Pobladores de la comunidad indígena de San Antonio Alpanocan, perteneciente a la Comunidad de Aprendizaje Campesino: denominada Tiktogaske Tonochtin, del programa Sembrando Vida, se organizaron para presentar el mural denominado “El orgullo de ser artesanos”, a propósito del arranque de la feria de San Antonio de Padua, en la que se exhiben diferentes trabajos de cestería.
La pintura muestra lo esencial de la tradición artesanal que tiene Alpanocan desde hace más de cien años, y por la que ha merecido la denominación de “La cuna de la cestería”.
En dicho mural se puede ver la torre de la iglesia del patrono San Antonio de Padua, así como la representación de dos señoras elaborando la famosa canasta de mandado.
En el mismo trabajo pictórico también se puede ver a un joven realizando la canasta utilizada para florería y al fondo el Volcán Popocatépetl y el cerro conocido, como “Chiconkiubitl” o “Cerro de las siete lluvias”, guardián de la comunidad y una leyenda en náhuatl que dice: “Nan oc yolijtiga to mazehual neljuayo”, que traducida al español significa: “Aquí siguen vivas nuestras raíces indígenas”.
El mural se inauguró en la vísperas de la feria que se realiza del 9 al 13 de junio del presente año, para darle mayor visibilidad con los peregrinos y visitantes en general, siendo la festividad religiosa una de las más grandes de la región, que limita con Morelos.
“Con este mural queremos que nuestra gente sienta el orgullo de ser y pertenecer a una comunidad indígena, que no se vergüence, sino al contrario que desde niños busquen preservar el habla náhuatl y el oficio de la elaboración de la canasta, la cestería y también todo lo que le da identidad a nuestro pueblo, como la danza del guajolote y sus cantos a la danza de los moros, las mayordomías de la feria, el tepache entre otras más”, comentó Francisco Milan, oriundo de Alpanocan y uno de los organizadores para la realización de este mural.
La cestería representa 40% de la economía local
En esta comunidad, se informó que el oficio de la canasta representa un 40 por ciento de la economía local, y más de 50 por ciento de la población se dedica de manera total o parcial a la elaboración de estas artesanías.
Es decir, explicaron que el impacto económico que tiene esta tradición de la canasta y la cestería es muy importante para esta localidad que en los últimos años se ha visto amenazada por la competencia desleal de China.
Denunciaron que debido a la baja demanda que ha tenido en los últimos tres años, en el mercado más importante que tienen sus productos que es la ciudad de México, ha ingresado en cantidades masivas artesanías similares provenientes de China, lo cual abarata los precios de las artesanías provenientes de este pueblo indígena.
Por ello, lugareños pidieron hacer conciencia de esta problemática y valorar la elaboración de los trabajos hechos a mano, pues no sólo está en riesgo la supervivencia de este tipo de tradiciones, sino también el sustento económico de cientos de personas que se dedican a la realización de cestería.