La propuesta de reforma laboral presentada en diciembre del año pasado es agresiva y, de progresar, lesionaría los ingresos y los derechos de millones de trabajadores en el país.
Así consideró Leobardo Soto Martínez, dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), al pronunciarse porque los legisladores federales no aprueben el “Proyecto de decreto en materia del sistema judicial laboral” presentado por dos senadores del PRI.
“Sí lastima al tripartismo, las juntas locales. Ojala que no vaya más allá, a dañar el tripartismo del Seguro Social o del mismo Infonavit, que hay una iniciativa por parte del gobierno de quererse llevar los miles de millones de pesos de los trabajadores a las Afores, que han sido un total fracaso el sistema pensionario de millones de trabajadores”
La primera reforma, recordó, obligó a la desaparición de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, con lo que inició la desaparición del citado tripartismo, es decir, la participación de gobierno, patronos y trabajadores en la toma de decisiones.
Lamentó que actualmente no haya legisladores federales que den voz a millones de trabajadores, pero sobre todo que los defiendan.
En tanto que la delegada de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Vanessa Barahona de la Rosa, defendió las reformas estructurales, incluyendo la laboral, al asegurar que han contribuido a la transformación de México.
“Se han tenido grandes logros y hemos sido, actualmente, el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, el que más empleos ha generado, más empleos dignos y formales. El sexenio que ha duplicado también el registro de trabajadores ante el Seguro Social, el sexenio que ha también disminuido los niveles de informalidad en el país, en casi 3.5 puntos porcentuales”
Lo anterior en el marco de la ceremonia alusiva al 75 aniversario luctuoso del ex dirigente de la CTM, Leobardo Coca Cabrera.
Gobierno federal presiona para aceptar bajos incrementos salariales
Leobardo Soto Martínez, acusó que los conciliadores federales y estatales están presionando para que en las revisiones salariales se acepten bajos aumentos salariales, que oscilan entre 4.3 y 4.8 por ciento.
Afirmó que los patronos sí están en condiciones de otorgar incrementos de dos dígitos, pues así ha quedado demostrado en industrias como la del gas, donde han alcanzado 12 por ciento.
“Las mismas autoridades federales nos están obligando a llevar las negociaciones a ese índice…No podemos irnos a menos porque en verdad estaríamos castigando seriamente a miles de trabajadores en sus ingresos”.
Agregó que debido a que no es posible en este momento alcanzar acuerdos, las revisiones en la industria automotriz se pospusieron hasta marzo.