Cartas a Gracia
El sábado 27 de julio, Gracia, asistí con el menor de mis hijos a la sala 15 del complejo Cinépolis Angelópolis de la ciudad de Puebla. Un día antes, el viernes 26 a las 17:10 había comprado boletos en taquilla para presenciar una película anunciada para las 19:20 horas del día posterior; el 27, a tiempo para comprar palomitas y nachos al presentarnos en taquilla nos informaron que de Morelia, habían cambiado el horario y adelantado la función (18:50) y que ellos no podían hacer nada. No es el primer inconveniente con la cadena, propiedad de uno de los críticos más furibundos del sistema educativo y de los trabajadores de la educación, los Hermanos Ramírez, miembros de la organización patronal Mexicanos Primero. Con anterioridad boletos de la zona VIP del mismo complejo que adquirí, habían sido vendidos por duplicado. Crítica por separado merecen las condiciones deplorables en las que se encuentran las butacas VIP, razón por la que ya no utilizo ese servicio. No resisten la menor evaluación estandarizada que proponen se aplica a maestras y maestros, y aunque la Profeco no sirva para nada, el día de hoy, cuando recibas esta carta, pondré mi queja y exigiré la devolución del importe, más el pago de los accesos al estacionamiento, los gastos y costes que la reclamación origine. Ayer asistí a Cinemark, ventajas que tiene la competencia.
Condenados al triste papel de empleados subordinados de acuerdo a estimaciones formuladas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (“deja a las autoridades locales como meros gestores sin soberanía alguna.”) en la Relatoría general del foro nacional (http://diputados prd.org.mx/docs/agora/187.pdf), ninguneados por las autoridades educativas federales, sujetos a múltiples fiscalizaciones que en ocasiones rayan en lo discrecional (persecuciones políticas) y sin obedecer a reglas claras, las autoridades educativas locales tienen, en el “Diagnóstico sobre la opacidad en el gasto federalizado” publicado en junio de 2013 por la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados (http: //www.asf.gob.mx/uploads/56_Informes_especiales_de_auditoria/Diagnostico_sobre_la_Opacidad_en_el_Gasto_Federalizado_ version_final.pdf,) un área de oportunidad que permita cambiar las relaciones que los que los representantes educativos de las entidades libres y soberanas sostienen con sus pares representantes del gobierno federal.
Tras señalar el comportamiento de la matrícula para el ciclo escolar 2011 (9.3 de financiamiento privado, 60.5 de origen federal y 23.7 de carácter local), el Diagnóstico recupera el origen del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica (1998) “para dar soporte a la federalización (desconcentración) educativa,”, creado a partir del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (1992) tras acuerdo signado entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), los gobiernos de la entidades con el testimonio del Carlos Salinas de Gortari; señala su valor como “el fondo más importante del Ramo General 33 y de las transferencias federales condicionadas.”, equivalente al 58,6 del ramo 33 entre 1998 y 2011 (“3 mil 345.5 miles de millones de pesos, a precios de 2011”), “45.0 por ciento de las transferencias condicionadas, y 26.2 por ciento del gasto federalizado (incluidas las participaciones federales) de ese periodo.”, recordando, además, los conceptos financiables con los recursos del fondo (docentes, planteles y matrícula).
Precisa que “el objetivo del FAEB es otorgar los recursos económicos complementarios a las entidades federativas para apoyarlas en el ejercicio de las atribuciones que de manera exclusiva se les asignan, en los artículos 13 y 16 de la Ley General de Educación (LGE), que se refieren principalmente a prestar los servicios de educación inicial, básica incluida la indígena, especial, así como la normal y demás, para la formación de maestros.”. Señala que “El FAEB registra de origen un problema de opacidad, puesto que los rubros y conceptos de gasto en los que se pueden aplicar sus recursos, no están suficientemente definidos en la Ley de Coordinación Fiscal, ya que para determinar su destino se remite a las atribuciones de los artículos referidos de la LGE que establecen fundamentalmente la prestación de servicios de educación inicial, básica, incluida la indígena y especial, así como la normal y de formación de docentes. Dichas atribuciones son muy generales y no precisan, en términos operativos, los conceptos que pueden financiarse con el FAEB.”. Fundamento de los reclamos de la grupos empresariales que confunden la gimnasia con la magnesia y culpan al personal docente de todos los males habidos y por haber, reconoce que “95.0 por ciento del gasto total;” del fondo se destina al rubro de sueldos y salarios, según reparto a las entidades de acuerdo a una fórmula aprobada en 2007 (formula Nuevo León) bajo los siguientes parámetros “matrícula pública en educación básica, 50.0 por ciento; el rezago en el gasto federal por alumno, 20.0 por ciento; el gasto estatal en educación, 20.0 por ciento y el índice en la calidad educativa, 10.0 por ciento”. Como hacen notar especialistas en la materia, el Diagnóstico puntualiza que al no estar definido por la Secretaría de Educación Pública el rubro “calidad educativa”, el parámetro matrícula se incrementa en 10 puntos porcentuales.
Asunto, que sumado, Gracia, al porcentaje en el que la matrícula de origen federal, menor al 75 por ciento en ocho estados y superior al 95 en 11, provoca una mayor inversión local en las entidades con una mayor matrícula estatal que se refleja, a partir del 2008, en un incremento de la participación porcentual de los recursos del FAEB, “beneficia a los estados que tienen un sistema de educación estatal más grande.”. Acota la Auditoría Superior de la Federación que “La aplicación de la nueva fórmula ha generado distorsiones en la distribución del FAEB y presiones financieras a los estados que vieron disminuidos sus montos, respecto de los que habrían recibido con el mecanismo de distribución anterior.”. Te escribiré mis cuitas, Gracia, y estaré pendiente de tus entrenamientos rumbo a la XXXI edición del Maratón Internacional de la Ciudad de México, que ya tiene agotados los 20 mil lugares que ofreciera en su apertura.