Los principales aspirantes a la gubernatura de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Luis Miguel Barbosa Huerta, Alejandro Armenta Mier, Fernando Manzanilla Prieto y José Juan Espinosa Torres, se sentaron por primera vez a la mesa para definir causas en común que unan al instituto político, el cual se encuentra en segundo lugar en las preferencias electorales en las encuestas rumbo a los comicios de 2018. Durante un encuentro con la prensa, llamó la atención la ausencia de Rodrigo Abdala, quien también busca ser aspirante a la titularidad del Poder Ejecutivo.
En el primer pronunciamiento público que emitieron, el vicecoordinador de los senadores del PT-Morena e interesado en competir por Casa Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, denunció que en el estado sigue operando la red de espionaje que instaló el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, debido a que el actual titular del Poder Ejecutivo local, Antonio Gali Fayad, se ha negado a desmantelarla.
La versión la corroboraron tres aspirantes más del partido de izquierda: el ex jefe del gabinete morenovallista Fernando Manzanilla Prieto, así como el diputado federal Alejandro Armenta Mier y el presidente municipal de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, quienes aseguraron que han sido víctimas de escuchas ilegales.
En conferencia de medios conjunta, Barbosa aseguró que el equipo de espionaje que adquirió Moreno Valle durante su mandato con recursos públicos es operado actualmente por el legislador del PAN Eukid Castañón Herrera, quien propuso la instalación de ese centro de vigilancia al ex mandatario local durante el sexenio pasado, según Manzanilla.
“Que Tony Gali diga, que responda, ¿por qué se le permite a Eukid Castañón seguir haciendo estas cosas?, ¿será que Tony Gali le tiene miedo a Eukid Castañón? Porque dicen que ese señor (Castañón) provoca miedo”, manifestó el senador.
Armenta, entre los primeros espiados del morenovallismo
Fernando Manzanilla, actual delegado especial de Morena, explicó que la administración estatal contrató el equipo de espionaje a la empresa italiana Hacking Team en 2013, tras su salida del gabinete, donde ocupó el cargo de titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG) en los primeros dos años de la gestión.
Espinosa aseguró que una de las primeras víctimas de las escuchas fue Alejandro Armenta durante la elección federal 2015, en la que éste compitió por la diputación de Tepeaca como candidato del PRI contra Mario Rincón González, abanderado del PAN y el principal operador electoral del morenovallismo en la zona.
De acuerdo con la columna Cuitlatlán de La Jornada de Oriente, publicada en la edición del 27 de abril de 2015, el equipo de espionaje del gobierno del estado tenía en su poder un paquete de videos en los cuales supuestamente se observa al entonces aspirante del tricolor –hoy miembro de la bancada de Morena— “recibiendo fuertes sumas de dinero” de empresarios de la demarcación.
El diputado federal por Tepeaca aclaró que no fue el único personaje objeto de vigilancia, ya que a finales de la administración anterior se filtraron a los medios de comunicación audios en los que se puede escuchar a funcionarios y políticos del ámbito local y nacional, de los que destacó el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, quien es encargado de la seguridad nacional.
Destina gobierno al menos 322 mdp a servicios de inteligencia: Armenta
Armenta acusó que el gobierno de Puebla actúa en opacidad en el manejo de la información relacionada con los servicios que contrató a Hacking Team, pero se conoce por lo menos de una inversión de 322 millones de pesos destinados a la compra de equipamiento para el llamado Complejo Metropolitano de Seguridad Pública o C-5.
Aunque el C-5 se presentó como un centro que dotaría de mayores herramientas tecnológicas a los cuerpos policiacos para combatir a la delincuencia, Barbosa, Espinosa, Manzanilla y Armenta coincidieron en que el incremento de la inseguridad durante el sexenio morenovallista exhibió que esos instrumentos no se utilizaron para perseguir a infractores, sino a la oposición.
Barbosa puntualizó que el espionaje político en Puebla fue posible por la complacencia de gobierno de Enrique Peña Nieto, pues la Procuraduría General de la República (PGR) no ha actuado hasta la fecha contra el mal uso de los servicios de inteligencia.