Deshuesaderos, almacenes de neumáticos y otros locales de venta de autopartes operan de manera normal pese a los operativos realizados el año pasado para inhibir el robo y comercialización de esos artículos.
Así lo constató La Jornada de Oriente a través de un recorrido realizado este martes en el que se observó que tampoco hay algún tipo de vigilancia como la registrada durante los cateos que las autoridades realizaron el año pasado.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), en los primeros nueve meses del año se denunciaron 724 robos de autopartes, mientras que los casos registrados durante el mismo periodo pero del año pasado, ascendieron a 426, por lo que hay una diferencia de 298 más que equivalen a un 70 por ciento.
Mediante el recorrido fue posible observar por lo menos tres almacenes de vehículos descompuestos o desarmados conocidos como deshuesaderos, y en los que, se presume, se adquieren y se venden autopartes robadas.
En el lugar también es posible ver almacenes de llantas, algunas de uso, así como decenas de comercios en donde se venden otro tipo de autopartes automotrices.
La actividad comercial en la zona continúa con normalidad pese a que el año pasado, la Fiscalía General del Estado (FGE), el gobierno del estado y el ayuntamiento capitalino llevaron a cabo por lo menos ocho operativos para inhibir el robo y venta de autopartes.
Como resultado de esos cateos, las autoridades aseguraron por lo menos cinco locales y deshuesaderos debido a que los propietarios no pudieron demostrar la legalidad de los artículos que tenían.
En esa ocasión, el entonces gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta planteó la expropiación de terrenos y locales comerciales para que en estos ya no se vendiera mercancía robada pero el proyecto no se concretó.