Durante seis horas pobladores de San Antonio Mihuacán, mantuvieron bloqueada la autopista México–Puebla, como protesta por la inseguridad que azota a esa junta auxiliar del municipio de Coronango.
Se trató de la segunda protesta al hilo en menos de 24 horas, pues la víspera los vecinos causaron destrozos en la Comisaría de San Pedro Cholula e intentaron quemar el edificio de la presidencia municipal de Coronango en su intento por linchar a tres presuntos ladrones.
Los pobladores estaban enardecidos porque semanas antes, en un asalto a una tortillería, los ladrones asesinaron al dueño del negocio e hirieron gravemente a su hijo, así que el intento del trio de delincuentes por robar un cargamento de material para construcción, fue la gota que derramó el vaso.
Este jueves la gente cerró la vía a la altura del kilómetro 108 utilizando llantas, piedras y palos. Al filo de las 16 horas arribaron a la zona elementos de la Guardia Nacional y la Policía Estatal de Puebla.
No les importó a los inconformes el tupido aguacero con granizo que se precipitó al durante una hora, pues permanecieron impávidos en protesta.
Durante su desesperación, conductores de transporte de carga quitaron una parte del muro de contención que divide los dos sentidos de la vía para salir del embotellamiento que había en la autopista.
Casi simultáneamente, por altavoces y peritoneo, en San Antonio se convocó a los pobladores que aún estaban en la junta auxiliar a sumarse al bloqueo ante la llegada de la fuerza pública.
Sin embargo, la liberación de la autopista se pactó de manera pacífica, pues las autoridades estatales y de Coronango se comprometieron a mejorar la seguridad pública y a no ejercer acciones legales contra quienes participaron en la turba que intentó el linchamiento el pasado miércoles.
Tras un diálogo con autoridades de la Secretaría de Gobernación, habitantes de San Antonio Mihuacán, junta auxiliar del municipio de Coronango, abrieron el paso a la circulación en la autopista México–Puebla, en el kilómetro 108.
Los acuerdos alcanzados entre autoridades y habitantes inconformes fueron la construcción de cuatro módulos de seguridad en la junta auxiliar de Mihuacán, por parte del ayuntamiento de Coronango, según informó la dependencia responsable de la política interior de la entidad en un comunicado.
Además, se pactó la permanencia definitiva de dos patrullas y dos motocicletas en esa misma junta auxiliar para disminuir la inseguridad en esa región.
Del lugar del bloqueo también se retiraron los elementos de la Policía Estatal, municipal y de la Guardia Nacional, sin que se registrara algún incidente.
Las filas de autos llegaron a abarcar aproximadamente cinco kilómetros de largo.