”.  

Expuso que, para impulsar el renglón, la Unesco realiza una alianza con diversos entes como la Red Unesco de las ciudades de aprendizaje donde se monitorea el impacto del Covid-19 en 29 países que se enfrentan a los retos más grandes. 

Notó además que la educación como sector ha avanzado al lado de otros sectores públicos, y que los problemas de alfabetización se han podido superar gracias a la dedicación y el compromiso de los educadores y docentes que están en la sombra de las políticas públicas pese a que trabajan en primera línea, por lo que es momento de celebrar su papel y aplaudir la forma en que cambian la vida y dan oportunidades a las poblaciones. 

 

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