Tehuacán. Para los industriales del pan este ha sido un año difícil por lo que tienen sus esperanzas puestas en las ventas que se logren durante la fiesta en honor a los muertos así lo señaló su representante, Eligio Gutiérrez.
Recordó que debido a la pandemia del Covid-19 el consumo de pan disminuyó considerablemente, lo cual obligó a que esos establecimientos trabajarán al 50 por ciento de su capacidad.
Eligio Gutiérrez indicó que la crisis económica provocada por el coronavirus obligó a varias panaderías pequeñas a cerrar sus puertas, temporalmente, mismas que una vez que inició el regreso a la nueva normalidad volvieron a las actividades; sin embargo, las ventas aún son bajas.
Pese a la situación, expuso, los afiliados a la Unión de Industriales del Pan en Tehuacán, evitaron aplicar despidos de personal, lo cual representó para ellos un esfuerzo importante, ya que durante más de medio año sus ingresos fueron mínimos.
Actualmente, dijo, están ya trabajando a una capacidad de entre 60 y 65 por ciento. Ya se preparan para la temporada más importante que es la del Día de Muertos y la del fin de año, motivo por el cual confían en cerrar 2020 con un mejor panorama.
En Tehuacán desde hace varias semanas la industria panadera comenzó con la elaboración de las tradicionales hojaldras y el pan blanco, que la mayoría de las personas utilizan para las ofrendas en honor a sus difuntos, ello representa ya un ligero repunte en las ventas de ese sector.
Pero el incremento más importante lo esperan a finales de este mes. Los panaderos confían en conseguir un repunte de hacer 80 por ciento, en caso de que el consumo llegue a los mismos niveles del año pasado, señaló Eligio Gutiérrez.
Si bien cada uno de los establecimientos decide el precio de ese pan especial, el líder de los panaderos consideró que los costos también se mantendrán en el mismo nivel de 2019, esto a pesar de que algunos insumos, como es el caso del azúcar, tuvieron un incremento de hasta 45 por ciento.
Reconoció que para ellos la situación ha ido mejorando lo cual atribuye a factores como el frío las lluvias y las tradiciones que aumentan el consumo de pan. “Parece que la vamos librando”, concluyó