Viernes, noviembre 1, 2024

Como titular del Centro INAH Puebla, Ambrosio Guzmán trabajará para que se cumpla la ley

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Como titular del Centro en Puebla del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el arquitecto Ambrosio Guzmán Álvarez (Tepeaca, 29 de septiembre de 1939) trabajará para que se respete y cumpla la normativa vigente para salvaguardar el patrimonio cultural material e inmaterial del estado.

Lo hará, aseguró durante una entrevista, porque está obligado a hacerlo y a responder al cambio que existe a nivel federal, que llama a “combatir lo que está mal”.

Incluso, el recién nombrado delegado del INAH en el estado, pedirá que a este cambio se sume el ayuntamiento de Puebla, el encargado de emitir las licencias de construcción y en su caso las sanciones, puesto que ellos –incluida la presidente municipal, la morenista Claudia Rivera Vivanco–, forman parte de este cambio encabezado por el presidente de izquierda Andrés Manuel López Obrador.

Desde su oficina ubicada en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, la misma que años atrás se vio gravemente modificada y alterada en su sentido histórico con la implantación de proyectos como el teleférico –en el que el mismo Ambrosio Guzmán luchó para cambiar su derrotero en el Centro Histórico–, el arquitecto de formación, académico, investigador y acuarelista señala que “el esfuerzo de cambio ya está en marcha”.

Lo está, indica ante un pequeño grupo de reporteros, con proyectos como la alianza establecida entre el INAH, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), organismo perteneciente a la Unesco, y la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) para que especialistas del Centro en Puebla tengan acceso a la información recabada por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” sobre el estado que guarda el patrimonio edificado del primer cuadro de la ciudad.

Acota que, al mismo tiempo, con estas dos instituciones –la UAP y el Icomos–, se pondrá en marcha un proyecto de educación continua para que especialistas como arquitectos y restauradores sean certificados en la materia y puedan contribuir a la recuperación del patrimonio edificado.

De manera afable, Guzmán Álvarez señala que años atrás el INAH sí fue omiso en casos específicos –como Cholula y su parque de las siete culturas, el ya referido teleférico o construcciones en el Centro Histórico que van en contra de la normativa–, en los que simplemente “no se aplicó la ley”.

Incluso, sentencia que, si bien el INAH no se opone a la modernización de las ciudades como Puebla, cuyo Centro Histórico está incluido en el listado de Patrimonio mundial de la Unesco, es claro que debe de trabajarse bien y respetar las normas.

“Estoy obligado a que esto marche de la mejor manera, es un cambio y hay que hacerlo, hay que combatir lo que está mal”, afirma quien en breve dejará el cargo de secretario general de Icomos México que ocupó desde hace tiempo, preocupado en la defensa y la salvaguarda del patrimonio cultural material e inmaterial.

Agrega que, si bien fue director del Centro INAH Occidente que incluye los estados de Jalisco, Nayarit y Colima, eso ya fue hace 40 años, por lo que ahora se siente “un novato”, no obstante su trayectoria en la UAP como académico e investigador, y en el propio INAH.

“Esta semana ha sido una cascada de información, en saber cómo está el INAH y su labor por el sismo que rebasó al instituto, al ser una oficina que da permisos y hace investigación, pero no tiene facultades para la construcción directa como una empresa”.

En ese sentido, el arquitecto Ambrosio Guzmán, quien en la década de los 70 del siglo anterior trabajó en el Proyecto Cholula, expuso que el seguro de Banorte “se ha ejercido”, por lo que ya se preparan los expedientes para acceder a los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), acción que ya tiene un avance de 80 por ciento.

Notó que, si bien los recursos del Fonden ya están etiquetados, es más complicado acceder a ellos, pues se debe de analizar dado que el INAH debe de dar las licencias, supervisar a las empresas que son particulares y entran por asignación y/o concurso.

“Donde estamos atorados es en el recurso del Fonden que es más complejo, pero estamos haciendo los esfuerzos y la Oficina de sismos nos ha apoyado a través del arquitecto Salvador Camarena, el enlace en Puebla, quien ha sido un pilar para que esto marche”.

A los afectados, incluso, el titular del INAH en Puebla mandó un mensaje: “que sean pacientes,  –el retraso– no depende del director, pero existe el esfuerzo para que esto marche, y será un esfuerzo grande”.

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