La oposición poblana y las cúpulas empresariales dejaron solos ayer a los ex consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) Ciro Murayama Rendón y Lorenzo Córdova Vianello en la presentación de su libro, pues solo acudieron al gimnasio de la Universidad Iberoamericana, donde se desarrolló el acto, los diputados panistas Humberto Aguilar Coronado, Mónica Della Rodríguez de la Vecchia y Mario Riestra Piña.
n efecto ningún líder o representante de la iniciativa privada o de los partidos que se movilizaron en la entidad con la marcha “Mi Voto no se Toca”, el pasado 26 de febrero, se apersonaron ayer en el campus jesuita para cobijar a Córdova y Murayama, a quienes en su momento consideraron como “defensores de la democracia” (sic).
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Los convocantes de la presentación del libro “La Democracia no se Toca” fueron la organización Sociedad Civil México, la editorial Planeta y Roberto Ignacio Alonso Muñoz, coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, quien, junto con Ana Lucía Medina Galindo, ex candidata a diputada por el Partido Acción Nacional (PAN), fungió como moderador del acto.
Los convocantes afirmaron que en el recinto había más de medio millar de asistentes, pero este reportero contó 351 sillas, las cuales en su mayoría fueron ocupadas, paradas hubo otras 50, así que el aforo total habrá sido a lo sumo de 400 personas, poca convocatoria si se considera que los protagonistas del acto son figuras de foco nacional que se encuentran aún en la agenda pública y si se compara con otros foros como los que estelarizaron en el mismo lugar, el Subcomandante Insurgente Marcos el 17 de febrero de 2006 y un año después, en la constitución del Consejo Consultivo de la Licenciatura en Comunicación, periodistas como Carmen Aristegui y Elena Poniatowska, cuando el aforo del gimnasio-auditorio fue rebasado.
Ayer pareció que el grueso de los estudiantes y docentes de la Ibero Puebla optaron por hacerle vacío a los visitantes, en particular a Córdova Vianello, de quien se recuerda la grabación de su conversación telefónica con Edmundo Jacobo Molina -ex secretario Ejecutivo del INE- en la que se refirió con desprecio y racismo a un líder indígena y a los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y sus padres.
La mayor parte de quienes acudieron a ver y aplaudir a los ex consejeros electorales eran mujeres y hombres de la tercera edad de apariencia acomodada, que no daban pinta de pertenecer a la comunidad de la institución anfitriona.
En ese marco, apenas Murayama Rendón iba a tomar la palabra, el escritor, Eduardo Sabugal Torres, docente de la casa de estudios jesuita, increpó a los exconsejeros electorales clasificándolos de racistas, clasistas y diciendo que no tenía cabida en la universidad.
El académico fue expulsado a gritos y manotazos por los simpatizantes de Murayama y Córdova. Éste último calificó como un acto de intolerancia la actitud de Sabugal pero nada dijo de la conducta de quienes lo echaron.
En otro episodio, hacia el final de la presentación, una mujer mostró una pancarta cuestionando, entre otras cosas, los altos sueldos y el bono de partida millonario que se les entregó a los exconsejeros al terminar su función, a lo que Murayama dijo que eso era una mentira, en tanto Córdova contestó que las remuneraciones que percibe el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador son las más altas que tiene cualquier servidor público, que él votó para aplicar sanciones en el caso Monex y que el organismo al que perteneció fue el primero en aplicar acciones afirmativas a favor de los indígenas.
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