Hacer una nueva ficción, una nueva historia sobre lo que significa América. Hacerla, propone el artista Denilson Baniwa (Amazonía, Brasil-1984) desde el hoy, desde la posibilidad que da el arte contemporáneo, a partir de documentos antiguos que forjaron una idea de lo que era el recién “descubierto” continente.
Esa es la propuesta, la provocación de la exposición Reinventar América, construir, borrar, repetir que abrirá este sábado 5 de abril en el Museo Amparo, en la que se reformulan materiales coloniales y del siglo XIX pertenecientes a las colecciones del Getty Research Institute, cuestionando las representaciones europeas sobre el continente americano.
Así, el Teatro del Orbe de Abraham Ortelius, un grabado coloreado del siglo XVI publicado en Amberes, se convierte en Una órbita de una terapia colectiva, obra en la que “una mujer con tocado de plumas, un arco y una flecha, un caimán y una cabeza decapitada a sus pies”, una xilografía del italiano Cesare Ripa, corona la frase propuesta por el artista brasileño: “Illustratum of the víctimas”, que atañe a lo que también fueron los nativos americanos.

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“Si la época colonial tuvo sus herramientas, sus ficciones para que estas historias fueran contadas, se puede pensar que ahora existe otra oportunidad de generar otras perspectivas y éstas sean contadas de otra manera”, expuso Denilson Baniwa, traducido y acompañado por la curadora de la exposición Idurre Alonso y por el director del museo Ramiro Martínez.
Convencido, dijo que ahora existen las condiciones para generar las propias historias de América con nuevos términos y nuevas ideas. Por tanto, consideró que la exposición busca provocar con esos documentos la idea de que estos materiales son una ficción que es susceptible de ser contada desde otra perspectiva, en este caso la suya, un artista nativo de la Amazonía brasileña.

Reinventar América, construir, borrar, repetir, precisó la curadora Idurre Alonso durante una conferencia con medios, integra un total de 88 piezas de las colecciones especiales del Instituto de Investigaciones Getty, además de 30 obras del Museo Franz Mayer -donde se expuso con anterioridad-, y cuatro obras del artista brasileño: dos intervenciones en el mismo número de documentos, dos videoartes, un mural y un gabinete de curiosidades.
“Es un proyecto que empecé más o menos en 2018 investigando las colecciones, y es algo que ya tenía en mente. Me di cuenta que había estos materiales muy importantes desde la época colonial hasta el siglo XIX que nunca se habían mostrado. Lo que está hoy aquí es algo que ni se había mostrado en Los Ángeles -California-, ni habían salido del país -Estados Unidos-“, confió la curadora de estas colecciones en el Getty y anteriormente en el Museo de Arte Latinoamericano.
Prosiguió que la exposición gira en torno a la imagen de América que se genera desde la mirada europea, del siglo XVI al siglo XIX a través de ilustraciones en libros, así como grabados. “Lo que quedó claro desde el primer momento es que no podíamos mostrar estos materiales sin incluir la narrativa que queda fuera: la del mundo indígena. Entonces, en vez de traer piezas que tuviesen que ver con eso, decidí que era mejor trabajar con un artista contemporáneo”, recordó Alonso.
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En la muestra, precisó, se incluyen documentos destacados: el grabado coloreado a mano Piña con mariposas de Maria Sibylla Merian, una científica alemana, pionera en el viaje científico; una xilografía del Mapa de Tenochtitlán que se encuentra en La segunda carta de relación de Hernán Cortés, editado en Nütemberg hacia 1524, con la visión del español sobre la “conquista” de México; y la Columna en honor al primer viaje de Florida, de Theodor de Bry, cuyo taller de grabado fue uno de los más importantes en la Europa del siglo XVI.

La curadora detalló que se integra por cinco núcleos: La alegoría de América, Maravillas de la naturaleza, Construyendo el arquetipo local, Narrativas de la conquista, Viajeros del siglo XIX, y Las reinvenciones de Denilson Baniwa, este último un mural que utiliza la estética de los petroglifos y las historias nativas de la Amazonía para narrar la colonización de América, que en la voz y la visualidad del artista se convierte en una narrativa diferente a lo occidental, y en donde los mundos visible e invisible se encuentran.
Se incluye un Epílogo para mostrar cómo los museos desde el siglo XIX han reunido colecciones que, desde una perspectiva occidental, han representado a los pueblos colonizados y construido una narrativa histórica que ha permanecido.
En los núcleos aparece esa construcción de la imagen de la alegoría de América: una mujer sentada sobre una hamaca, semidesnuda y con un penacho de plumas sobre su cabeza, con armas a su alrededor, que es visitada por Américo Vespucio, quien lleva consigo una cruz en un mano y en la otra un astrolabio, escena que se acompaña de exótica naturaleza y una idea que sería común en la época: el canibalismo practicado por los pueblos de América.

Se muestran también la riqueza y diversidad de la flora y la fauna del continente, incluso animales imaginarios que se pensaban habitaban este territorio; la idea del salvaje y de la errónea homogeneidad de los nativos, pues no existía diferencia entre los pueblos del norte o del sur, de las penínsulas o las montañas; la importancia de la imprenta como vehículo de expansión de las ideas sobre América, con crónicas e imágenes repetidas y conservadas hasta hoy en día; la idolatría, el sacrificio humano y el canibalismo como elementos en común de todo un continente.
Reinventar América, construir, borrar, repetir que abrirá este sábado 5 de abril en las salas de exposiciones temporales del Museo Amparo -2 Sur 708, Centro Histórico de Puebla-, y permanecerá hasta el 14 de julio.