El viernes 17 de marzo, a la edad de 94 años, falleció Carlos Payán Velver, fundador de La Jornada y un impulsor determinante e indispensable en la fundación de La Jornada de Oriente hace 33 años.
Como muchos otros sentimos la partida de Carlos, destacado periodista, poeta, humanista y promotor de la democracia y la libertad de expresión. Refrendamos, por supuesto, muchos de los comentarios que un nutrido grupo de sus amigos, así como políticos, intelectuales y trabajadores de La Jornada han externado tras su partida y han sido recuperados en sus páginas impresas y en el portal digital.
Reconocemos también el merecido homenaje de los miles de asistentes a la concentración del zócalo, del 18 de marzo en conmemoración del 85 aniversario de la expropiación petrolera, cuando en el acto encabezado por el presidente se pidió un minuto de silencio en memoria de Carlos Payán Velver, “creador del periódico más cercano al pueblo en la historia reciente de México”.
Sin Carlos este medio informativo, primer proyecto regional de La Jornada, no existiría. En apenas año y medio lo fraguamos: el número cero apareció el 30 de mayo de 1990 y la primera versión de la propuesta periodística del Semanario Regional para Puebla y Tlaxcala, llamada La Jornada de Oriente, vio la luz el 6 de junio del mismo año, como encarte del periódico nacional.
Fueron tiempos de grandes aprendizajes de la labor periodística para nosotros y Carlos nuestro maestro. Con él fuimos forjando una amistad que siempre nos cobijó. En ese tiempo el semanario se formaba y se imprimía en la Ciudad de México y cada día que estábamos en la redacción de La Jornada era una cátedra donde no solo aprendíamos el oficio de informar, sino los cauces para establecer nuevas formas de relación entre la sociedad y el poder.
La Jornada ha dado voz a quienes no la tienen y esto la ha convertido en una lectura indispensable para todos. Eso queríamos replicarlo en el ámbito regional, con La Jornada de Oriente, siguiendo los consejos iniciales de Carlos, que nos repitió muchas veces y que se decían en el periódico: publicaremos aquello que veamos, investiguemos y averigüemos, externaremos nuestras opiniones y ese es el sencillo periodismo que queremos hacer.
Si bien han existido cambios importantes en estos 33 años para el país, la región y nuestro periódico, Payán siempre estuvo abierto y pendiente de las transformaciones que tuvimos de semanario a diario –paso en el que Carmen Lira también fue fundamental, como sigue siéndolo hasta ahora– y nuestro salto al mundo virtual en 1997, cuando La Jornada de Oriente, como medio impreso, publicó el primer portal periodístico de la región.
En 2008 esta casa editorial puso en funcionamiento su imprenta y le llamó Carlos Payán, como una manera de reconocer el permanente apoyo de Carlos, cuyos principios éticos y periodísticos seguiremos preservando este grupo de periodistas poblanos y tlaxcaltecas.