El mediodía de ayer, por no presentar el proyecto de obra ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Centro en Puebla clausuró las labores de instalación de la réplica de la Capilla Sixtina en el atrio de la Catedral de Puebla. Ya por la tarde, las áreas de Comunicación tanto del gobierno estatal como de la Arquidiócesis de Puebla, entes gestores del proyecto, dieron a conocer que se había “resuelto el trámite”. Por medio de un breve comunicado confirmaron que, a 10 días de ser inaugurada, no se había completado “el expediente del montaje por parte de las instituciones involucradas”.
No obstante, que “gracias a la comprensión de las autoridades del INAH, a la gestión del gobierno del estado, la Arquidiócesis de Puebla y la Capilla Sixtina en México, viendo la trascendencia de esta exposición y el esfuerzo por ofrecer esta magna obra, se ha resuelto el trámite en beneficio de los poblanos”.
Mientras, con más de 70 por ciento de avance en su colocación, las obras en el atrio de la Catedral se pararon durante la tarde de ayer. Por fuera, los sellos de clausura acusaron que la acción se dio “por violar la Ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, históricos y artísticos” del propio INAH. Lo hizo, como señaló personal del INAH cercano a la dirección, porque “no presentaron el proyecto de la obra ante el INAH, por lo que se procedió a la colocación de los sellos”.
Pese a que esta reportera buscó en repetidas ocasiones al titular del Centro INAH en Puebla, el arquitecto Ambrosio Guzmán, para obtener una respuesta, éste no atendió el llamado de este ni otros medios de comunicación. Tampoco, lo hizo el titular de la Secretaría de Cultura en el estado, el antropólogo Julio Glockner Rossáinz, una de las dependencias participantes del proyecto estatal.
Sobre el caso opinó la gerente del Centro Histórico, María Graciela León Matamoros, quien dijo había daños en las lajas del atrio de Catedral por la colocación de estructuras y el ingreso de camiones de carga, por lo que llamó a que tanto Banorte como Museos del Vaticano deberían reparar los daños.
Hace unos días fue el propio gobernador Luis Miguel Barbosa quien presentó este proyecto producido por Antonio Berumen, representante de Museos del Vaticano en México, consistente en la reproducción exacta de la obra construida por Miguel Ángel Buonarroti en el temprano siglo XVI.
Informó que la réplica de la Capilla Sixtina se instalaría por dos meses en la ciudad, del 30 de noviembre y hasta el 31 de enero de 2020, con un costo de 16 millones de pesos, 14 de ellos subsidiados por el gobierno del estado y el resto por Banorte.
Antonio Berumen, representante de Museos del Vaticano, explicó que la reproducción es única en el mundo, y que México es el único país que la ha recibido. El también productor de espectáculos y manager de cantantes de pop refirió que el proyecto contó con el aval de Museos del Vaticano, que les permitió concluir el proyecto. Lo difícil, dijo, fue la reproducción de los frescos de Miguel Ángel, pues al no existir un archivo fotográfico se hizo un levantamiento de 2.7 millones de imágenes para reproducir la bóveda.
Berumen afirmó que hacer la réplica de la capilla pintada entre 1508 y 1512 por Miguel Ángel se hacía para “para quien no pueda ir a Roma y no pueda visitar la corona de los museos vaticanos que es la Capilla Sixtina”. Indicó que a la copia exacta de la Capilla Sixtina cada 15 minutos entran 600 personas, quienes presencian un espectáculo y un video con la historia de la bóveda, para luego escuchar una explicación a través de luz y sonido.