Casi 24 horas tardó Gilberto Higuera Bernal y el resto de los funcionarios de primer nivel de la Fiscalía General del Estado (FGE) para atender a las madres buscadoras de la Voz de los Desaparecidos en Puebla, que tuvieron que padecer el sopor del calor inclemente desde el mediodía del martes y luego pernoctar sobre el pavimento, apenas guarecidas por dos pequeñas tiendas de campaña, donde mal comieron y enfrentaron otros suplicios que bien pudieron evitarse.
El 10 mayo, las progenitoras que están abocadas a encontrar a sus hijos e hijas, llegaron a la sede de la FGE, ubicada en la zona dorada de la capital poblana, al filo de las 12:15 del día. Desde ese momento, María Luisa Núñez Barojas, dirigente del colectivo, dijo que esperarían afuera del edificio a que el titular de la dependencia y otros fiscales especializados les atendieran. La activista recalcó que desde el 28 de abril pasado – 13 días antes- habían hecho una solicitud formal de audiencia que no fue respondida.
Núñez Barojas contó en entrevista a La Jornada de Oriente que dos funcionarios que se identificaron como personal de la Dirección General de Gobierno, quienes aparentemente estaban gestionando que el fiscal general y sus colaboradores de primera línea atendieran a las madres, pero a las 19 horas la pareja de servidores públicos se retiró sin lograr su cometido.
Hubo otro llamado más tarde: pasadas las 9 de la noche, la Voz de los Desaparecidos en Puebla ofreció una rueda de medios en la que denunció que habían esperado ya nueve horas y no había ni siquiera un indicio de comunicación con Gilberto Higuera Bernal, pero que no desistirían y, si era necesario, dormirían afuera del inmueble oficial. Su mensaje se difundió por medios y periodistas en redes sociales, pero la respuesta fue el silencio y así, las mamás que tienen el dolor más grande tuvieron que padecer, además, la agravante de verse obligadas a demostrar su tesón.
A las 9 de la mañana de este miércoles arribaron las madres que sufren violencia vicaria para manifestarse ante la FGE y las mamás buscadoras les externaron su solidaridad.
Entonces, María Luisa Núñez Barojas volvió a declarar: reiteró que la intención de las madres buscadoras y los colectivos de ciclistas que les acompañaron durante la noche, no era la de entorpecer la vida de los demás ciudadanos con su protesta, pero también recordó que el año pasado, la Voz de los Desaparecidos Puebla permaneció en campamento durante 45 días afuera del Congreso, hasta que forzaron la promulgación de la ley estatal de búsqueda de personas.
Para esa hora la insensibilidad del fiscal general del estado, Higuera Bernal, y el resto de sus funcionarios ya era conocida más allá de las fronteras poblanas, pues de todas las movilizaciones que se celebraron el 10 de mayo en diferentes partes de la República, solo las madres buscadoras de Puebla permanecían en manifestación por no ser atendidas.
Por eso, la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en redes sociales exigió que el fiscal recibiera a sus compañeras.
Cerca de las 10 de la mañana se supo en el campamento la intención expresada por el gobernador, en su habitual rueda de medios, de reunirse con las progenitoras.
Incluso al campamento llegó personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para recabar información sobre las madres buscadoras y sus demandas, pero la situación para ellas no cambió sino hasta las 11:30, cuando Gilberto Higuera y los titulares de las fiscalías especializadas en Desaparición, Secuestros y Extorsión, el fiscal Especializado en Derechos Humanos así como representantes del Instituto de Ciencias Forenses del estado, recibieron a La Voz de los Desaparecidos en Puebla.
Tras casi tres horas de cónclave, se logró acordar la firma de un documento de coordinación de trabajo entre los funcionarios y familiares de los desaparecidos, la cual se llevará a cabo el próximo día jueves 19 de mayo. Algo que seguramente pudo haberse acordado 24 horas antes, de haber habido voluntad oficial.