De las siete u ocho corrientes internas de Morena en Puebla, solo tres mostraron la fuerza necesaria para competir por la mayoría de los 150 lugares del Consejo Estatal del partido que se disputarán en el próximo sábado. Se trata de las corrientes identificadas con el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, el exdirigente morenista Mario Bracamonte González e Ignacio Mier Velazco, el coordinador de los diputados federales del instituto de Regeneración Nacional.
En cambio, las corrientes de la exedil de Puebla Claudia Rivera Vivanco, del senador Alejandro Armenta Mier, la familia Méndez, los hermanos Amaya y los llamados independientes, registraron muy pocas planillas que a lo mucho, si les va bien, les permitiría tener uno o dos lugares en la próxima dirigencia de Morena, en donde las carteras se otorgan de acuerdo con el número de integrantes que se obtienen en el Consejo Estatal del partido.
La cantidad de planillas que cada corriente registró muestra por un lado la capacidad de presencia regional de cada grupo y por el otro, la manera en que quieren competir por las candidaturas a cargos de elección popular que en 2024 estarán en juego, incluyendo la de gobernador, senadores de la República y el alcalde de la capital, que son los puestos políticos más importantes en el estado.
Según el registro de competidores, las dos expresiones más fuertes son las del gobernador Luis Miguel Barbosa e Ignacio Mier, pues ambas corrientes lograron registrar planillas para competir por cada uno de los 150 lugares del cuerpo colegiado de Morena.
En ambos casos, la apuesta es por lo menos ganar 80 consejeros como una manera de tener mayoría y sobre todo, los principales cargos del Comité Ejecutivo Estatal de esta fuerza política.
La corriente que se identifica con el mandatario Luis Miguel Barbosa Huerta se nutre de muchos grupos de militantes que fundaron Morena, que van de la mano de Gabriel Biestro, así como de diversos actores políticos que se fueron sumando a la 4T en los últimos cuatro años. Entre ellos, se encuentran un número importante de exalcaldes y ediles en funciones, así como de exdiputados y actuales legisladores, que han movilizado a sus seguidores en torno a esta expresión política.
Mientras que Ignacio Mier se ha apoyado, en mucho, de los movilizadores electorales de Morena de anteriores procesos electorales y que ahora son funcionarios de la Secretaría de Bienestar, llamados “siervos de la nación”. Así como de muchos grupos del PRI y de la mayoría de los diputados federales morenistas de Puebla.
Y una tercera corriente fuerte ha sido la de Mario Bracamonte González, que se estima que habría registrado unas 100 planillas, que la mete en la competencia de la mayoría del Consejo Estatal.
Esta facción se destaca por tener principalmente a cuadros leales del movimiento lopezobradorista, que siguen bajo la idea de que Morena no debe perder el carácter de movimiento social.
Uno de los actores que menos planillas registró, es el grupo del senador Alejandro Armenta Mier, que a lo mucho se estima que inscribió unas 10 fórmulas.
Esa baja participación del legislador es reflejo de varios factores. Uno de ellos, es que su fuerza y presencia en diferentes regiones del estado se concentra en grupos priistas, que están sumados a su proyecto de la búsqueda de la candidatura a gobernador, pero que no tienen el interés o la fuerza de participar en el proceso interno de Morena.
También se dice que Armenta optó por mantener un bajo perfil en esta contienda partidista, como una manera de evitar un desgaste político y mantener la estrategia –que ha reflejado en las últimas semanas— de replegarse en torno a la figura del gobernador Luis Miguel Barbosa.
La facción de la exedil Claudia Rivera Vivanco habría registrado entre 20 y 30 planillas como resultado de que su presencia se concentra únicamente a la capital del estado y no pudo crecer en el interior de la entidad. Además, sus seguidores se han reducido de manera importante luego de la derrota electoral que sufrió en 2021 para buscar la reelección como edil de la capital.
Los hermanos Amaya y la familia Méndez –entre la que se encuentra el ex secretario de Gobernación estatal, David Méndez–, son expresiones que provienen del PRD y desde que estaba en el partido del sol azteca, demostraron ya no tener fuerza política ni cuadros de militantes. Por lo que su presencia en Morena es margina y se reduce a solamente impulsar a sus parientes.
Hasta ahora no se perciben alianzas entre los grupos. Cada uno de estos bandos el domingo van a demostrar su capacidad de arrastre dentro del Partido de Regeneración Nacional.