Un total de 200 siluetas de víctimas de feminicidio, elaboradas a base de cartón, fueron colocadas en el zócalo de Puebla para conmemorar los nueve años de la desaparición de la joven Paulina Camargo Limón, protesta a la que se sumaron los padres de las mujeres asesinadas, quienes exigieron a las autoridades justicia.
Los familiares dijeron confiar en que la manifestación que realizaron este domingo sensibilice a los funcionarios encargados de dar castigo a los responsables de los crímenes.
En el uso de la voz durante la manifestación, Rocío Limón, madre de Paulina, recordó que a nueve años de distancia no se ha hallado el cuerpo de su hija, quien desapareció el 25 de junio de 2015, cuando tenía ocho cuatro meses y medio de embarazo, y tampoco se ha logrado una sentencia condenatoria en contra de la ex pareja de su hija, José María N., por lo que no ha habido justicia para la joven.
“Hoy se cumplen nueve años desde que mi niña fue desaparecida, embarazada de mi nietecito. La lucha ha sido muy fuerte, ha sido muy desgastante, hemos pasado por muchos gobernadores, por muchas fiscalías y ahorita estamos en el proceso del juicio por desaparición, es importante que este individuo que desapareció a mi hija embarazada no tiene ninguna prueba de su inocencia”, expuso.
Rocío estuvo acompañada de padres y otros familiares que también fueron presuntamente víctimas de feminicidio o desaparición, quienes también indicaron que los casos no han sido resueltos y que aún están a la espera de que se encuentre o se castigue a los culpables.
“Al frente de ellas están familias, padres y madres que sufren de una manera aberrante la situación que es provocada por la violencia. Esta es una presencia para visibilizarlas, con amor y para honrarlas porque ellas tienen vida y están presentes”, remarcó.
La colocación de las siluetas fue acompañada por grupos de feministas, quienes, con batucada, acompañaron a los familiares que insistieron en su exigencia de sanciones en contra de los culpables.
¿En qué va el caso de Paulina?
Paulina Camargo desapareció el 25 de agosto de 2015, cuando tenía ocho cuatro meses y medio de embarazo, fecha en la que se encontró con José María para acudir a una consulta ginecológica.
En esa fecha Paulina y José María, quienes entonces tenían 19 y 20 años de edad, abordaron un taxi y después la familia de la joven no supo más de ella hasta ahora.
Una de las hipótesis iniciales apuntó que José María había abandonado el cuerpo de su entonces novia en un basurero de la Unidad Habitacional de La Margarita, por lo que las autoridades se dieron a la tarea de buscar en el relleno sanitario de El Chiltepeque, sin que hayan encontrado indicios de los restos de la joven.
Durante la primera quincena del pasado mes de abril, un juez absolvió a José María N. del delito de homicidio en contra de Paulina, lo que le permitió salir del penal de San Miguel en dónde actualmente se encuentra, sin embargo, permanecerá en el reclusorio debido a que enfrenta otro proceso penal por el delito de desaparición de personas.