La directora del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Tlatlauquitepec, Isabel Durán Salgado, fue destituida. El caso cobró notoriedad cuando denunció haber sido víctima de agresiones físicas y acoso por parte de elementos de la Policía Municipal, hecho que fue expuesto y condenado por las contralorías sociales autónomas del agua y la Asamblea Social del Agua.
Los hechos ocurrieron los días 5 y 6 de diciembre de 2024, como parte de lo que ella describe como un intento del nuevo presidente municipal, Juan Manuel Téllez Salazar, de tomar el control del organismo operador, reconocido nacionalmente por sus buenas prácticas y por ser un modelo de gestión ciudadanizada. Según la hoy exdirectora, el origen del conflicto radica en la negativa del gobierno municipal en reconocer la autonomía del organismo operador, que se rige por un consejo ciudadano.
Los sistemas de agua potable y alcantarillado tienen como objetivo abastecer de agua a la población y eliminar las aguas residuales. Los organismos operadores de estos sistemas se encargan de administrar, operar y mantener las instalaciones, cuentan con recursos derivados del cobro por los servicios prestados, más los que pueden destinarse a inversiones específicas con el fin de conservar, mejorar y ampliar la red de distribución municipal.
Este conflicto refleja las contradicciones que involucran y se dan en los organismos descentralizados y autoridades locales frente a las problemáticas que se generan cuando los organismos delegan, mediante concesiones, a empresas privadas brindar el servicio de agua, alcantarillado y saneamiento, como ha sucedido en el municipio de Puebla y otros conurbados.
Se ha denunciado en diversas ocasiones que los sistemas operadores de agua potable y alcantarillado, dependientes de autoridades locales, se transforman en cajas chicas de los presidentes municipales en turno, desviando recursos para otras actividades que no tienen que ver con las funciones que esos organismos deben cumplir.